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Homenaje a una diva
El atardecer ascendía lentamente desde la Tierra y en esa medida ensenaba su vestimenta oscura la noche para esconderse del astro sol y sorpréndenos tempranito de mañana con el crepúsculo vistiendo vistosos colores y permitiendo que el sol ensene de nuevo sus rayos luminosos por una hendija de la patria.
En esa impresionante circunstancia en la que la naturaleza expone sus admirables elementos en el magnífico patio cultural de Casa de Arte, una noche descendió dulcemente una estrella refulgente del firmamento artístico, del canto y de la voz.
Su entrada a aquel lugar perfumado causo grandes emociones en el ambiente. El publico fascinado sin siquiera darse cuenta tal vez por un asunto de magia se puso de pie y aplaudió con entusiasmo en señal de veneración de aquella musa de la canción dominicana y mundial.
Esa zalamería espontanea producto de los latidos copiosos de corazones apasionados en medio de aquel claustro magnifico del arte y la cultura solo es posible cuando se esta ante la presencia eminente de una artista de trascendencia.
La sensualidad de su voz de estilo propio que en ella la balada romántica se manifiesta ensenando todos sus encantos enriquecidos, me hicieron pensar los tiempos del director inglés, Percy Faith cuando introdujo la temática romántica para orquesta. Esa noche en Casa de Arte imagina esta hermosa baladista de nuestro patio fantástico cantando bellas composiciones poéticas acompañadas de la orquesta de este afamado director británico.
Habiendo nacido en Santiago de los Caballeros, criado y educado en Nueva York, oi hablar elocuentemente –aquí y allá – de la grandes cualidades artísticas de la homenajeada, no obstante me había perdido la maravillosa oportunidad de oírle y verle personalmente como sucedió para felicidad mía aquella hermosa noche en Casa de Arte donde también estaban cantantes emblemáticos como Claudio Cohen y Maridalia Hernández.
Confieso, que la casualidad en este caso no es lo que realmente es, una joroba. Es, en cambio, unas de las tantas maneras que Dios tiene para sorprendernos agradablemente. En mis anos de estupendas vivencias y de escrituralidad, revelo hoy que no había tenido la oportunidad de escuchar una voz de una artista mejor articulada que la de la homenajeada en este trabajo.
Cuando oi su voz, cerré mis ojos en medio de aquel espectáculo artística y me desprendí por unos instantes del planeta Tierra o de Casa de arte y comencé a volar en un trineo halado por arcángeles virtuosos a manera de poder apreciar mejor la genial entonación de una voz femenina que en ese momento glorioso me parecía que estaba cantándole a una divinidad y no a un público de humanos.
Ella canta blue y jazz con una magia que cautiva y hace avivar hasta los perezosos. Habría que ver a nuestra celebrada cantante vocalizando la canción de María Conchita Alonso, «Hazme sentir«, en ese instante se despiertan los románticos de la lapidas de los cementerios. Disfrutemos de algunas estrofas y de su sensualidad. Le invito mientras leen ponerse de pie:
Veamos: «Eres mi sueño alcanzado, eres mi camino, mi realidad, y en el momento preciso has llegado y tiernamente quieres entrar. Mi corazón está abierto esperando bienvenido estas y te quedaras y tu me amaras. Entre caricias robadas me tomas me atrapas no quiero escapar y en un suspiro me entrego y te digo que quiero dejarme amar, hazme sentir que hacen pasiones nuevas para mi, hazme vivir…«
¿Qué le parece escribir tantas hermosuras en versos al aire? En la voz perfumada y apasionada de una baladista de la dimensión de nuestra invitada seria servirse con la cuchara grande del arte y la canción. Reconozco que mis lectores se han quedados sedientos en medio de una lujuria excitante. Solo para que se moje n los labios otra vez les voy a ofrecer una estrofas mas y díganme qué pasó luego en la oscuridad simple
«Hazme sentir, que soy mujer y que puedo, regalarte mi alma y un suave te quiero en un tierno beso, hazme capaz de hacerte soñar descubriendo la fuerza con que te puedo amar hazme sentir que puedo volar hazme sentir que yo puedo llegar a ser tuya«.
¡Así es Patricia Pereyra! Te hace llegar empapado en su sudor. Te pone a transpirar con su voz y sus canciones que te hacen fantasear sobre la frondosa piel de una mujer encantadora y libidinosa. Despidamos a esa hermosa voz y a esta mujer extraordinaria como se lo merece una musa nacida con la voz melodiosa del sinzonte. ¡Que sea la gigante Mercedes Sosa, quien con su canción «La maza« cierre este homenaje a nuestra cantautora Patria Pereyra!
«Si no creyera en la locura de la garganta del sinzonte, si no creyera que en el monte se esconde el trigo y la pavura…si no creyera en la balanza, en la razón del equilibrio, si no creyera en el deliro, si no creyera en la esperanza, si no creyera en lo que agencio, si no creyera en mi camino, si no creyera en mi sonido, si no creyera en mi silencio ¿Qué cosa fuera, qué cosa fuera la maza sin cantera? Un amasijo hecho de cuerdas y tendones, un revoltillo de carne con madera«.
JPM