Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
Empresario se querella contra DM y Jean Alain; exige US$580 MM
QUEJAS CIUDADANAS: Paralizan pintura de edificios INVIVIENDA
Juan Soto hace historia con 500 carreras impulsadas en la MLB
El dólar baja otros once centavos y se cambia este jueves a RD$59.21
Abel promete impulsar turismo y obras en provincia La Altagracia
Lluvias han desplazado a 3,785 personas y afectado 757 viviendas
MP presenta acusación formal contra red secuestro Hato Mayor
Irán dice está listo para repeler ataque israelí a plantas nuclares
Zelenski: A EU no le importa las personas que mueren en Ucrania
Inexistencia en R. Dominicana de una fuerza política de izquierda
Exégesis errónea del Corán
Es evidente que los ataques realizados al pueblo de Francia donde perecieron alrededor de 129 ciudadanos, por hordas terroristas musulmanas que llaman a guerra santa (yihad) en contra de los infieles o el imperialismo, son producto de mentes retorcidas que no tienen amor ni respeto para la vida, lo que demuestra el grado de intolerancia religiosa que existe en el siglo XXI.
Muy parecida a la Santa Inquisición medieval que se fundó en el año 1184 en la zona de Languedoc en el sur de Francia y que aglutinó varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía mayoritariamente en el seno de la Iglesia católica. La herejía en la era medieval europea se castigaba con la pena de muerte si bien le iba al hereje, de lo contrario eran sometidos a duras torturas, que la muerte era mil veces mejor que las torturas medievales.
En el año 1249 se implantó también en el reino de Aragón, siendo la primera Inquisición estatal; y en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con Castilla, se extendió a ésta con el nombre de Inquisición española (1478-1821) bajo control directo de la monarquía hispánica, cuyo ámbito de acción se extendió después a los territorios colonizados.
De manera que la historia nos ilustra lo retorcido que ha sido el ser humano para defender lo que él cree que es verdadero, descalificando a los demás utilizando la represión y la violencia, lo cual dista mucho de lo que enseño Jesús, cuando dijo; Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Juan 13:34-35)
Sin embargo la culpa no es de los musulmanes que cometen este tipo de actos de terrorismo plantando bombas cobardemente ante personas indefensas, la responsabilidad directa es de los jeques o alfaquí que interpretan erróneamente el Corán y las enseñanzas del profeta islámico cuando dijo; “Se me ha ordenado combatir a la gente hasta que testifiquen que no hay más dios que Allah y crean en mí y en lo que yo he traído. Cuando lo hagan, su sangre y su propiedad estarán protegidas”
De modo que la exégesis errónea de los líderes islámicos extremistas se basa en sura 8 (Al Anfal), verso 13, donde se justifica las decapitaciones de aquellos que son considerados infieles por el Islam: “Cuando tu Señor reveló a los ángeles lo siguiente: Estoy con vosotros; dad firmeza a quienes creen. Yo infundiré el terror en los corazones de aquellos que no han creído, golpeadles, pues en la parte superior de sus cuellos, y golpeadles en la yema de sus dedos”
En ese orden de ideas en sura 8, 55 y 56 es más explícita en cuanto el desprecio de los “infieles” “…rechazaron los signos de su Señor, por lo que los destruimos por sus pecados y ahogamos a las genes del Faraón porque todos eran transgresores”, y continúa: “En verdad, ante Alá, las peores de las criaturas son los ingratos, y no creerán”.
En estos capítulos según el Islam Alá daría a los musulmanes una gran victoria y que los bienes y posesiones de los infieles caerían en sus manos. De ahí el adoctrinamiento que hacen los líderes islámicos a las mentes débiles y fanáticas para que persigan a los infieles y se exploten como bomba humana en contra del imperio, israelitas y blasfemos del Islán. Pero en la práctica nunca un líder musulmán o alfaquí se ha explotado, quizás por temor a la muerte.
De manera que el Islam rechaza abiertamente la declaración universal de derechos humanos por no estar de acuerdo con los preceptos religiosos musulmanes ya que aducen que los derechos humanos tienen una visión judeo-cristina, sin embargo la esencia de los derechos humanos es proteger la vida, la integridad, la dignidad humana, la libertad de expresión y la igualdad de géneros entre otros.
En consecuencia el acto de terrorismo hacia Francia es condenable, pero igual de condenable son las muertes civiles en Siria. “Perdona Señor Jesús, lo miserable que somos los seres humanos”.