Hipólito Mejía: el gran encantador (2 de 2)
POR: MANUEL MATOS
Cuando aún la campaña para las elecciones de 2012 no se había iniciado, el Dr. Leonel Fernández, en ese momento presidente de la república, confiado en que sería candidato nueva vez, proclamó, en San Francisco de Macorís al expresidente Mejía como su contendiente en el PRD, dando señales claras de que lo quería como candidato opositor, por ser el más vulnerable.
Ese hecho se materializó el 6 de marzo de 2011 cuando, Hipólito Mejía, de nuevo apoyado por médicos del PLD, logró hacer una Cirugía Mayor y alzarse con la candidatura presidencial.
Una vez Hipólito Mejía fue proclamado candidato presidencial, con Luis Abinader como candidato a vicepresidente, se inició el proceso de aniquilar políticamente al Ing. Miguel Vargas. Se empezó por sacar de los equipos de campaña a los afines al Ing. Vargas, violando acuerdos previamente establecidos.
Yo conozco el caso concreto de un importante dirigente político de la provincia independencia al cual, el jefe hipolitista, no se cansaba de repetirle, una y otra vez, en medio de una campaña electoral, en que solo “se barre para adentro”, lo siguiente: “el PRD va a ganar pero tú vas a seguir estando en la oposición”.
Es evidente que se pensó en tirar la pelota antes de atraparla, jugar al doble-play: Ahora Hipólito Mejía, y en 2016 Luis Abinader. La forma más segura: Quitar al Ing. Miguel Vargas del camino, sacarlo del juego.
Los seguidores de Luis Abinader hicieron un mal cálculo, y las cosas no les han salido como esperaban. No contaron con que el expresidente Mejía podía perder las elecciones, y era entendible en ese momento, pues le llevaba un amplio margen a su más cercano competidor, hasta muy cerca del final de la campaña.
No se habían detenido a pensar que los políticos aspiran a la presidencia de un país movido por tres razones fundamentales: Llenar su ego personal, poner en marcha una idea de sociedad que tienen en la cabeza o una combinación de ambas cosas. El expresidente Hipólito Mejía ya fue presidente de la república, por lo que llenar su ego no le provoca un gran impulso. Tampoco la presidencia representa para él la creación de escenarios en los que él le gusta estar, como es el caso del expresidente Fernández.
Para el expresidente Hipólito Mejía, el poder no se reduce a la presidencia de la república. El es consciente de que el jefe de la oposición también tiene mucho poder, y más si es el jefe del partido más grande del país, como es el caso del PRD. Por eso, en medio de la campaña presidencial de 2012, el expresidente Mejía se vio frente a una disyuntiva y tomó una decisión: No ser presidente de la República Dominicana, nueva vez, en las condiciones en que se le estaba presentando.
Entendió que era más conveniente para él, culpar a Miguel Vargas de la derrota, aniquilarlo y quedarse como jefe de la oposición. Después de haber sido presidente y salir tan mal parado, no vio atractivo llegar a un gobierno en quiebra y sin un solo senador. Imagínense a Hipólito Mejía presidente de la república, sin congreso, intentando que le aprobaran el paquetazo que le aprobaron al Lic. Danilo Medina. Yo me lo imagino y tiemblo…
Por eso sostengo, firmemente, que el expresidente Mejía no cometió ningún error en esa campaña; todo lo hizo de manera intencional, porque su objetivo era perder las elecciones y quedarse como jefe de la oposición, tal y como se autoproclamó inmediatamente después de conocer los resultados. Sabía que tenía a quien culpar por la derrota: Miguel Vargas Maldonado.
Piensen sólo en esto: Cuando Hipólito Mejía le ganó ampliamente a Doña Milagros la contienda interna para las elecciones del año 2000, firmó con ella un acuerdo que contenía más de 15 puntos, de los cuales mal cumplió tres. Si a Hipólito Mejía le hubiese interesado que Miguel Vargas se integrara a la campaña, le hubiese firmado cualquier papel y después le hubiera dado lo que habría querido y podido, como hizo con Doña Milagros. No lo hizo porque con ello ponía en peligro su estrategia de perder las elecciones.
Algunos lectores pensarán que estoy olvidando que hubo que producir un déficit de más de 200,000 millones de pesos para lograr derrotar a Hipólito Mejía, y yo les recuerdo que Hipólito Mejía metió al Dr. Leonel Fernández en la campaña, con sus continuas amenazas de encerrarlo a él y a su entorno cercano.
Además, los que somos algo mayorcito no dudamos de que el Dr. Balaguer hiciera de todo para ganarle las elecciones al profesor Juan Bosch en 1990, pero nadie en su sano juicio cree que el profesor perdió las elecciones por eso. Las perdió por negarse a aceptar el apoyo del Lic. Jacobo Majluta y del Dr. Peña Gómez.
Con ese apoyo era imposible que las maniobras fraudulentas diesen resultado, tal y como hubiese ocurrido si el expresidente Hipólito Mejía hubiera pactado con Miguel Vargas. La señal de unidad que ese pacto habría dado, junto a las ansias de cambio presentes en la sociedad dominicana en ese momento, no hubiera dejado espacio para maniobras. Analícenlo y verán que todo lo que he dicho se corresponde con los hechos!