Evo: la vanidad de un indio «socialista»
Podemos definir la vanidad como la creencia en demasía de una persona en sus propias habilidades o la atracción que piensa que ejerce en los demás. La acepción proviene del latín «vanitas» que personifica la cualidad del vano, esto es, vacío, hueco o falto de realidad. Esta calificación nos delata en el individuo, una conducta arrogante, presumida e insustancial.
No exagero, en consecuencia, si manifiesto que el actual presidente de Bolivia Juan Evo Morales Ayma encarna a la justa perfección lo que podemos catalogar como un individuo fatuo y vanidoso en grado sumo, y peor aún, sin tener las más mínima condición para presumir.
Como bien sabemos y así la historia reciente nos lo ha demostrado, estos populistas «socialistas» (comunistas) cuando están fuera de las mieles del poder político, se presentan como los nuevos «mesías y redentores» de los pueblos. Presumen de ser «humildes y anticapitalistas» y proyectan hacia sus acólitos y los pueblos, poses falsas de ser honestos, rescatados, comedidos y ajenos al glamour que brinda los recursos del poder político.
Una vez que llegan a la cúspide del más alto cargo público en una nación, tras prometer, mentir, engañar, vender una imagen falsa y ocultar sus verdaderos propósitos al pueblo que le depositó su confianza, dan riendas suelta a sus resabios y resentimientos sociales reprimidos, sus apetencias personales, su desmedida ambición de poder, su afán de perpetuar su imagen y de llenarse de honras y homenajes para la satisfacción de su ego. Se enriquecen al grado sumo y disfrutan a plenitud de todo el encanto que nos brinda el mundo capitalista y del cual ellos tanto reniegan en sus mensajes políticos.
Esta opinión no obedece a un mero racionamiento por mi aversión política hacia estos especímenes socialistas, hipócritas y corruptos que durante tres lustros han gobernado de manera dictatorial, sumergidos en el narcotráfico, en la corrupción más degradante y en ejercer el poder de manera anomia en varias naciones latinoamericanas. Ella obedece, al rol asumido por estos farsantes, que ponen al desnudo sus reales sentimientos y sus verdaderas motivaciones de llegar al poder.
En el caso del indio aymara y presidente de Bolivia Juan Evo Morales Ayma, tres hechos que muestro a continuación, son pruebas fehacientes de que tras ese imagen campechana y «socialista», se esconde un resentido social, un presumido, un vanidoso, un arrogante y un verdadero narcisista del poder, cuya creencia estriba en pensar que él debe gobernar mientras tenga un hálito de vida y porque entiende que su persona es única, insustituible y necesaria en Bolivia in saecula saeculorum. Veamos los tres ejemplos que avalan mis criterios al respecto.
1.- El avión de Evo Morales
Juan Evo Morales Ayma asumió la presidencia de Bolivia el 22 de enero 2006 y apenas cuatro años después, adquirió para sí y sus desplazamientos a lo interno y externo de la nación, un moderno y lujoso avión Falcon 900 Ex Easy, modificado con todo el confort en su interior, cuyo costó ascendió a la suma de 38 millones de dólares, el cual fue comprado al equipo de fútbol británico Manchester United de Inglaterra.
Como bien sabemos, Bolivia es uno de los países más pobres del continente suramericano, carece de peso político en el concierto de las naciones y mucho menos de influencia geopolítica en el mundo. Luce una insensatez, que su presidente haya hecho una erogación de esa magnitud del erario para estar dando viajes de franchelas con otros canchanchán socialistas, tomarse fotos en reuniones que no solucionan ni un carajo a los pueblos, para ir al cumpleaños del extinto dictador de Cuba, Fidel Castro y del fallecido traidor y vasallo de La Habana Hugo Chávez. De igual manera, para viajar a recibir «Doctorados Honoris Causas» de universidades que al hacerlo han desprestigiado y relajado ese reconocimiento, al dárselo a un individuo que es un nesciente en sumo grado.
Lo grave de esto, fue que dicho avión fue adquirido sin licitación alguna para buscar otras alternativas más idónea y económica para el Estado y que, de acuerdo a la opinión de un especialista conocedor de este tema, dijo que la empresa Embrail de Brasil que fabrica el avión Legacy 600 casi con iguales características, ofertaba su avión en unos 28 millones de dólares con apenas un adelanto de un 50% del costo.
