El maratón de Nueva York, reflejo de lo mejor de una ciudad sin parangón
El Maratón de Nueva York, la carrera popular más famosa y multitudinaria del planeta, muestra lo mejor de una ciudad sin parangón cuando miles de personas salen a celebrar sus sueños por sus calles en un día que se convierte en motivo de inspiración para todo el mundo.
En estos términos se ha expresado hoy la presidenta y directora ejecutiva de Nueva York Road Runners y directora de la prueba, Mary Wittenberg, que se encuentra en Oviedo para recibir el próximo viernes Premio Príncipe de los Deportes 2014.
El Maratón de Nueva York fue galardonado por constituir la máxima expresión de deporte, colaboración ciudadana y espíritu solidario al haberse convertido, desde su fundación en 1970, en la prueba popular que mejor simboliza la convivencia entre deporte aficionado y profesional, con más de 50.000 participantes en su última edición.
Acompañada por el presidente del Consejo de Nueva York Road Runners y miembro del equipo fundador de la prueba, George Hirsch, y de la atleta Tegla Loroupe, que en 1994 se convirtió en la primera mujer africana en ganar la prueba, Wittenberg ha mostrado en rueda de prensa el orgullo y satisfacción que ha supuesto recibir este galardón.
De hecho, ha afirmado que presentarán el premio en Nueva York antes de la celebración de la prueba de este año, el próximo 2 de noviembre, al tratarse de una distinción que da mayor prestigio a la prueba y reconoce a los millones de corredores que han participado.
Wittenberg, atleta aficionada en su juventud, ha advertido que su intención es que el maratón de Nueva York tenga cada vez más impacto y repercusión, que incorpore edición tras edición novedades que lo mantengan fresco y que piense en los corredores de la ciudad e internacionales, «que es donde radica la magia del maratón».
Tras afirmar que Nueva York es «una ciudad sin parangón y con muchísima fuerza» y un punto de encuentro de personas de todo el mundo, Hirsch ha señalado que gracias al primer maratón que organizó por todos sus distritos, hoy todas las grandes urbes del mundo disputan el suyo.
Además, ha recordado que, con un Nueva York a punto de entrar en quiebra y con un alto nivel de violencia y criminalidad, la realización de esta prueba ayudó a elevar el espíritu de la ciudad.
«Nunca pensamos que iba a repetirse o que iba a durar más de cuarenta años», ha afirmado antes de señalar que en las 43 ediciones celebradas hasta hoy, el momento más duro fue cuando en 2012 se suspendió por los daños que el huracán «Sandy» provocó en la ciudad.
Por contra, ha afirmado que la mejor imagen es la de la cara de los corredores que llegan a la meta, un momento que considera inspirador por el logro que supone para esas personas.
Para Wittenberg, el mejor momento lo vivió siete semanas después de los atentados del 11-S, en 2001, al ver a miles de personas dispuestas a correr «con la mano en el corazón» mientras que, para Loroupe, fue el año en que ganó el maratón.
Con motivo de la entrega de este premio, Gijón acogerá el próximo 25 de octubre la primera carrera popular «La gran manzana», una iniciativa organizada por la Fundación Príncipe de Asturias con motivo de la concesión del Premio al Maratón de Nueva York.
Wittenberg, será la encargada de dar la salida y participará en esta carrera junto al presidente del Consejo de Nueva York Road Runners y miembro del equipo fundador del Maratón de Nueva York, George Hirsch.
La prueba, que no tendrá carácter competitivo y nace con vocación de continuidad, se disputará un día después de que los responsables de la carrera neoyorquina recojan en el Teatro Campoamor de Oviedo el galardón de manos del rey Felipe VI en la que será su primera ceremonia de entrega de los premios como Jefe del Estado.
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