Galería de Presidentes dominicanos (4)
En el anterior artículo esbozamos el ascenso al poder de Rafael Leonidas Trujillo Molina, el cual en una situación de terrorismo y persecución, y siendo jefe del ejército dominicano, instrumento represivo formado a raíz de la primera intervención norteamericana de 1916, prácticamente maniata a todos los sectores del país a su voluntad. Una de las medidas tomadas por los marines norteamericanos inmediatamente invadieron el territorio dominicano fue el desarme de la población, lo que le permitió a Trujillo gobernar sin ningún tipo de perturbaciones. El gobierno del dictador Trujillo se situó en lo que algunos sociólogos llaman “El Estado Bonapartista”, que significa que la administración gubernamental trujillista se instaló por encima de las clases sociales, y en el caso específico de Trujillo, éste personificó el Estado Dominicano (Trujillo era como Las Tres Divinas Personas de la Biblia: El padre es Dios, el hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios). Las instituciones dominicanas durante la época de Trujillo se hicieron extractivas, esto es como bien explican los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson en su libro Porqué Fracasan los Países, impidiendo el desarrollo de las clases sociales, en un contexto en donde sólo los negocios del tirano se desarrollaron, y leyes e instituciones únicamente obedecían a la lógica acumulativa de riquezas del propio Trujillo. Sin embargo, el gobernante dominicano asumió un conjunto de medidas que le dieron una gran popularidad dentro de sectores exclusivos y dentro de la población, como fueron el pago de la deuda externa y la liberalización de las aduanas por parte de las fuerzas interventoras (tratado Trujillo-Hull), la continuación del plan de construcción de infraestructura iniciado por Horacio Vásquez, la continuación de los planes del gobierno norteamericano en materia de obras, la pacificación del país, etc. El dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina fue presidente de la República en cuatro ocasiones: la primera fue de 1930 a 1934; luego de 1934 a 1938. El 16 de agosto del 1938 el tirano es sustituido por Jacinto B Peynado, quien fallece en 1940. Entonces el finado presidente Peynado es reemplazado por Manuel de Jesús Troncoso de la Concha. Sin embargo, 1942 retorna Trujillo al solio hasta el año 1947, y de ahí hasta el 1952. En 1952 sube a la presidencia de la nación el hermano del tirano, Héctor Trujillo y como vicepresidente el doctor Joaquín Balaguer. En el 1960 Héctor Trujillo se vio compelido a renunciar luego de las presiones de la OEA, debido al escándalo del intento de asesinato del presidente venezolano Betancourt. En el 1960 se estrena como presidente de la República el doctor Joaquín Balaguer. Después del ajusticiamiento del dictador Trujillo el 30 de mayo de 1961, Balaguer se vio obligado a renunciar, para luego encabezar un Consejo de Estado presidido por el mismo caudillo reformista. El Consejo de Estado es derrocado por una Junta cívico militar el 16 de enero de 1962. En ese año sustituye a Balaguer otro Consejo de Estado encabezado por el doctor Rafael Bonelly, que al decir de algunos cronistas la caída de Balaguer rompió la amistad que venía desde niño entre Balaguer y Bonelly, y que luego demostraría las heridas no cicatrizadas entre ambos políticos en la crisis post electoral de 1978. El 20 de diciembre del 1962 se celebran elecciones de las cuales resultó victorioso el profesor Juan Bosch. El 25 de septiembre del 1963, Bosch es destituido por un golpe de estado. A Bosch le sustituye un Triunvirato formado por Emilio de los Santos, Ramón Tapia Espinal y Manuel Tavares Espaillat. Renuncian Tapia Espinal y Tavares Espaillat, quedando Donald Read y Ramón Cáceres Troncoso. El 24 de abril de 1965 el pueblo se levanta en armas en contra de la ignominia y en rechazo a este grupo de antidominicanos retrógrados, y en plena guerra de abril varios son los presidentes dominicanos, fruto de la crisis que abatía a la nación en ese momento. Entre los mandatarios de ese interludio están el coronel Pedro Bartolomé Benoit, Rafal Molina Ureña, el general Antonio Imbert Barreras y el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. Pero será la próxima semana en que presentaremos el último artículo de esta serie.