Hiroshima, una historia

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EL AUTOR es ingeniero. Reside en Santo Domingo.

 
Nuestra llegada se produjo exactamente a la hora prevista, 11.09 a .m. del 18 de diciembre 2006 en al tren de alta velocidad, Shinken, en la ruta Fukuoka.-Hiroshima, ciudad esta última donde el tiempo se detuvo exactamente el 6 de agosto 1945 a las 8:15 a.m. cuando el avión B-29, Enola Gay, procedente de Tinian Islands, dejo caer su carga radiactiva de uranio, Little Boy, en la primera explosión nuclear en contra de la humanidad.
 
La segunda habría de producirse tres días después en Nagasaki el  9 de agosto 1945 y con ello la capitulación del Imperio del Sol Naciente ante los aliados en la Segunda Guerra Mundial y es así como el Emperador del Reino de Crisantemo, Hiroito, anunció a los japoneses que la figura de semi-dios, preparada, creíble y utilizada para el pueblo japonés hasta entonces, era algo irreal, era un ser humano como cualquier otro.
 
A la conclusión de la segunda guerra mundial, el 14 de agosto 1945, Japón era un país arrasado, que sufrió durante cuatro meses el bombardeo masivo en sesenta ciudades y que se enfrentaba al doble reto de entender que sucedió en Hiroshima y Nagasaki y además afrontar la ruptura de mil años de historia cuando la mañana del día 15 el Emperador Hiroito comunicó a los ciudadanos la rendición del Japón en un país que jamás había sido ocupado por tropas extranjeras, así mismo, nunca habían escuchado la voz del Emperador, la primera vez fue para conocer el final y la segunda el 1 de enero donde Hiroito renunciaba a la categoría divina de su puesto.
 
Que lejos estaban los sobrevivientes de que Hiroshima había recibido los embates del poderío nuclear como especie de ensayo tal si fueran conejillos de indias y que el tiempo se detuvo en los relojes de sus habitantes exactamente a las 8.15 de la mañana de aquel infausto día y mucho menos sabrían que esto produciría una muerte colectiva de por lo menos 140 mil personas pues hasta nuestros días en el cenotafio se siguen agregando nombres.
 
RECORRIDO
 
De la estación de tren nos trasladamos al Memorial Park, lugar donde se guardan los nombres de las victimas conocidas y además se tienen diferentes monumentos a su memoria.
 
Es de resaltar la dedicación con que los habitantes de esta ciudad tratan a los visitantes, quizás, aun el tiempo distante en los 61 años posteriores al fatídico acontecimiento, queriendo hacerte conocedor de la desgracia que han pasado o quizás para transmitirte con su expresión que son un pueblo que ama la paz por encima de cualquier circunstancia y es motivo de esto que cada Alcalde que han tenido se ha esmerado en enviar cartas a todos los gobiernos de la carrera armamentista para que no proliferen mas los ensayos nucleares y mucho menos la fabricación de nuevas y potentes armas de destrucción masiva.
 
En el mismo instante de la detonación, la temperatura en el centro excedió un millón de grados centígrados (Celsius), lo que genero una bola de fuego enorme y a un segundo de la explosión se había extendido a su máximo diámetro de 280 metros y la temperatura en la superficie llego a unos 5000 grados centígrados. Para identificar el enorme poder calorífico han de saber que el hierro funde de 1300 a 1500 grados Celsius y el bronce, latón, aluminio, entre otros, a los 500 grados.
 
La bomba explotó a 600 metros de altura, para otros a 580 metros, en la hora y fecha ya indicada a 160 metros al sudeste del Prefectural Industrial Promotion Hall, una de las pocas edificaciones que lograron mantenerse en pie y que es en la actualidad un testimonio viviente y perenne de aquella infortunada acción bélica del hombre por controlarse a si mismo, en lo que se conoce como el hipocentro de la misma, produciendo un calor estimado de entre 3000 a 4000 grados Celsius de temperatura y la presión de la onda explosiva a 500 metros del hipocentro era de 15 toneladas por metro cuadrado, los edificios quedaron aplastados y las personas fueron arrojadas por los aires.
 
La radiación afecto a personas que vivían dentro de un radio de aproximadamente 1 kilómetro del hipocentro, las cuales recibieron dosis letales muriendo a los pocos días pues una característica de este tipo de bomba es que a diferencia de las tradicionales es que infringe lesiones severas al cuerpo humano.
 
Los que lograron sobrevivir se arrastraban entre las ruinas para huir de la ciudad, con su ropa incendiada que les colgaba en sus cuerpos ensangrentados y en la mayoría de los casos con extremidades y otras partes de sus cuerpos como si estuvieran derretidas.
 
Es precisamente en terrenos aledaños al lugar del hipocentro que se ha construido el Parque por la Paz en el que se encuentra el  Cenotafio para las victimas de la bomba atómica, Fuente de la Paz, Monumento por La Paz de los Niños, Llama de La Paz, Fuente de la Oración, Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, Torre de la Paz, entre otras importantes y significativas edificaciones que han rememorar esta ignominia del poder y  los efectos despiadados de las guerras.
 
Este conjunto de edificaciones fue inaugurado el 6 de agosto del año 1952 con su nombre original de Hiroshima A-Bomb Cenotaph y el Children”s Peace Memorial Sadako Sasaki el 5 de mayo del 1958, en memoria a esta niña que a los dos años recibió la radiación, muriendo a los diez y que estando postrada en su lecho de muerte hacia cigüeñas de papel con la firme decisión de recuperarse pero sus creencias fueron vanas pues la leucemia acabo con ella a los ocho meses de conocida la irreversible enfermedad.
 