Es dable destacar, que sólo dos mandatarios en toda Latinoamérica se dan el glamour de surcar los cielos del mundo en un avión de lujo como lo es el Falcon 900 Ex Easy: el exchofer de autobús de Caracas nacido en Cúcuta, Colombia, que ha llevado a la ruina a la patria de Simón Bolívar y el indio aymara y promotor del consumo de coca en el mundo, el inefable Juan Evo Morales Ayma. !Esto es lo que se llaman dos presidentes obreros y socialistas! ( Ver enlace) https://es.rfi.fr/
2.- El palacio presidencial de Evo
Si lo anterior resulta irritante ante un pueblo pobre como Bolivia, mucho más lo es el nuevo palacio presidencial que ha ordenado construir el «presidente indígena y socialista». Su costo es de 36 millones de dólares, con un helipuerto, una altura de 29 pisos, un área de 1877 metros cuadrados incluyendo un «centro ceremonial indígena», un auditorio para 1,000 personas, un salón especial para «honrar a la coca» así como salones exclusivos para uso de Evo Morales.
Las razones que aduce el mandatario «socialista» para semejante obra, fueron (cito): «No es un lujo, es para servir mejor al pueblo. El palacio actual me pareció una ratonera y quedará como museo del Estado colonial». Bueno, ante esta pueril justificación de Evo para este despilfarro, me parece que quien realmente va a vivir y disfrutar este majestuoso palacio presidencial, no es el pueblo como él dice, sino él, sus acólitos y funcionarios. Si en algo estoy de acuerdo con Evo Morales, es que el Palacio Quemado sí se convirtió en una ratonera, pero desde el 22 de enero del 2006 cuando él lo ocupó.
Es muy posible que a Evo Morales con este suntuoso palacio, les pase como a los presidentes de los Estados Unidos, que cuando al de turno les toca renovar el avión Air Force One por uno más moderno, nunca lo estrena él sino el que viene. Y al parecer, las cosas no pintan bien para las pretensiones de reelección de acuerdo a las últimas encuestas en Bolivia. (Ver enlace):https://www.abc.es/
No hay nada más trascendido o como dicen en la República Dominicana «más untao o ajentao» que un descerebrado inculto, pobre y resentido, cuando se ve con un poder de tanta trascendencia como el de gobernar, disponer de los recursos de una nación y darle rienda suelta a sus deseos y ansias reprimidas. (Ver enlace) https://www.infobae.
3.- El museo de Evo Morales
En esta tercera locura del presidente «socialista», me parece que los cables se les cruzaron totalmente y dieron paso como si fuera el ímpetu del agua desbordada de una catarata, a la excelsa expresión de la arrogancia, la altanería, el desborde del ego y de la suprema vanidad de un gobernante que no ha tenido el menor de los escrúpulos en contener su narcisismo.
Como algo irónico y excéntrico, el llamado Museo de la Revolución Democrática y Cultural (rimbombante nombre para solo exhibirse él como figura central), cuyo costo es de unos US$7 millones, está edificado en un área de 10,858 metros cuadrados, a unos 3,700 metros de altitud y edificado en la poblado de Orinoca en donde nació Evo, una de la regiones más pobre y olvidada de Bolivia, con apenas 600 habitantes y cuya ciudad más cercana que es Oruro, que dista a unos 160 km de distancia. No hay hoteles ni infraestructuras turísticas que hagan posible sostener la obra por sí misma, lo que refleja un mero capricho vanidoso del gobernante en su afán de ser considerado y recordado por siempre (Ver enlace): .https://elcomercio.
Ya sabemos que estos socialistas oportunistas, su único interés es perpetuarse en el poder a como de lugar y es por eso que, no respetan ni referéndum como el celebrado en febrero 2016 en donde el «NO» del pueblo boliviano lo rechazó en sus pretensiones continuista y la Constitución boliviana en consecuencia se lo impide también. (Ver enlace) : https://www.americaeconomia.
Esta conducta arrogante e insolente, se puede entender a la luz del pensamiento que legó para la humanidad, el prócer argentino y libertador de América José Francisco de San Martín Matorras cuando dijo: «La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices que se encuentran de golpe con una gota de poder»
JPM