Fiscal de Brooklyn: Corrupción impide justicia en países en vía de desarrollo
SANTO DOMINGO, RD.- La fiscal adjunta del condado de Brooklyn, Nueva York, la dominicana Doralyn De Dios, mostró hoy su preocupación al asegurar que la corrupción en los países en vías de desarrollo como la República Dominicana, suele penetrar en los sistemas de justicia, lo que no permite que las funciones judiciales sean transparentes y simples.
La magistrada, que también preside la Asociación de Abogados Dominicanos en los Estados Unidos (DBA, en sus siglas en inglés), ve como muy positivo que en el sistema de justicia de la República Dominicana cada vez más mujeres ocupen posiciones de notoriedad y poder.
De Dios está de visita en su país hasta el próximo 30 de octubre, donde agotará una serie de encuentros con funcionarios y entidades vinculadas a las áreas judiciales para establecer oportunidades de cooperación entre la DBA, el Poder Judicial y entidades homólogas.
La joven professional, que es líder de instituciones que procuran mayores oportunidades para latinos y mujeres afroamericanas, destacó que unos 150 abogados criollos ejercen esa carrera en este Estado y que cada vez más jóvenes de nuestro país ocupan posiciones de liderazgo y altos cargos, lo que representa un crecimiento muy favorable, a pesar de las limitaciones para los latinos en los Estados Unidos.
“Solamente el 10% de los abogados en los Estados Unidos son latinos y afroamericanos, y el 5% de las otras minorías, eso significa que el 85% de estos profesionales son caucásicos, números sumamente desproporcionados”, afirmó De Dios, quien con 29 años de edad es la presidenta más joven de la DBA, entidad que aglutina la mayor cantidad de miembros con casi 600 inscritos.
Como presidenta de la DBA, Doralyn aumentó la membresía al interactuar estrechamente con la comunidad y abordar problemas sociales urgentes, y este año desarrollaron eventos virtuales que ayudaron a su membresía a combatir los desafíos del Covid-19.
Además de fiscal adjunta del distrito de Brooklyn (KCDA por sus siglas en inglés), la professional comenzó su carrera legal en la Oficina de Violencia Doméstica y allí manejó más de 300 casos al año, desde delitos menores hasta delitos graves.
En 2019, fue ascendida a fiscal adjunta de distrito en la Oficina de Fraudes, donde desarrolla la investigación de esquemas fraudulentos que involucran delitos de cuello blanco, fraudes inmobiliarios, a ancianos, servicios de administración, seguros, malversación, entre otros esquemas delictivos.
Obtuvo su título universitario en la Universidad de St. John’s en el 2013 y su licenciatura en derecho en New York Law School en el 2016.
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