Enseñanza de la literatura

imagen
La autora es docente en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Reside en Santo Domingo.

 

POR ANDREA TEANNI CUESTA

 

Ya para el 1973, Fernando Lázaro Carreter citado Por González Nieto (2011) se quejaba de la falta de interés de niños y jóvenes, por la literatura. Mientras que para otros, la lectura de obras literarias era un hábito de una reducida élite que disfrutaba de este gusto. Esto último no deja de ser cierto, pero es justo reconocer que, también, la educación estuvo reservada durante mucho tiempo para esta élite. Hoy día, bajo el entendido de que la educación no representa un privilegio sino un derecho surgen las siguientes interrogantes.

¿Es posible enseñar la literatura a una población masificada?  ¿Cómo se ha enseñado la literatura? ¿Desde qué edad enseñar literatura? ¿Cómo enseñarla en cada nivel? ¿Cómo ayudar a crear el hábito de lectura? ¿Cuáles estrategias implementar para la enseñanza de la literatura?  Y finalmente ¿La literatura para qué?

A juzgar por los resultados, como son  la falta de hábitos de lectura y el desdén de niños y jóvenes por  esta, en comparación con la adhesión a otros medios de información, se podría afirmar que  es difícil la enseñanza de la literatura. De aquí que las instituciones educativas mantengan el interés por encontrar aquellas estrategias que les permitan concretizar esa utopía, por un lado; y por otro, hay quienes se quedan solo en las lamentaciones.

 Frente a esta dicotomía Umberto Eco, citado por González Nieto; por ejemplo, llama a no tomar posturas apocalípticas, sino; aprovechar aquellas buenas obras que han sido llevadas al cine y la televisión y usarlas en favor de la enseñanza. Esa propuesta coadyuvaría, puesto que la tecnología de la información llega cada vez más a las masas. Otra manera de motivar sería las ferias de libros, ya sean nacional o internacional, general o regional; concursos, olimpiadas entre otros. En fin, formas de llegar a las mayorías.

Cómo ya se ha expuesto el fracaso, por llamarlo de algún modo, de la intención de los profesores en lograr  que los alumnos amen la literatura, y más aún, de que el hábito de lectura forme parte de sus vidas, cabe preguntarse ¿Cómo se ha enseñado la literatura a través del tiempo?

Durante la antigüedad clásica hasta el S. XVIII predomina el paradigma retórico en el que los grandes autores son modelos en cuyas obras el alumno debe aprender los secretos de invención, disposición y elocución para luego realizar una serie de ejercicios de composición.  

 A partir del S.XX  desde una perspectiva más democrática de la educación se enseña la literatura con un carácter historicista que comprende los autores, sus obras, movimientos entre otros.  En los últimos treinta años la forma de enseñar ha cambiado, se  revaloriza el comentario de texto, se proponen talleres literarios y se anima a la lectura. 

Por ejemplo, en la República Dominicana fue a partir de la reforma educativa de Pero Henríquez Ureña cuando al igual que José Enrique Rodó, en Latinoamérica crítica la visión historicista y propone los cambios de lugar.

Siempre ha sido difícil responder a la pregunta ¿desde cuándo es factible enseñar la literatura? A lo que las teorías del aprendizaje modernas han coadyuvado a responder. Se entiende que desde el útero ya el niño es sensible a los sonidos y en consecuencia los cantos y palabras de la madre los estimula y crea una predisposición hacia la misma. Luego del nacimiento,  cuando estos interpretan y construyen significados sobre las actuaciones de sus padres. Y en la educación formal en todos los niveles es importante trabajarla para lograr el gusto por ella.

Para enseñar la literatura en los diferentes niveles los maestros pueden usar diversas estrategias que van desde el nivel inicial hasta el medio. En el inicial; deben usarse narrativas, canciones, juegos etc. Además es importante usar un léxico cotidiano y que los textos sean elegidos por los propios alumnos. En el  básico o primario; los mismos más cartones animados, comic, historietas, cuentos, etc., En el medio, es importante el tipo de texto, debe investigarse sobre sus gustos, pero más aún el alumno debe sentir entusiasmo, identificación con la lectura.

Finalmente, la enseñanza de la literatura ha de seguir siendo un punto importante en la agenda educativa, los maestros no deben desmayar en su búsqueda de estrategias para los fines de un mejor proceso. Nunca la comunidad educativa debe soslayar el hecho de que la literatura es un medio de reproducción y construcción de ideología; que a pesar de su poca valoración de parte de muchos, siempre ha sido sabia para las revoluciones, siempre ha incidido en los cambios de paradigmas de las sociedades y siempre en pos del bien de las mismas.

 Y en términos personales ¿Para qué sirve la literatura? Pues para sensibilizar, para crear y conocer otros mundo, para ser mejores personas y como dice José Alcántara Almánzar en su ensayo ¿La literatura para qué? Pues  para exorcizar los demonios.

JPM

 

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
5 1 vota
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
1 Comment
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios
Del Villar Fraylan Apolinar
Del Villar Fraylan Apolinar
6 Años hace

Para sentirse involucrado en el que hacer diario de los movimientos sociales. Ya que la Literatura se vincula con las ideologías