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¿Hubiese Leonel Fernández observado el Código Penal?
Miguel de Cervantes, quizás la máxima representación de la literatura española, llegó a decir alguna vez, que aquel quien pierde sus riquezas pierde mucho; aquel quien pierde a un amigo pierde más; pero el que pierde el valor lo pierde todo.
Danilo Medina, que no es santo de mi devoción, recientemente, en un acto considerado por algunos como de altísima responsabilidad y de valor, observó el nuevo Código Penal aprobado por las cámaras legislativas, y con ello, rechazó la penalización absoluta del aborto, pues no incluye excepción alguna a la interrupción voluntaria del embarazo.
Danilo Medina justificó su decisión, diciendo que no es ajeno al pensar de los grupos feministas y la mujer dominicana, sobre qué se debe hacer frente a situaciones extremas que terminan afectando seriamente la dignidad, la integridad y la propia vida de la mujer, en ciertas circunstancias excepcionales que requieren un tratamiento distinto.
Es decir, Danilo Medina, contrario a la actitud asumida por Leonel Fernández con el artículo 37 de la Constitución del 2010, no solo observó el código, sino que con ello, se enfrenta abiertamente a los grupos conservadores tradicionales, en especial las iglesias, las cuales han dejado saber su inconformidad pública, a través de los principales medios de comunicación.
Para antes de la promulgación de la constitución del 2010, los redactores de la reforma y los propios congresistas, para entonces, recibieron una altísima presión por parte sectores religiosos (Iglesia Católica e Iglesias Protestantes) para que se conservara la esencia del artículo 8.1 de la constitución del 2002 (inviolabilidad de la vida), las cuales incluso amenazaron con hacer un llamado a sus feligreses, para que no votaran en las elecciones congresuales del 2010, por los legisladores que apoyaran cualquier intento de incluir algunas excepciones que permitieran en situaciones muy puntuales, la interrupción del embarazo.
Leonel Fernández era el presidente para la época, del cual uno de los cables salidos a la opinión pública por Wekileaks, daba cuenta de algunos de sus temores, pues según los ex embajadores de los EEUU Hans Hertell y Robert Fannin, ambos relevan en los informes enviados al Departamento de Estado, que el Sr. Leonel Fernández les dijo que las FFAA de RD eran unas instituciones corruptas, pero que él creía que si destituía a los jefes militares corruptos podría ser depuesto como gobernante.
Pero sus temores no se detenían allí, pues hay quienes aseguran que en privado se le ha oído decir, que el político no se debe abrir ningún frente de discusión, ni con las iglesias ni con comunicadores y ni con periodistas, pues al final de cuenta, esos pleitos terminan inevitablemente perdiéndose.
Bueno pues al parecer, ese temor se vio reflejado en el 2010, pues a pesar de los ingentes esfuerzos de reclamos de los grupos feministas y liberales de todo el país, para que la constitución, en su función ordenadora, remitiera a una ley, para que se incluyeran en ésta, algunas excepciones que permitieran interrumpir el embarazo en situaciones especiales, ante la inminente entrada de la nueva constitución. Sin embargo, Leonel Fernández se inclinó por la posición de las iglesias, y se proclamó la constitución, con un artículo 37 que reconoce y garantiza cuasi absoluto que el derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte.
Es decir, Leonel Fernández, conociendo que apenas unos pocos países en el mundo prohíben el aborto de manera absoluta, le dio aquiescencia a una agenda religiosa, que procura proscribir el aborto en todas las circunstancias. Pero además, sabiendo que las sociedades no son regidas por dogmas, sino por normas jurídicas, en las cuales se expresan los valores y principios de la colectividad.
Las jerarquías religiosas nacionales terminaron tumbándole el pulso a un Leonel Fernández, movido más por el miedo a sus aspiraciones políticas futuras, que por sus convicciones morales y humanas, pues con esa condescendencia en favor de los grupos conservadores, implicaba cercenarle el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, a su derecho reproductivo a su dignidad y a su propia vida.
Todo esto a pesar que el bibliófilo de Leonel Fernández, en algún momento debió haberse encontrado en sus manos, con el libro del célebre John Stuart Mill, ¨On Liberty¨, en el que el autor afirma que toda persona sobre su cuerpo y sobre su espíritu, es soberano.
Lo cierto es que, si el Sr. Leonel Fernández, aún no se ha despojado de sus miedos y sus temores, sería muy cuesta arriba pensar que se hubiese atrevido a enfrentar una iglesia católica que sigue instalada en el pasado, a una iglesia protestante cuya presión responde más a la búsqueda de más espacios de poder, y los grupos conservadores tradicionales, que hasta cierto modo, han sido sus grandes aliados, y porque no, protagonistas de sus triunfos electorales.
A lo mejor, como las próximas elecciones están muy distantes (2020), no nos sorprendamos si el Sr. Leonel Fernández, conocedor de que su antítesis Danilo Medina se ha erigido en el líder indiscutido del empleo y los sobrecitos, gracias a que se ha distanciado de casi todo lo que hacia el ex presidente, termine apoyando tal observación, no porque su temor haya desaparecido completamente, sino a lo mejor por la conveniencia que le deparan las circunstancias.
JPM
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