Hipólito y Miguel Vargas: hacia la tercera derrota

Hipólito Mejía ha sido un hombre sumamente dichoso, pero él no lo sabe.Por circunstancias coyunturales favorables que se le han presentado, ha podido ocupar posiciones políticas cimeras, reservadas a personajes de más bagaje intelectual, y además, dueños de un temperamento más ecuánime y formal, y de una convicción política más progresista, pues un político como él, que dice ser socialdemócrata, para ser coherente con esa línea, debiera estar alineado con el Chavismo, Correa, Evo Morales, Daniel Ortega, los Kirchner, Lula, Dilma Rousseff y demás gobiernos progresistas que han surgido últimamente para defender sus países de la voracidad de los imperios, y en consecuencia, no tener tanta camareríacon personajes como John Negroponte y Otto Reich. Para sustentar mi criterio de que él ha llegado a las posiciones cimeras que ha ocupado por circunstancias coyunturales, traigo a colación esas circunstancias. Primeramente, para Hipólito llegar a Secretario de Agricultura en el gobierno del fenecido Don Antonio Guzmán Fernández, se dio la desgracia de que el hijo de ese expresidente, el Ingeniero Agrónomo Iván Guzmán Clan, falleciera en un accidente automovilístico, pues si ese profesional de la agricultura hubiese estado vivo, de seguro que hubiera sido el Secretario de Agricultura de Don Antonio y no Hipólito, cargo éste, que le permitió manejar el mayor presupuesto que Secretario de Agricultura alguno haya manejado, lo que le facilitó, crearse un liderazgo con populismo hipócrita, que se contradice con la socialdemocracia, a la que él dice pertenecer. Ese liderazgo taimado le ha sido fácil construir, en un país de pobres de solemnidad, de clientela por dadivas, y sobre todo, en un espacio de tanta ignorancia política y de todo género, como ha existido y existe en nuestra República Dominicana. Segundo, para Hipólito llegar a la presidencia de la República, fue posible por la muerte de Don Antonio Guzmán y de José Francisco Peña Gómez, pues, si esos dos líderes hubiesen estado vivos, él, no hubiera tenido ninguna oportunidad de llegar a Presidente. Además, hay que tener en cuenta, que cuando el ganó la presidencia, en el año 2000, en ese momento el PRD hubiese ganado esas elecciones con cualquier candidato, por las circunstancias históricas que todos conocemos. Pero él y su gente soslaya estas circunstancias, y maliciosamente atribuyen ese triunfo al carisma de ese “líder”, que dicho sea de paso, es un “liderazgo” del momento e inconsistente, que no trascenderá con el tiempo, en razón de la ausencia de un legado ideológico y de otra índole, que se corresponda con un verdadero líder. Pues bien…Es historia documentada, toda la debacle que ha tenido el Partido Revolucionario Dominicano y el país, bajo la conducción de Hipólito Mejía y Miguel Vargas. Pero, para más claridad en este análisis, individualicemos las responsabilidades en este asunto de cada uno de ellos. Por la insensata decisión de Hipólito de modificar la Constitución de la República, para reelegirse en el 2004, todos sabemos los desastrosos resultados de esa infeliz determinación. Posteriormente, los garrafales errores que cometió han seguido unos detrás de otros. Las elecciones del 2012, se perdieron no sólo por la traición de Miguel Vargas, sino en mayor medida, por los desatinados e imprudentes pronunciamientos hechos por él en aquella campaña, en un momento que sobrepasaba a Danilo con 22 puntos, echando a perder aquellas elecciones proyectadas a ganar en primera vuelta, abrumadoramente, y sin Miguel Vargas. En esta derrota, cuenta, que Hipólito no supo enfrentar la mafia que operaba en la Junta Central Electoral. El, cómo líder del partido, nunca debió permitir ir a las elecciones con el tal Franklin Frías como director de Cómputos, y lo consintió, sustentando que a él, “el guapo de Gurabo”, nadie le hacía coca. Y sucedió, que no solamente le hicieron coca, sino, que tampoco supo defenderse del fraude, y muchos menos tuvo la habilidad de negociar en ese momento el reconocimiento del “triunfo” de Medina, a cambio, por ejemplo, de aprobar la ley de partidos y la recomposición de la Junta Central Electoral, cosa ésta que está exigiendo