Héctor Guzmán un vocero sin visión
Para
hablar de Héctor Guzmán lo justo es remitirse a nuestra historia reciente, este
señor, se ha comprobado,es uno de los
divisionistas más grande que tiene el país. Es el arquetipo de persona que hace
de una gran mentira una realidad ficticia. Y es en esa gran “virtud” donde don Héctor
mejor ha descollado
Nuestros
compañeros del PRD (Proyecto República Dominicana) como ahora se llaman,
persisten tercamente en la ilusión de promover la candidatura de Hipólito, Pero sigan ahí, y no se miren el ombligo, que
habrá oposición por muchísimos años. Ah! Pero se me olvida que ustedes están
entre los compañeros que las derrotas no lo afectan porque tienen todos sus
problemas resueltos.
Pero,
y a ese pueblo empobrecido por los gobiernos corruptos y déspotas del PLD quien
lo defiende. Quién le dará un suspiro de
aliento y esperanza? El ex-presidente Hipólito Mejía, el que a lo mejor tenga
las mejores intenciones del mundo, pero con dos derrotas provocadas por ciertos
errores cometidos por ustedes mismo ya el país le ha descalificado.
Yo
sé que ustedes los del PRD antiguo PPH tienen todo el derecho de vender su
líder y candidato, pero viendo la situación y como las condiciones han estado
definiendo la figura que el pueblo quiere para ser presidente en el 2016, es
mejor adaptarse a los nuevos tiempos.
Sabiendo
ustedes que en la República Dominicana hay un ambiente de cambio y renacimiento
a todo nivel. Que el pueblo aclama por un nuevo liderazgo ético y moral. Un
liderazgo sin antecedentes negativos y, sin antagonismo social. Sabiendo todo
eso es un absurdo persistir en la candidatura de un hombre que afirma que no
quiere convertirse en candidato, mientras el pueblo ya identificó el prototipo
de líder al que aspira y ese hombre que el pueblo quiere que le conduzca en el
próximo cuatrenio es el Lic. Luis Rodolfo Abinader Corona, el próximo
presidente de todos los dominicanos que queremos que el país funcione.
No
crean ustedes que con su radicalismo ultra-conservador van a doblegar la
voluntad de pueblo. Ustedes no nos van a salpicar de odio y
resentimientos. No le vamos hacer el
juego. Luis Abinader está tirado calle al medio construyendo la vía del triunfo
y, Hipólito Mejía lo sabe. Él sabe que sin Luis como candidato no hay
posibilidades de derrotar la maquinaria corrupta de la corporación PLD-Miguel.
No habrá mañana si ustedes siguen con ese fanatismo trasnochado.
Finalmente,
sí ustedes tienen algún respecto por ese ser noble y sincero que es Hipólito
Mejía, no le vendan sueños, y mucho menos números ficticios. El ex presidente
Mejía sabe que las condiciones le pertenecen a Luis Abinader. Hipólito Mejía
tiene la sapiencia necesaria para entender que en la vida al igual que en la
política, no es como uno empieza, sino, como termina.
Y,
con dos derrotas injustificadas, su protagonismo activo en las dos últimas
fricciones que se han producido a lo interno del PRD, su perenne antagonismo
con algunos sectores económicos los cuales poseen una fuerte influencia
electoral en todo el país; más los 75
años que tendrá en el 2016. Todas estas características nos hacen entender que
Hipólito Mejía no se merece que Héctor Guzmán y un grupito de adulones lo conduzcan
a una derrota más.
A
Hipólito Mejía más que inducirlo a una derrota innecesaria, deberían sus colaboradores ayudarlo a construir su
historia. Ayudarlo a no quedar en la historia como el ex-presidente con más
derrotas electores, sino como el hombre que, al delegar en otro, trascendió las
mezquindades y condujo su pueblo, así como Moisés a un mejor porvenir.
Pero,
si los colaboradores del ex-presidente Hipólito Mejía lo ayudan a asumir el
liderazgo del PRM y la convergencia y, logramos juntos llegar al poder para
hacer las grandes transformaciones que necesita la República Dominicana, de
seguro; que Hipólito Mejía tendrá su lugar en las páginas de la historia
dominicana. Las cuales lo identificarán como el artífice de la destrucción del
liderazgo mesiánico. También lo glorificara como el único líder político que no
se llevó su liderazgo político a la tumba. De no ser así, la historia le
juzgara.
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