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Fragancia cubana: aroma de traición y muerte
No cabe duda alguna que mientras más uno vive más cosas insólitas e increíbles suele ver, leer o escuchar. Esa situación es más palpable en el ámbito político, en donde sus actores o protagonistas no dejan de asombrar a uno con sus cursilerías, demagogias, mentiras y cinismo barato. El más reciente de estos casos acaba de salir a la luz pública, cuando desde una convención celebrada recientemente en La Habana, Cuba, una empresa cubana que produce medicinas homeopáticas y productos de limpieza, se dio la información de que los laboratorios «Labiofam», que es lo mismo que decir propiedad de los hermanos Castros, acaban de anunciar con bombos y platillos que pronto lanzarán dos nuevas agua de colonia para hombre de nombre «Hugo» y «Ernesto». Esta ridiculez política con ribetes de un trasfondo comercial al más puro estilo capitalista, es una muestra palpable de hasta donde llegan los comunistas (hoy socialistas), en el culto a la personalidad de sus líderes y en sus dogmas políticos y revolucionarios, los cuales son aceptados y copiados por sus tontos útiles y partidarios sin el menor de los escrúpulos. Es por eso que hemos visto que China tuvo a su Mao Tse-Tung «El Gran Timonel»; Corea del Norte tuvo a Kim II Sung «El Presidente Eterno»; Rusia tuvo Vladimir llyich Ulyanov «Lenín» «El Padre de la Revolución»; Cuba tuvo dos: Fidel Castro «El Comandante» y Ernesto Guevara de la Serna «El Che» y, por supuesto, no puede faltar Hugo Rafael Chávez Frías, llamado también «El Comandante»con la diferencia de que este tiene ya hasta su «padre nuestro», vigila a los venezolanos desde los cielos y hasta se convierte en «Pajarito». De acuerdo a declaraciones del bioquímico creador de las dos fragancias, el Sr. Mario Valdés, dijo que: (cito) «Ello representó un reto grandísimo y que los familiares de esos líderes ( El Che y Hugo), dieron su aprobación al proyecto». De igual manera al bioquímico Valdés, manifestó que: (cito) «Estos nombres se escogieron en una exposición en donde se llevaron las fragancias». Más adelante el Sr. Mario Valdés continuó diciendo para justificar la escogencia de los nombre lo siguiente: (cito) «El objetivo de poner estos nombres ha sido ni más ni menos que el de rendir un homenaje. Que ellos puedan perdurar en la historia con estos perfumes con el nombre de estas dos personalidades que representan mucho para la América Latina», explicó el Sr. Valdés. Nunca había leído algo tan cínico, tan descarado y lleno de tantas mentiras e infamias. La real intención de esos laboratorios y, por ende, del gobierno castrista, es lucrarse a la mejor manera del comercio capitalista, con dos figuras cuyo lugar que se merecen por la historia de sus hechos, es el zafacón de la historia. Por más que unos laboratorios pretendan dotar de los nombres de «Hugo» y «Ernesto» a dos colonia perfumadas, jamás podrán borrar de la historia la conducta atípica de estos dos tenebrosos personajes de la historia moderna. Muchos menos, sus actos puedan perfumar la realidad acontecida en cada uno de ellos. La fragancia «Ernesto» Ernesto Guevera de la Serna, (a) «El Che» fue una de las figuras centrales que juntoa Fidel (Hipólito) Alejandro Castro hicieron posible el triunfo de una de las revoluciones de la América Latina más crueles y sanguinaria. Como bien sabemos, para ser un verdadero líder izquierdista y llegar a la idealización de su figura, tienen que haber en su data revolucionaria muchos crímenes para alcanzar tan alto honor. «El Che» en ese aspecto llegó muy lejos. Es por eso que Cuba ha magnificado su figura. A simple rasgos y, como ya explicara en otro de mis humildes artículos, «El Che» fue jefe del Cuartel San Carlos de Las Cabañas, en la Habana, Cuba, lugar en donde fueron ejecutados muchos por él mismo y otros por sus órdenes directas, más de 400 cubanos por el simple hecho de no estar de acuerdo políticamente con el nuevo régimen, algo que cualquier ciudadano en el mundo tiene la libertad de hacerlo, menos en la «Isla de la felicidad». En consecuencia,yo diría que la fragancia a la que olería la colonia «Ernesto», sería una fragancia de sangre, luto, dolor, muertes, odio, sadismo y suma crueldad. La fragancia «Hugo» Esta si es una fragancia única en su clase. Un militar golpista que trató de tumbar un gobierno legítimo y que con el suyo, bastaba disentir para ser acusado de «golpista pitiyanki». Traidor contumáz que puso a la patria del cacique Guaicaipuro, de José Ant. Páez, de Simón Bolívar y de José Sucre postrada a los piés de la soldadesca cubana. El coronel burlista, soez, el ofensor de la iglesia y el gran mentiroso que dividió en dos a la sociedad venezolana. Fue el gran «Beta» de la política venezolana que hacía desde el poder lo que le viniera en gana. Como buen socialista, aparentaba no llamarle la atención la riqueza, pero en su vida privada era todo lo contrario. Viajó por todo el mundo con el mayor confort en aviones lujosos. Se hospedó en los mejores hoteles siempre con una inmensa comitiva. Vistió muy bien y usaba relojes y autos muy costosos, claro está, a cargo del erario del pueblo venezolano el cual vivía y ahora vive aún más sumido en la miseria. Utilizó lo que se conoció como la «petrodiplomacia» a su favor, para de esa manera agenciarse el apoyo a sus iniciativas de muchos gobiernos latinoamericanos que aún persiste. Despilfarró durante su gestión más de un billón 280 mil millones de dólares, comprando conciencia y sosteniendo las economías de naciones como Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, etc. Corrompió a las fuerza armadas venezolanas y permitió en ella el cacicazgo del generalato del narcotráfico. En sus momentos finales, cuando el cuerpo no daba más, fue utilizado hasta lo máximo por la gerentocracia cubana a fin de que retuviera el poder para beneficio no de Venezuela, sino del gobierno cubano. En consecuencia, yo definiría la fragancia de «Hugo» como la de la traición, del doblez y del servilismo descarado. Yo en lo particular, prefiero seguir usando mi fragancia de Calvin Klain y estoy seguro que muchas personas sensatas y con sentido común harán lo mismo con las de ellos.