ahora, cuando no tiene ninguna fuerza con la que pueda ejercer la presión de lugar para lograr esos objetivos. Ante este precedente, y debido a la incontinencia verbal de este expresidente y al arsenal de videos que lo incriminan con actos que perjudican grandemente la imagen de cualquier aspirante a una posición política a lograr por medio al voto popular, una tercera derrota sería inevitable con Hipólito de candidato, en un escenario, donde de nuevo tendremos en contra a Miguel Vargas, a los Vinchos a la maquinaria propagandística del PLD y hasta al cardenal. Esos videos existen, y están en manos de los opositores, quienes no tendrán empacho una vez más, de usarlos como arma mortífera de campaña, lo que unido a otros motivos, convierte a Mejía en el candidato más fácil de vencer, dado que su irrefrenable verborragia es incorregible, porque esa es su naturaleza, y aunque trate de refrenarla, siempre, esa característica suya le dará municiones al enemigo, con sus “repentismos y conceptualizaciones cargadas de chácharas” impropias de un jefe de Estado. Previendo esta situación, y queriendo evitar una tercera derrota, en artículos anteriores, le he propuesto al compañero Hipólito, casarse con la gloria, renunciando definitivamente a ser el candidato del PRD Mayoritario, sugiriéndole además, que se mantenga como el líder del proceso electoral, y que al efecto, de consolidarse una candidatura potable, haga efectivo su apoyo al compañero Luis Abinader, quien tiene una hoja política libre de esos videos que se prestan para descuartizar al candidato protagonista de ellos. Además, Luis, economista de profesión, es quien tiene la mayor aceptación dentro de la población votante y la más sólida estructura electoral, con la que unificados en torno a él, a tiempo, podríamos proyectarlo como nuestro “Rafael Correa”, lo que nos conduciría a un triunfo seguro en la elecciones del 2016. ¿Pero cuál ha sido la respuesta de Hipólito a esta propuesta? Él ha hecho caso omiso a la misma, declarando públicamente, que no descarta su participación como candidato, sustentand “estaré en el lugar donde las circunstancias y las mayorías me requieran, y no descarto ser el candidato” El metamensaje es claro, y la megalomanía del emisor también, por lo que no hay que ser un genio político para interpretar, que el hombre va, y que con este va, también va, irremisiblemente la tercera derrota, por todas la razones anteriormente expuestas. En el presente, tengo tanta razón en lo que expongo aquí, que la campaña electoral propiamente dicha no ha comenzado, y el aspirante Hipólito por tercera vez consecutiva, ya metió la pata, al decir públicamente: “apoyo que se le entregue Loma Miranda a Falcondo, que prendan en candela a esa Loma”. Con esa infausta declaración, el compañero Hipólito pone en peligro la compactación de la Convergencia, pues muchas de los partidos que la integran, que no apoyan esa explotación, podrían salirse de la misma. Pero además, esta infeliz declaración del compañero Hipólito, ha dado lugar a que unas 500 mil personas que son potenciales votantes, hayan reaccionado indignados rechazándolas, y se da el caso, que si este político, hubiese sido el candidato, hubiésemos perdido abrumadoramente las elecciones, porque a este infausto pronunciamiento, se le sumarian los 300 mil votos que perdimos cuando él habló mal de las sirvientas, los cuales están ahí, esperando en la curvita, que sea Hipólito el candidato para cobrárselas de nuevo. Pero además, si a estos 800 mil votos le sumamos 400 mil más, por trastrueques de votantes perredeistas y dejados de cedular, porque el PLD se empeñará solamente en dotar de ese documento a los suyos, y si a estos, le sumamos los que nos restará Miguel Vargas y los partido que abandonarían la Convergencia, entonces, a la luz de estos hechos, de no corregirse, la derrota seria, segura y bochornosa. Esta última declaración de Hipólito, contradice el deseo de la mayoría nacional, que está contra esa explotación, y demuestra también, que su declarado patriotismo no es genuino, y que ese comportamiento es recurrente de su persona. Ello así, porque cuando fue Secretario de Agricultura, dio su aprobación para que una compañía