¿ Hacia dónde va el PLD ?
Han transcurrido 79 años desde que el fundador del Ejército Rojo y sustentador de la tesis de la »Revolución Permanente», León trotsky, escribió el controvertido libro »La revolución traicionada». En ese trabajo académico, Trotsky formuló una pregunta que le costó la vida en México en 1940 a manos de un agente pagado por Stalin: Ramón Mercader. ¿ Hacia dónde va la Unión Soviética ? Ahí diagnosticó y pronosticó con exactitud asombrosa el futuro del Estado Soviético.
Guardando la distancia y la connotación de los hechos históricos, el momento de crisis interna que vive el partido de gobierno nos hace pensar seriamente sobre el futuro de esa organización política, sobre la cual fundamentalmente descansa el sistema de partidos y la gobernabilidad de la cual todavía gozamos.
Desde Maurice Duverger hasta Hannah Arendt con su trabajo: ¿ Qué es la Política ? Hemos aprendido que la política es una lucha constante por el poder. Sólo que es conocible de que existe una dinámica donde los actores políticos tienen que actuar con la responsabilidad que demandan sus gobernados, para evitar que actitudes díscolas impacten negativamente en la sociedad que se administra.
Ante las grandes complejidades que acontecen en los procesos de lucha por el poder, los clásicos establecen lo que se denomina: El punto de bifurcación, como salida a los tranques que impiden el desarrollo de las organizaciones y el avance social.
La bifurcación debe entenderse como una división, donde cada grupo o tendencia, busca su rumbo, su guarida, para establecer sus ideas, su cosmovisión de desarrollo y sobre todo, la incuestionabilidad al liderazgo máximo.
Cuando se publique este trabajo, quizás el presidente Medina y el ex presidente Fernández se habrán reunido, pero aseguramos que en términos políticos, el problema en el partido que fundara Juan Bosch es de fondo y tarde o temprano, habrá una división de dos grupos que no luchan por razones ideológicas y un tercer grupo, que aunque absorbido por el poder, representa la ortodoxia y los principios olvidados del Maestro de América.
Es inaceptable que en pleno siglo 21, una organización política del nivel del PLD dependa de la reunión de dos de sus líderes para resolver una crisis interna, cuando ambos líderes, no importa la categoría que ostenten, dependen de una dinámica democrática, pautada por los estatutos de la organización, donde el poder de decisión descansa finalmente en las bases de la entidad política. El tiempo y el espacio son dos conceptos vitales en la política y todo indica que ya se han producido daños, que podrían ser irreversibles.
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