¡Hay esperanza!
Las pasadas elecciones del 15 de mayo, a pesar de los tira y hala de los que no fueron favorecidos con el voto popular, nos deben llenar de esperanza y fe en el futuro. En este certamen, hemos podido ver hermosas estrellas fulgurantes que fueron elegidas y que anuncian el comienzo de una nueva era en la política dominicana
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Jóvenes profesionales como José Laluz, Faride Raful, David Collado, Wellington Arnaud, José Ignacio Paliza, Abel Martínez, entre otros, electos como Diputados, Senadores y Alcaldes, están llamados a adecentar el Congreso y las Alcaldías. José Laluz, por ejemplo, prometió en su campaña y lo acaba de reiterar como Diputado electo, que no aceptará el barrilito, ni las exoneraciones ni ninguno de esos privilegios inmorales que se han auto asignado los Congresistas.
Tiene en carpeta un excelente programa, “Liderazgo Responsable” que lo ha presentado con mucho éxito en casi todo el país y en el extranjero. Así como su plan de “Seguridad Perimetral”
José Ignacio Paliza, hoy Senador electo por la Provincia de Puerto Plata, hace poco, como Diputado, el más joven de la Cámara, arengó con valentía y responsabilidad a sus colegas en el hemiciclo, diciéndoles que ese día sentía vergüenza de ser Diputado, viendo, como se estaban aprobando préstamos de forma irresponsable. Sin leerlos, sin mandarlos a comisión.
En cuanto al señor Abel Martínez, la muestra de amor a su país lo ha expresado en diferentes ocasiones. La inolvidable defensa de nuestra soberanía, como Presidente de la Cámara de Diputados, en la IV Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos en Las Naciones Unidas, en la ciudad de New York, nos llena de orgullo y nos confirma que todavía hay patria.
Escuchamos a Don Fafa Taveras aconsejarle a Faride Raful que no acepte las prebendas anti éticas en la Cámara de Diputados y ella asentir inmediatamente. Por fin aparece una luz, varias luces en este caso, en el oscuro túnel del Congreso Nacional.
Vimos una entrevista del señor David Collado, ya como Alcalde electo y nos dejó la grata impresión de que sabe lo que tiene entre manos y cuáles son los retos a los que se va a enfrentar. Habló sin titubeos y con planes específicos, de devolverle los servicios básicos a una ciudad digna de mejor suerte.
Prometió cambiar los diez millones de bombillos que se utilizan en “Brillante Navidad” y utilizar ese dinero en alumbrar una ciudad en penumbras, comenzando por lo que debería ser nuestro paseo por excelencia, el Malecón de Santo Domingo.
José, Faride, David, Wellington, José Ignacio, Abel, ustedes tienen en sus manos la oportunidad de construir una mejor nación para sus hijos. No hagan lo que nuestra generación hizo con ustedes, unos por acción y otros, los más, por omisión, que fue hacerlos vivir en un país inmoral, corrupto y sin esperanzas.
Atraigan otros jóvenes talentosos, que los hay en grandes cantidades en nuestro país, para que los acompañen en la tarea de dejar atrás la era jurásica de la política. En este siglo XXI, los dinosaurios no tenemos cabida. Es hora de avanzar de la mano de la tecnología de la comunicación y el conocimiento.
Por lo menos, en nuestro caso, nos iremos a otros planos, a otras dimensiones, con la satisfacción de saber que nuestros nietos vivirán en un país de oportunidades, de progreso, de ética y de moral. Construido por jóvenes que decidieron no acomodarse en estancos de bienestar individuales y lucharon unidos por el bien colectivo de la Nación.
Que Dios los ayude y los guie por el camino correcto en esta titánica tarea.