norteamericana depositara desechos radiactivos en la Sabana de Sansón, hecho éste, que no llego a materializarse, por la oposición de ambientalistas y de la ciudadanía en general. También está en ésta tesitura, su participación en el arrendamiento de miles de tareas por centavos y por 99 años a la Dolé Dominicana para sembrar piñas y su macabra decisión de enviar tropas a Irak, bendecidas, con su viaje a Washington a encontrase con Bush hijo, para según él, ponchar la tarjeta. Pero también está en su prontuario político, que más tarde gobernando él, permitiera que se depositara en Montecristi y Samaná el desecho toxico rock ash, tan solo para complacer a unos gringos, y con lo que algunos de sus parciales se embolsillaran unos cuantos millones de dólares a costa de enfermar a los habitantes de esas provincias. De las inconsecuentes acciones de Mejía como presidente, no podemos obviar, el mal manejo que le dio a la quiebra del Baninter- quiebra de la que no fue responsable- pero lo daño, cuando para congraciarse con los ricos, cargó sobre los hombros del pueblo esa quiebra, ocasionando que el dólar se dispara al 60×1, un déficit fiscal de más de 100 mil millones, colapso de la en la economía con la emisión de dinero inorgánico, y una deuda con el Banco de Reservas, que la población más empobrecida la sufrirá por más de 50 años. Pero además, cuenta en esas acciones del eterno candidato a presidente, el contrato por 500 millones de dólares para escaneo de contenedores en los aeropuertos con rayos x, otorgados, digamos, por “gratitud” a la viuda del fenecido Juan Rene Beauchamp Javier, aquel general de horca y cuchillo de los 12 años del balaguerato, que en vida fue azote del perredeismo y perredeistas. Cabe resaltar aquí, que la empresa de la viuda a contratar para llevar a cabo el trabajo de escaneo aludido, sólo contaba con un capital suscrito y autorizado de 50 mil pesos dominicanos es decir, unos 1250 dólares, por lo cual se puede deducir, el favoritismo por gratitud y por congraciamiento con los sectores reaccionarios, para que a una insignificante empresa como esa, se le otorgara semejante contrato, que dicho sea de paso, posteriormente fue vendido a los Vinchos y al oftalmólogo dominicano residente en Miami Salomón Melgen, socio por demás, del poderoso congresista cubanoamericano Bob Meléndez. De estas históricas y otras, se deduce que el compañero Hipólito, al igual que Miguel Vargas y Leonel, y casi todos los políticos dominicanos de la actualidad, es una figura de extrema derecha que responde a los intereses de los pudientes nacionales, y de los propietarios de las transnacionales que se han adueñado del mundo, a los cuales, poco les importa eso de libertad y democracia, tal como la Monsanto, que trabaja para hacerse del control mundial de la producción agrícola por medio a la imposición de sus transgénicos. También son de este grupo, las agroquímicas de las que Hipólito es cliente, emporios estos, que por ganar dinero, poco les importa intoxicar la humanidad y acabar con las abejas, pues para todas esas empresas, su único credo y practica es la seguridad e incremento de su capital a como dé lugar. En este contexto, es tiempo de que Hipólito y sus colaboradores, se den cuenta, que sus desatinos están ocasionando, que la gente le pierda el respeto. Al efecto, el senador por la provincia de La Vega, Euclides Sánchez, declara, que ya Mejía no está en “condiciones mentales” para seguir en actividades políticas; y cuando usted oye en la calle a gente que anteriormente lo apoyaban, o lee las opiniones que sobre él se externan en la internet o en los artículos relativos a su persona, podemos darnos cuenta de esa pérdida de respecto, pues lo tratan de loco viejo, del político más atrasado del país, de ambicioso y de otras “bellezas” por el estilo. Ante esta situación, vaticino, que a medida pasen los días, esas críticas y rechazo a su ambición de poder, se harán más acidas y contundentes. En su discurso, Hipólito Mejía se dirigió a los hombres y mujeres que aman a su tierra expresand “Nos corresponde la responsabilidad de transitar unidos el camino de la esperanza en lugar de continuar por el rumbo de la frustración y el desaliento”-aseverando