El verdadero propósito navideño
Por: TEODORO REYES TORRES
Es el inevitable paso del tiempo que asociado a sus naturales e incesantes cambios lo transforma todo, que sitúa a cada cosa justamente en la dimensión que le corresponde. En particular, sus diferentes efectos se hacen visibles en la evolución de cada ciclo de vida en la tierra.
El tiempo es activo y pasivo, factor esencial que determina nuestras vidas cada vez que añade y sustrae los años de la cuenta corriente de nuestra breve existencia.
Consciente de ello, y con el sano propósito de equilibrar nuestras realidades, el colectivo humano ha establecido a través de los siglos, la tradición mundial que a todos nos congrega e identifica con el término de cada año como el periodo de tregua propicio para la reflexión y la planificación personal.
De ahí que los hombres y las mujeres emprendedores entiendan que el manejo responsable y prudente de sus valiosos proyectos, tarde o temprano les proporcionaría los pretendidos beneficios materiales y espirituales por los persevera.
De igual manera, las personas que trabajan con empeño en la construcción de un mejor porvenir, en cada tramo alcanzado en la correcta dirección hacia sus metas, hallaran la merecida recompensa que al final premiará sus esfuerzos extraordinarios.
Y los seres admirables que en cualquier parte del mundo prodigan voluntariamente sus buenas acciones en beneficios de los demás, encontrarán la satisfacción que persiguen en la oportuna realización de las generosas obras que desarrollan y promueven.
Porque solo los hombres y las mujeres nobles tienen la sorprendente virtud de descubrir en las pequeñas cosas, los más grandes motivos que dan verdadero sentido a sus desprendidas vidas.
Compañeros/as, aunque sea por costumbre deseemos que la navidad y el próximo año 2016 irrumpan repletos de alegría, de paz y prosperidad para todos. ¡Felices fiestas, feliz año nuevo!.