Herrera necesita un cambio
Herrera es el centro de uno de los municipios creados con la provincia Santo Domingo, es la cabeza de Santo Domingo Oeste, pero a la vez es el hogar ceniciento de estas nuevas creaciones de los grandes pensadores que ocupan curules en el Congreso Nacional, en su empeño por seguir creando divisiones políticas.
Todo el país afronta serias dificultades por el desorden total en el ejercicio de la autoridad y en el equilibrio social y político que debe imperar en una nación organizada, pero lo que pasa en Herrera rompe todos los parámetros sociales, políticos y humanos.
El municipio no tiene una autoridad que lo represente, defienda y preserve, porque el Ayuntamiento es un negocio de un pequeño grupo dirigido por un muchacho sin mucha formación política y que ha creído que se trata de una herencia de su padre, quien si realmente trato siempre de hacer su trabajo y en cuyo nombre se apoyó para acceder al cargo.
Las autoridades judiciales, es decir, fiscales y jueces, son protagonistas secretos al servicio de sus intereses políticos a quienes poco importa el desarrollo de una colectividad que, por demás, es histórica. Los agentes policiales hacen servicio en los lugares donde reciben algo o en los colmadones, donde se expende todo tipo de mercancía, incluyendo las que dañan el cuerpo y el alma.
Las calles solo reciben atención en los lugares de interés del síndico, las avenidas están arrabalizadas y la suciedad ahoga a todos los residentes. Pero lo peor del caso es, que ya comienza la campaña y los ruidos, en vez de bajar aumentan. Los mercaderes han atiborrado las aceras y contenes y, los peatones no tienen espacio para desplazarse.
La gente común y, menos aún, quienes tienen que desplazarse en sus vehículos, prefieren quedarse en casa o acudir a los centros de gran superficie a comprar y realizar otras operaciones, porque circular internamente es imposible en este Pandemónium.
Sin embargo, debo decir, que en Herrera vive mucha gente con incidencia, cuyos brazos se han quedado cruzados ante tanta desidia de las llamadas autoridades, pero nunca es tarde si la dicha es buena. Todavía se puede y por esta vía quedan convocados todos los que piensen que digo la verdad, para que juntos hagamos que esta situación se revierta. ! Por favor, hagamos que Herrera cambie!