EU,  Sun Tzu y el caballo de Troya

Creo no exagerar si considero que, no han existido en todo el planeta dos naciones que levanten tanto recelos, odios y  envidia que los Estados Unidos de Norteamérica y el glorioso, combativo y aguerrido  Estado de Israel.

El primero, la nación más deliberante del mundo, la más poderosa militar y económicamente y la más desarrollada en diversos órdenes que liderea al resto del planeta. La segunda, milenaria, invencible y con el privilegio de ser el pueblo de Dios al que El considera «La niña de sus ojos» (Zacarías 2:8). Un pueblo   que no pudo ser aniquilado ni por los faraones egipcios, ni por la Roma Antigua, ni por la Alemania de Hitler, ni por los terroristas de Yasir Arafat.

Esto no es porque sean ambas naciones merecidas de ello, sino más bien, porque como  sabemos, los seres humanos y por ende, los líderes que gobiernan a muchas naciones, son sujetos a las bajas pasiones, el resentimiento oprimido, la envidia galopante que los corroe por  el éxito de los demás y por el egoísmo ideológico de ver en otros lo que su sistema político  no ha podido lograr. Como dice el reconocido refrán: «Nadie tira piedras al árbol que no da frutos».

Estas apreciaciones que hago, vienen dada por la actual campaña política que se lleva a cabo actualmente en los Estados Unidos, la ferocidad de la misma- algo nunca visto-  y el escenario en que se desenvuelve sus principales actores. Es obvio que se ha implementado una maquinaria para mantener el statu quo de un liberalismo degradante, funesto y peligroso para la integridad de los Estados Unidos, encabezado por los Carter,  los Obama, los Clinton, fieles discípulos de Saúl David Alinsky y  apoyados por    una prensa parcializada con la candidata mentirosa, tramposa y deshonesta de Hillary Diane Rodham Howell Clinton.

La estrategia de Sun Tzu

Si algo han aprendido bien los «Community Organizer» tanto los de adentro como los de afuera, es aplicar en su metodología propagandista y accionar para alcanzar el poder,  los conceptos y las estrategias del célebre filósofo, estratega militar y general chino Sun Tzu para ganar al enemigo y aplicar dicha metodología  en el campo político.

Sun Tzu fue un general chino nacido en el 544 a.C y estuvo al servicio del rey Helu de Wu. Su nombre se plasmó en la historia al ser el autor de «El arte de la guerra»  en el período chino conocido como el de los «Reinos Combatientes.»  La influencia de su tratado  ha sido tan grande, que miles de años después, las mismas se utilizan aún hoy en día en todo el mundo en campos tan diversos como la guerra, los negocios, la política y hasta en las actividades  deportivas.

Es posible que esté equivocado y ojalá sea así, pero tengo la presunción de que, a los Estados Unidos se le está debilitando desde adentro hacia fuera en todas sus estructuras sociales y políticas, por malos y traidores hijos de esta gran nación. Ese proceso comenzó con James Earl  «Jimmy»  Carter, continuó con William Jefferson «Bill» Clinton, se radicalizó con Barack Hussein II Obama Dunham, el más pusilánime, traidor, entreguista y timorato de todos los presidentes y se pretende seguir con la deleznable Hillary Diane Rodham Howell Clinton.

El afán de Barack Obama de antes de dejar la presidencia de apuntalar económica y avalar políticamente a la tiranía sangrienta, asesina y cruel de los Castro en Cuba, es el mejor ejemplo del plan trazado por estos traidores. Ha sido un gobernante amigo y protector de las naciones enemigas de los Estados Unidos, como ha sido en el caso de Irán y se ha hecho el «loco» ante los desmanes de la Rusia de Putin en Ucrania y en Siria. De la misma manera ha ignorado con desdén, la dictadura venezolana que está haciendo lo que le da la gana e irrespetando de manera soez a uno de los poderes del Estado.

