En política la lealtad no solo es un disfraz
Por su nobleza el perro es el mejor amigo del hombre, pero si hipotéticamente este servil animal tuviese la facultad de ejercer la política en competencia con los humanos, sus mordeduras fuesen un gran problema de salud. Pocos dudan de que en los fueros del poder donde se libran las contiendas de la política la lealtad no solo es un disfraz, ni una máscara que disimula las mil caras de la ingratitud. En la historia universal un solo rostro simboliza la traición, Judas Iscariote. Él fue siempre el icono de la ingratitud hasta que un estudioso a profundidad de los hechos del pasado desenterró la verdad, buscó en las raíces escondidas las causas para luego escribir su obra, “Judas Iscariote el calumniado”, un texto en el que Juan Bosch remueve las razones de “por qué se originó la acusación de traidor contra Judas, y por qué se mantuvo durante más de dos mil años”. El domingo 10 de agosto asistí como invitado a un masivo acto en San Cristóbal en el cual se promovía la precandidatura presidencial del ingeniero Juan Temístocles Montás, hijo meritorio de esta comunidad. En la actividad varios dirigentes peledeístas hicieron uso de la palabra, entre ellos el ingeniero Rubén Darío Martínez Garcés como Coordinador provincial del proyecto y por el sector independiente mi hermano el doctor Adán Martínez, quien resaltó los valores personales de Temo y las virtudes de esa familia, cuyos padres sin recursos lograron hacer profesionales los diez miembros que distinguen los apellidos Montás Domínguez. Al salir del exitoso cónclave me dirigí a mi hogar y una persona me gritó “traidor”, no entendí el motivo del insulto hasta que advertí que en mi cabeza lucía una gorra con la inscripción “Temo presidente 2016”. No ignoro que el método al que recurren los que no quieren argumentar ni indagar las causas verdaderas de los fenómenos sociales ni de los comportamientos de las personas es acusar de traidor a quienes tienen puntos de vista disidentes, “cállate traidor”, como si el mismo Judas no tuviese derecho a la palabra. En el marco de su intolerancia son desleales al jefe los soldados que entendiendo que si no se diferencian con el esfuerzo constante de su trabajo estarán siempre a la sombra de un General que no promueve el ascenso reglamentario y que ocultando la historia de quienes auspiciaron su descomunal ascenso en la política, se promueve en secreto la descalificación de compañeros hasta ayer fieles, solo porque decidieron encontrar los senderos para llegar al solio estatal en base a sus propias aspiraciones. Busquen la verdad escondida, remóntense al ayer de ese partido, sigan los pasos de Danilo Medina y Temo en la historia sin noche del PLD y la veracidad brotará de las profundidades como un corcho sumergido en el fondo del mar. Entonces se descubrirá que no solo Judas es el calumniado. Los hechos históricos hablan sin necesidad de intermediarios. En una información publicada por el vespertino El Nacional el martes 17 de abril de 2007, redactada por Arístides Reyes se lee: “El precandidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Licenciado Danilo Medina, afirmó hoy que el presidente Leonel Fernández usa “descaradamente” los recursos del Estado y ofrece contratas a los adversarios internos”. Una semana después, Danilo asiste al programa Uno + Uno de Juan Bolívar Díaz, donde agrega: “Reparte furgones de comida, varilla y zinc… mi equipo de campaña tiene firmado los furgones distribuyendo los alimentos, así como otras formas “burdas” de usar los recursos del Estado en favor de su reelección”, concluye Danilo. Por eso, en la noche del domingo 6 de mayo del 2007, cuando se le anunció su derrota en la contienda interna de su partido, Danilo dijo con un pesar rubricado en la historia con tinta imborrable, “El Estado me venció”. Se podría interpretar que esa forma de lucha para derrotar a un compañero es deslealtad y que en tal ámbito otros pudieran pensar que la amistad es otro disfraz. En un enfoque realista, de los precandidatos del PLD Temo es uno de los que tiene plataforma de contenido ideológico y programático. Es un dirigente con diáfana trayectoria de más de 40 años siendo miembro del Comité Central del PLD, y otros tantos del Comité Político. Al escuchar sus discursos se nota que sus ideas son claras y directas. Montás habla de alternabilidad y de democracia con contenido social, más allá de las simples libertades. Además, sin temor expresa abiertamente que el PLD es “un partido de líderes no de un líder”, al tiempo que al valorar la nueva coyuntura política estima los peligros de volver sobre un solo candidato. Esa es su deslealtad para los que quisieran continuar con el “vuelve y vuelve el león”. Para el general norteamericano George Patton -héroe de la Segunda Guerra Mundial- «Hay mucho que hablar sobre la lealtad de los inferiores hacia sus superiores. La lealtad de arriba hacia abajo es aún más necesaria y mucho menos frecuente. Una de las características más abundantemente de los grandes hombres es la lealtad a sus subordinados.» Es decir, que debemos medir la gratitud de arriba hacia abajo y no exclusivamente al revés. Para que un presidente llegue a ocupar la silla decenas de miles de dirigentes y estrategas del partido les hacen el trabajo, si luego resultan nombrados en el gabinete es una recompensa al esfuerzo y no una dádiva para que los de abajo agradezcan ese premio, como suelen plantear los acólitos que escriben lisonjas al líder. El sentido de gratitud no es un cobro de favores prestado, es un noble sentimiento expresado en la honestidad que rinde homenaje a la amistad. Albert Einstein afirma que, “Muchas veces, a lo largo de un mismo día, me doy cuenta que mi propia vida y sus logros se han construido gracias al trabajo de las personas que me rodean. También comprendo, con cuanta seriedad debo esforzarme para darles, en correspondencia, tanto como he recibido”. Es una pena que en la política estas bellas lecciones no se practiquen frecuentemente. Terminemos con los torpes calificativos de Judas en contra de quienes saben que todavía la democracia del pan no ha llegado a República Dominicana. Ojalá con el tiempo desaparezca el disfraz y se aprecie con nitidez la lealtad. Como los perros que siempre son fieles a menos que se le acose o maltrate injustamente, porque entonces muerden a su amo.