Guillermo, Minou y Pelegrín

Por MIGUEL GUERRERO PEREZ
Creo que en estas elecciones va a desaparecer por siempre el llamado ‘voto útil’ que se sustenta en que votar por alguien que supuestamente no va a ganar es botar tu voto.
 
Bajo ese argumento la real intención de voto de movimientos populares no quedó nunca reflejada en las urnas.
 
Eso ha impedido que partidos minoritarios obtengan, libre de alianzas representación congresional y muy reducidas cuotas municipales.
 
Guillermo Moreno transitó su propio camino en el 2012 y pese a que obtuvo la mayor cantidad de votos dentro de los partidos llamados minoritarios, no pudo mantener su reconocimiento electoral.
 
Entonces, como ahora, muchos consideran que al no integrarse al principal bloque opositor favorece la continuidad del partido gobernante,  en el caso de ahora la reelección presidencial.
 
Los minoritarios lucían condenados a ser siempre cola de león.
 
En estas elecciones tanto Alianza País como la Fuerza Nacional Fuerza Nacional Progresistas y Acción Democrática rompen ese esquema con amplias posibilidades de éxito desde el punto de vista de su participación.
 
Moreno cuenta con un segmento cansado de los partidos tradicionales y sus habituales prácticas clientelistas, sus actos de corrupción e impunidad.
 
Entre su voto cautivo muchos preferirían no asistir a las urnas en 15 de mayo próximo si este concretiza algún tipo de acuerdo con el PRM, por ejemplo.
 
La Fuerza Nacional Progresista puso fin a una alianza de larga data con el PLD tras dejar varias posiciones por cuestiones que ellos han definido de principios, entre las que se citan la reelección presidencial sin la celebración de un referéndum y el manejo dado por el gobierno al tema haitiano.
 
En esos temas han logrado agrupar un importante núcleo social y atraerse muchos seguidores del expresidente Leonel Fernández.
 
Minou Tavares Mirabal es una diputada que abandono las filas del partido oficial y se ha convertido en una crítica de la gestión de Danilo Medina y de modus operandi de PLD.
 
Esto, acompañado de su condición de mujer, sus dotes personales y de provenir de una familia heroica, ha permitido proyectar una imagen fresca donde priman sus virtudes.
 
Independientemente de las encuestas estas tres agrupaciones en conjunto obtendrían nuestro juicio cerca de un 11 por ciento siendo Moreno el más favorecido quien deberá estar entre un  cinco o un seis por ciento, repartiéndose el otro porcentaje entre Minou y Pelegrín Castillo, el candidato de la FNP.
 
Aunque las encuestas parecen darle un mayor nivel de aceptación a Minou, no estoy tan seguro de que así sea.
 
Y si partimos de que otra organización, el PQDC, también lleva candidato propio, Elías Wessin Chávez, y tomamos en cuenta que esta organización tradicionalmente obtiene mayor votación que la que por diferentes medios se le asigna, tendremos unos partidos minoritarios que se convertirán en parte de la balanza.
 
Hatuey de Camps logrará, por su parte, el voto de un segmento que disgustado con el reeleccionismo  perredeista mantiene diferencias con Luis Abinader e Hipólito Mejía. Será como una válvula de escape para los mismos.
 
En Soraya Aquino es donde la expresión de voto minoritario será menos significativa aún cuando el PUN, busca un ala religiosa que parece ya muy comprometida.
 
Vista así las cosas considero que los dos partidos mayoritarios, y sus aliados, no van a superar el 45% de votaciones en la primera vuelta.
Entonces, el peso específico de estas organizaciones va a subir cuando se presente la realidad de una segunda vuelta.
jpm
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