HORRIBLE
 
Muchas anécdotas podemos relatar de las que se exponen en el Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, cada una mas conmovedora que la anterior y quizás seria definir el extremo sufrimiento de este pueblo, no obstante, es imposible dejar de mencionar el caso del padre que enterró a su hijo de tres años, por supuesto su deceso se produjo victima de las radiaciones, en el patio de su casa con su triciclo pues era el juguete que mas adoraba el niño y que 40 años después permitió que se abriera la fosa y que en este momento el juguete y un casco son exhibidos en el museo como una muestra imperecedera del tiempo y sus designios.
Como no recordar las búsquedas de padres, hijos, hermanos, esposas, esposos y cuanto ser humano desaparecido por efectos de este exterminio que fueron identificados por una prenda de ropa, por el estuche donde tenían la alimentación de ese día preparado por las manos de una madre ilusionada para un hijo camino a la escuela y que nunca volvería a ver, horripìlante, o el encontrar una sandalia de madera (geta) del ser querido como único recuerdo a la posteridad de la desaparición del ser nunca olvidado, o la billetera que………., etc.
 
Es imposible dejar de lado la lluvia negra en la pared blanca que empezó a caer al noroeste de la ciudad unos 20 a 30 minutos después de la citada explosión, compuesta de grandes cantidades de sustancias radiactivas originadas por la fisión nuclear, efectos que se sintieron en zonas alejadas, o las persianas de hierro dobladas por la onda expansiva a 2.7 kilómetros del hipocentro y la sombra de una persona en la piedra a 260 metros del hipocentro pues la misma se puso blanca por la radiación de calor excepto el lugar donde se encontraba esa persona sentada, que quedo mas oscuro como si fuera una asombra.
 
La bomba utiliza la energía que libera la fisión del uranio y del plutonio para generar una potencia mucho mas destructiva que la de cualquier otro explosivo tradicional y es así como los rayos gamma, los neutrónicos y otras radiaciones que se liberan durante la explosión causan un daño físico grave durante varios decenios y que son fácilmente visibles hoy día.
 
La lanzada sobre esta ciudad era de tres metros de largo y pesaba unas cuatro toneladas y dado que la misma tenia un tamaño menor a la originalmente diseñada se le acuño el sobrenombre de Little Boy o el niñito, llevando 50 kilos de uranio-235 pero la fisión instantánea de menos de un kilo libero una energía similar a 16000 toneladas de alta potencia (TNT).
 
Un 50 por ciento de la energía se liberó en onda explosiva o de choque, el 35 por ciento en forma de rayos caloríficos y el 15 por ciento restante en forma única de radiación, produciendo la interacción muy compleja de estas tres formas un daño enorme pues los rayos caloríficos intensos y la onda explosiva arrasaron y quemaron casi todos los edificios en los dos kilómetros alrededor del hipocentro, cuatro kilómetros de diámetro, y los efectos agudos de la radiación amainaron a finales de diciembre 1945.
 
Esta ciudad antes de la caída de la bomba tenía una amplia reputación de centro educativo y ciudad militar y en el momento del bombardeo contaba con una población de 350 mil habitantes, aproximadamente.
 
Los Estados Unidos comenzó a diseñar la bomba atómica en el mismo comienzo de la Segunda Guerra Mundial en el año 1939 y en agosto del 1942 emprendió el Proyecto Manhattan para probar exitosamente la bomba el 16 de julio 1945 donde informes sin confirmar hablan de la muerte de 750 efectivos del ejercito de los Estados Unidos en un desierto de ese país.
 
La decisión de los Estados Unidos de lanzar la primera bomba atómica sobre el Imperio del Sol Naciente se debió, entre otras cosas, para evitar la posterior influencia de la Unión Soviética en una posible victoria de los aliados sobre Japón y que el enorme costo del desarrollo de la bomba, 2000 millones de dólares, quedaría justificado ante el pueblo estadounidense.
 
Esta ciudad fue seleccionada sobre la base de asegurarse que los efectos del bombardeo atómico podrían ser observados con absoluta precisión y por eso se designaron como blancos potenciales ciudades con una área urbana de por lo menos tres millas de diámetro y se prohibieron los incesantes ataques aéreos sobre esas ciudades niponas y al efecto se emitió una orden para lanzar el artefacto nuclear sobre Hiroshima, Kokura, Niigata o Nagasaki, decidiéndose por Hiroshima como alternativa primera porque era la única de las cuatro ciudades blancos sin un campo aliado de prisioneros de guerra.
 
A pesar de esta horripilante historia Hiroshima es un pueblo que ha asumido su papel de receptora del primer ataque aéreo de la historia y muestra sus efectos al mundo para que nunca mas se produzca una nueva y fatídica incursión atómica, no obstante, es una urbe moderna con elevado sentimiento de colaboración de sus habitantes quienes muestran la educación, colaboración y sentimiento hacia los visitantes para compartir al mundo sus experiencias luego de estos largos 61 años posteriores a la Segunda Guerra Mundial la que los colocó en el mapa mundial de las mentes que día a día han de rememorar para si y los demás la bomba atómica.
JPM
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