El caballo de Troya

   De acuerdo al relato histórico que se  nos narra sobre «El caballo de Troya» y  que está contenido en «la Odisea de Homero», fue una especie de artilugio de la guerra que se usó para penetrar a la ciudad troyana, que había estado cercada por los griegos durante nueve años si que pudieran penetrar sus muros, cayendo  en esos intentos el famoso guerrero griego Aquiles en los combates  por  la toma de la ciudad.

Fue así que, ante tanto intentos a los griegos se les ocurrió inventar una estrategia militar que, a la postre, les dio el resultado tan anhelado: tomar la ciudad de Troya. Para eso, dejaron frente a su puerta un inmenso caballo de madera y ahuecado en su interior, en donde introdujeron a sus más aguerridos y expertos combatientes, los cuales, mientras los troyanos estaban en los brazos de Morfeo, salieron de su interior,  aniquilaron a los guardas de la muralla y abrieron la puerta  de la ciudad para su captura. A partir de entonces, el término «caballo de Troya» se utiliza para definir lo que podría ser un engaño destructivo con apariencia de agradable, pero que al final trae consecuencias muy graves.

Eso es lo justo que está pasando en los Estados Unidos con una inmigración ilegal, desordenada, continua y fuera de control, con la complacencia aviesa de los líderes del partido Demócrata, que no miden las consecuencias de ello con tal de llegar al poder. Se les está imponiendo a la sociedad norteamericana, el criterio desfasado, absurdo y carente de lógica, que eso debe ser visto como «algo bueno, normal e histórico», al parecer, con la creencia de que una nación formada por colonos inmigrantes de Inglaterra son hechos históricos, estáticos y deben repetirse.

Esta nación está viendo venir una avalancha de costumbres foráneas, ajenas a su idiosincrasia y propias del tercer mundo, que está socavando las columnas de la propia identidad norteamericana y es sumamente peligroso. No olvidemos que la destrucción del imperio de  la Roma Antigua, comenzó justamente con  la rebelión interna de los  inmigrantes a los que ellos llamaban «bárbaros». Roma ignoró el peligro y el resto ya es historia.

Es por eso que, ante la advertencia cruda, responsable y sin rodeos que ha hecho el candidato a la presidencia Donald  John Trump McLeod del peligro que representa este flagelo social para la propia existencia como nación de los Estados Unidos, se le ha atacado de manera agresiva, dura, soez, desbordante y, obviamente, con la anuencia de varios medios de prensa escrita, radial y televisiva como el influyente The New York Time, el  que ya está en manos de un mexicano como el mayor accionista: Carlos Slim Helú. Ni que decir de las cadenas televisivas como Univisión 41 y Telemundo 47 con un bombardeo continuo y sistemático sobre «las bondades» de la inmigración ilegal y tratando de promover un paternalismo patético e ilógico a favor de los ilegales.

Lo increíble de todo esto, es que esos mismo inmigrantes ilegales y los que luego obtienen los documentos que les  permiten vivir y disfrutar del sueño americano del cual ellos no ha sido sus forjadores, son los primeros que salen a denostar a esta nación, simpatizan con gobiernos enemigos de los Estados Unidos y no les brindan su respaldo ante cualquier coyuntura de política internacional.

Hasta ahora, no he visto a nadie que pueda demostrarme con hechos, que esta gran nación está en la obligación moral y el deber político de admitir en su suelo y disfrutar de las bondades de su gran democracia y sistema de vida, a todo aquel que huye de su país de origen, por el robo, la corrupción, la impunidad, la anarquía y el desorden que han hecho y hacen los líderes políticos a los cuales ellos eligen como gobernantes. Frente a los ingratos que vienen a esta nación y luego se convierten en sus peores enemigos, me viene al recuerdo la frase del teólogo y humanista Tomás Moro, célebre autor de «La Utopía» cuando dijo:

«Los hombres, cuando reciben un mal, lo escriben sobre un mármol; más si se trata de un bien, lo hacen en el polvo».

jpm

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
10 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios