¡Fidel: ¡hasta siempre (I)!

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El autor es abogado, funcionario del Gobierno Dominicano, maestro, escritor y político. Reside en Santo Domingo

                                                     

 

 

 

El pasado 25 de noviembre en horas de la noche, entregó su legendaria vida de patriotismo, heroísmo y dignidad Fidel Castro Ruz, que no necesita halagos, ditirambos innecesarios o elogios gratuitos para presentarlo al mundo, del cual ha sido en el  siglo XX y en los primeros años del XXI una de las grandes figuras, como político que dedicó su existencia, como Jefe del Estado cubano, no solamente a servirle a su pueblo, sino ejerciendo una autentica y extensa expresión de solidaridad con pueblos hermanos de América y de otra regiones del mundo.

Al pueblo dominicano le corresponde hacer pública y de manera constante y permanente, la expresión de gratitud con la solidaridad, admiración y respeto que Fidel Castro tuvo con nuestro pueblo. Desde su juventud con apenas veinte años de edad, en 1947, se había sumado a las más importantes figuras dominicanas que luchaban en el exilio contra la dictadura de Rafael Trujillo Molina.

En “Cayo Confites” cuando se preparaba en ese pequeño islote, una expedición de más de mil voluntarios, comprometidos en invadir a la República Dominicana para expulsar del poder al férreo dictador que gobernaba la nación, inició Fidel Castro relaciones personales con las más destacadas figuras dominicanas que dirigían la organización de las tropas que llegarían a playas dominicanas.

Además de Juan Rodríguez y Juan Isidro Jiménes Gullón, Fidel Castro hizo amistad con Juan Bosch Gaviño, reconocido para ese entonces como una figura señera de la intelectualidad hispanoamericana, autor de cuentos y de relatos que habían conquistado premios de extraordinaria importancia en el escenario hispanoamericano. La expedición de “Cayo Confites” fue impedida de llenar su cometido porque Trujillo, apoyado por los gobiernos de Estados Unidos de América y de Gran Bretaña compró por la suma de quinientos mil dólares, al General Genovevo Pérez Dámera, quien desempeñaba las funciones de Jefe Militar del gobierno de Ramón Grau San Martín.

Fidel Castro ya estaba a bordo de una de las naves que se dirigía hacia las costas dominicanas y sin vacilar un momento a extensa distancia de las playas de su patria se lanzó al mar a nado y llego a ellas. Semanas después en La Habana, recibió Juan Bosch a los padres del joven revolucionario, que estudiaba derecho en la universidad y le sirvió Juan Bosch para localizar a su hijo;  inmensamente alegres y satisfechos de haberlo encontrado con vida, a partir de ese momento quedó ligado Fidel Castro Ruz al proceso y a la historia de nuestro pueblo, actitud militante que hacía público cuantas veces tenía la oportunidad, no solamente de compartir con los dominicanos sino de participar en actividades políticas de solidaridad con los anti trujillistas, que durante el exilio combatían a la intransigente y represiva dictadura del llamado «Varón de San Cristóbal»

Esas relaciones de Fidel Castro Ruz  con el pueblo dominicano tenían sus raices en el comportamiento de José Martí, el Apóstol de la independencia de Cuba, que hizo esfuerzos extraordinarios para mantener en las filas de los que combatian el gobierno colonial de España en su patria, encabezados por esa figura legendaria de Máximo Gómez , que habia nacido en Santo Domingo y terminó los años de su existencia como jefe militar de los independentistas cubanos y maestro del arte de la “Guerra de guerrilla”.

jpm

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