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El modelo norteamericano
EL AUTOR es politólogo y profesor universitario. Reside en Santo Domingo.
La crisis interna que sacude el Partido de la Liberación Dominicana por el intento de reformar la Constitución para darle la oportunidad al presidente Danilo Medina de que pueda permanecer cuatro años más en la »silla de alfileres», ha puesto de moda el que se escriba sobre el modelo norteamericano: dos períodos consecutivos y nunca más.
Sólo que algunos de los expositores han obviado el origen histórico de este modelo, el cual no obedeció a ningún mandato constitucional, sino que se fundamentó en una carta de despedida que hiciera pública el primer presidente de los Estados Unidos George Washington el 17 de septiembre del año 1796.
Después de recibir la propuesta de sus conciudadanos para que agotase un tercer mandato, incluso, algunos le propusieron que estableciera un reinado al estilo francés, ese ilustre americano, que si bien no tenía las luces intelectuales de un Thomas Jefferson, tuvo la preclara visión de establecer normas de conducta en el arte de gobernar, que persistieron como costumbre y no como ley. Los historiadores están contestes en que esa carta constituyó su verdadero testamento político, donde fue un acerbo crítico de las ambiciones desmedidas por el poder y no guardó las apariencias para criticar a los partidos políticos.
¿ Y qué estableció Washington en ese documento histórico ?:»Si el pueblo encuentra viciosa la distribución de los poderes y desea hacer modificaciones, dejad que la corrección se haga tal y como lo establece la constitución» y añadió:» jamás debe hacerse la reforma por medios ilegales, ni por usurpación, que aunque pretendan el bien, destruyen a los gobiernos…»
El modelo de los dos períodos se hizo costumbre y solamente se rompió con el caso excepcional del presidente Franklin Delano Roosevelt, quien aplicó las políticas económicas de John Maynard Keynes, para salvar no solamente a los Estados Unidos, sino el sistema capitalista en la famosa depresión de 1929, por lo que el pueblo le otorgó 4 períodos de gobierno, aunque no terminó el último, pues murió el 12 de abril de 1945. Otro caso excepcional, fue el de Stephen Grover Cleveland, el único presidente que volvió a la casa blanca, después de haber gobernado. El pueblo olvidó la costumbre de Washington y premió su honestidad.
La enmienda para los dos períodos se hizo en el año de 1951. Todo lo anterior fue respeto y veneración a uno de los hombres más ilustres y desprendido de su época. Washington fue un respetuoso del imperio de la ley y nunca ocultó su temor a las facciones por su carácter anárquico y desorientador.
Estas reflexiones en la carta de Washington lo retratan de cuerpo entero: »La religión y la moral son apoyos necesarios para fomentar las disposiciones y costumbres que conducen a la prosperidad de los Estados. En vano se hace llamar patriota el que intente derribar esas dos grandes columnas de la felicidad humana».
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