El PRM atrapado en el mismo desatino del PLD

Decía el célebre Miguel de Cervantes, que para una persona es una locura o un gran desatino, contar las faltas ajenas, teniendo tanto que decir de las suyas. Es decir, que es un desatino teniendo de vidrio nuestro techo, lanzarle piedra al tejado ajeno.
 
            El PRM, segunda fuerza política en RD, y que deberá ser el centro alrededor del cual toda la oposición tendrá que articularse para el torneo electoral del 2020, si es que tiene ésta (la oposición en sentido general), vocación de poder, continua cometiendo los mismos desatinos que comete su principal adversario (el PLD), con la diferencia, que al que éste (PRM), dirige sus críticas, está en el poder,  y el PRM en la oposición.
 
            Una de las críticas, no solo del PRM, sino de la propia sociedad civil hacia el PLD, es su falta de democracia interna, pues presenta una dirección (en el Comité Político), que tiene años que no se somete al escrutinio de las bases de esa organización política (salvo para escoger el Comité Central), lo que ciertamente coloca en tela de juicio la democracia interna del mismo.
 
 El fundamento de esta censura estriba, en el hecho de que los señores Leonel Fernández y Reinaldo Pared Pérez, tienen ocupando, sin someterse al escrutinio de  unas primarias internas, más de 17 años en las mismas posiciones de dirección (Presidente y Secretario General respectivamente del PLD),  y contando. Sí, esos  mismos, que se autodenominan como grandes exponentes de la Democracia. 
 
Pero como si fuera poco lo anterior, los miembros más antiguos del Comité Político, para no reemplazar a nadie, pues están allí al parecer por heredad, lo que hicieron fue aumentar su matrícula con diez nuevos miembros, es decir, pasaron de ser veinte y cinco miembros a treinta y cinco, dejando intactos los veinte y cinco, y sin que su permanencia allí fuera sometida al escrutinio de sus miembros para su confirmación o reemplazo por medio de una contienda interna.
 
Bueno, pues el PRM no se constituye en la excepción a los desatinos partidarios (de grandes y pequeños), todo lo contrario, ha decidió cocerse en una salsa que es el condimento de sus propias aberraciones.
 
Este partido, a pesar que su presidente y su vocero en la Cámara de Diputados están encartados en el caso Odebrecht, que ciertamente están revestidos de un estado jurídico axiomático transitorio como lo es la presunción de inocencia, hasta que una sentencia irrevocable (firme), declare su responsabilidad penal, no solo no le han pedido, por respeto a la sociedad y sus miembros, que cesen en sus funciones hasta que culminen sus procesos en curso, sino que los han confirmado en ambas funciones.
 
Es decir, que no importa que sean indiciados, sindicados, señalados o imputados como autores y/o cómplices de infracciones penales tan graves como el cohecho, corrupción y lavado de activos, por encima de esas imputaciones, el partido los mantendrá en sus puestos, dejando abierta, al parecer, solo su remoción, si son declarados culpables en sus respectivos procesos.
 
Mientras la sociedad  esperaba que esa organización enviara un mensaje claro y contundente (como decía el fenecido Junior Palma), de estar inscrito en una lucha  real y efectiva contra el flagelo de la corrupción y la impunidad, contrario a esto, al igual que el PLD, se destapa en un acto público la dirección de ese partido, ratificando frente a decenas de sus militantes, su apoyo a los dirigentes perremeístas implicados en el caso Odebrecht.
 
Un encuentro vespertino aprovechado por la dirección de ese partido, para promover entre sus militantes, que de lo que se trata es de un vil atropello del Gobierno peledeista en contra de sus dirigentes involucrados en la trama de soborno de la empresa Odebrecht, y que estos solo han sido víctimas de una persecución  política que lo que busca es destruir el único partido que podría desplazar del poder al PLD en el 2020. Que esas imputaciones solo son el resultado de la búsqueda de un objetivo, el cual es desacreditar esa organización política ante la sociedad dominicana.
 
Los señores Félix Bautista y Víctor Díaz Rúa, Secretario General y de Finanzas respectivamente del PLD, ambos fueron imputados de actos reñidos con la ley en su momento, pero que fueron beneficiados con un Auto de No ha Lugar y un archivamiento definitivo respectivamente en los procesos que enfrentaban, con los que sus casos culminaron definitivamente (se cerraron), y pese a ello, nunca fueron suspendidos por su organización, a pesar que se oyeron voces dentro del PLD, que pedían su suspensión y cese de sus funciones hasta que culminaran sus respectivos procesos judiciales.
 
Visto lo anterior, parece que el PRM ha decidido seguir la praxis del PLD, es decir, no solo confirmó como vocero recientemente en la Cámara de Diputados al Sr. Alfredo Pacheco, sino que ahora pretende, como si poco le importara la opinión pública, y la percepción que de esa práctica tiene una buena parte de la colectividad, confirmar en la presidencia del partido al Sr. Andrés Bautista, lo que termina confirmando que existe muy poca diferenciación entre los partidos mayoritarios en sus práctica cotidiana.
 
Lo cierto es que, tanto Félix Bautista, Víctor Díaz Rúa, Alfredo Pacheco y Andrés Bautista, ninguno ha sido condenado en sus respectivos procesos judiciales que han enfrentado, pero aún así, lo que espera la mayoría, es que los partidos, por un asunto de ética y de un ejercicio de liderazgo con responsabilidad, una vez cualquiera de sus miembros es señalado como autor y/o cómplice de una infracción penal (Socialmente muy grave), lo menos que debe hacer, sobre todo si es miembro de su dirección, es suspenderlo de sus funciones, hasta tanto culmine su proceso judicial.  
JPM
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