además: “este convencimiento es el que nos ha hecho salir a la calle a organizar la Corriente Mayoritaria y participar en la construcción de la Convergencia, para derrotar las pretensiones continuistas de Leonel Fernández y el PLD y producir los cambios que necesita el país”. Como por sus frutos lo conoceréis, Si sus palabras fueran de corazón, hace tiempo que hubiese abandonado esa aspiración enfermiza de ser presidente en cualquier circunstancia y a como dé lugar, como fue el caso de cuando se hizo cambiar la constitución para intentar reelegirse. Dudo de estas palabras, porque para producir los cambios que el país necesita, se necesitan de revolucionarios, no de un hombre que si le tocan un merengue de Trujillo lo baila, y que si no lo toca, es porque no es músico. Su llamad “salir a la calle a organizar la Corriente Mayoritaria y participar en la construcción de la Convergencia”, es un contrasentido en los momentos actuales, pues su ambición de por tercera vez querer conquistar la presidencia contra vientos y mareas, está siendo justamente el mayor escollo para lograr la concretización y crecimiento de esa Convergencia. Esa desacertada aspiración, ha sembrado incertidumbre, descontento e indefinición, creando en el pueblo la percepción de que somos un grupo de locos viejos, lo que también está impidiendo, que los dirigentes de la base y partidarios en general, se entreguen con entusiasmo al trabajo de convencer y conquistar nuevos votantes, puesto que con una “Convergencia, inconvergente y divergente”, hasta vergüenza nos da acercamos a la gente a hablarle de que se sumen a una causa que luce descabellada y sus dirigentes en desbandada, sin un norte especifico junto al pueblo, y donde su principal líder ha demostrado que prima más en él, luchar por el poder, que por la patria. Esa desacertada decisión de Hipólito, atrasa la selección del candidato, la cual, por muchas razones que no es necesario señalar, porque son conocidas por todos, debería ya estar definida, por razones tácticas y estratégicas. Además, esa indefinición, ahonda más la incertidumbre que sobre el rumbo de la Convergencia existe en la población, lo que poco a poco y silentemente, nos consume y degasta, y tiene como efecto colateral, que ahonda la división existente entre los diferentes grupos entregados ahora en buscar la imposición de sus respectivos candidatos, en vez de gastar el tiempo, energía y dinero en la intensa labor, que corresponde a una campaña política, para que sea triunfante. En los artículos ya referidos de mi autoría, le pedí a Hipólito que no optara por la candidatura, sinó, que fuera el líder de la Convergencia, con lo cual, con estrategias y tácticas de campaña bien llevados, podríamos ganar las próximas elecciones, dado el descredito del PLD. Pero sucede, que las escenificaciones de las luchas internas en la Convergencia, también nos están llevando al descrédito, situación de la que Hipólito y su gente, no se dan por enterados, para seguir luchando por esas pretensiones, que indudablemente de no eliminarse a tiempo, nos traerá indefectiblemente, la tercera derrota consecutiva. En esos artículos, tratando de convencer a Hipólito, le referí el desprendimiento de Nelson Mandela, del Chileno Ricardo Lagos y de otros dirigentes, que pudiendo reelegirse con mayoría abrumadora optaron por no hacerlo, en aras de fortalecer la democracia de sus respectivos países y para dar paso a nuevos líderes, para un relevo generacional. En esta petición, hasta le traje a colación el ejemplo del civilista Francisco Gregorio Billini, que siendo presidente de la República, renunció, declarando en su discurso de despedida: «Mis enemigos creerán que estoy bajando, pero siento que estoy de pie sobre la cumbre… Hipólito, ha hecho caso omiso a todos los pedimentos para que renuncie a ser el candidato, en consecuencia, por todas las razones que he explicado, su candidatura, de imponerse, ineludiblemente conducirá a la Convergencia a una aplastante y vergonzosa derrota tercera derrota, porque de ser él, el candidato, un significativo número de miles de personas, no participarán en una campaña para promoverlo, en los que me incluyo, porque sabemos de antemano, los resultados electorales, de ser él, el candidato. Desplazar al PLD del poder, no es tarea fácil, pues no podemos perder de vista, que ellos están en el gobierno disponiendo de todos los recursos económicos y medios de comunicación a su alcance, y que tienen a su favor, la Junta Central Electoral, El tribunal Superior Electoral, los ministerios, el Congreso, y hasta la policía y el ejército. Pero además, tienen asegurados más de un millón de votos vía el clientelismo por pago de nominillas, bonos gas, tarjeta de salud, botellas y empleomanía, entre otros medios que le aseguran un voto duro; mientras que el voto del PRD Mayoritario, depende de la concientización del pueblo, para que comprenda el mal gobierno que Danilo está realizando, con una economía ficticia, que funciona a base de préstamos, que en cualquier momento colapsará, disparando el dólar al 100×1, pero que demás entienda, que esta política económica, reafirma el hipotecamiento del país, y que con el pasar del tiempo, tendremos menos recursos para dedicarlos a la salud y educación y otros servicios, porque esta política ha llevado al gobierno, a tener que disponer del 50% del PIB, tan sólo para pagar los intereses de esos préstamos, sin que se pueda abonar ni un centavo al capital. Es un trabajo arduo esta concientización entre una población, que por lo regular no sabe de estas cosas, ni las entiende, a menos que no les sean referidas y explicadas. Esta labor no las estamos haciendo, porque el tiempo y los recursos que disponemos, los estamos gastando, en acciones y discusiones estériles y en la escogencia de un candidato. Conclusión, por todas las razones expuestas, y principalmente por su reciente declaración apoyando la explotación de Loma Miranda, Hipólito no puede ser el candidato de la Convergencia. Con esta declaración se ha “quemado”, más de lo que ya estaba. Pero por razones de todos conocidas, tampoco Miguel Vargas debiera de serlo por el PRD, cualquiera que éste sea, puesto que ambos se han construido un “liderazgo a fuerza de circunstancias y dinero, que ha sido de mala suerte para el PRD y para el país, tal como lo ha sido Leonel para el PLD. Con ellos el país no estaría en buenas manos. No olvidemos además, que bajo la conducción de estos “políticos” tanto el PRD como el PLD, han renegado de los principios que le dieron origen, sin obviar, que en este quehacer, todos ellos se han hecho millonarios, mientras el pueblo, se ha empobrecido. Y en el caso específico de los perredeistas, no solamente que se han empobrecido, si no, que también, miles han perdido la vida y derramado su sangre, o viven en un exilio económico y político desgarrador. En este quehacer politiquero que le ha permitido a la mayoría de nuestros gobernantes, ministros, funcionarios públicos y legisladores, ganar prestancia social y mucho dinero. Todos han obrado contra los sagrados intereses de la República, sumiéndola en el caos económico, político, social y moral y hasta en la destrucción del Medio Ambiente. Por consecuencia, ellos y en especial Hipólito, Miguel Vargas y Leonel, comprendiendo ésta realidad documentada, debieran de retirarse ya del quehacer político, para que sin ellos, pudiésemos encauzar nuestra República hacia una verdadera democracia que nos permita recuperar la tranquilidad social que hemos perdido, y de ellos no entenderlo así, le toca al pueblo dominicano rechazarlos abrumadoramente. Posdata Entiendo que esta declaración pública, troncha mis aspiraciones de candidato a diputado de ultramar en las próximas elecciones del 2016, porque Hipólito y su gente, tal como Miguel Vargas en el pasado, cobrándomelas, impedirán esa aspiración. Pero se da el caso, que mi patria está primero que una posición, cualquiera que ésta sea, porque está en mis genes esa impronta heredada de mis antepasados, de personalidades como el expresidente Ulises Francisco Espaillat y de otros ilustres de esa saga, y porque a esta edad, no voy a seguir en esa, de que me sigan tomando el pelo, quienes luchan por el poder, no por la patria. Compañero Hipólito, definitivamente, la suerte está echada; así es, que si la calle se le ha puesto dura, súbase a la acera.

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