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El gran éxito del plan de regularización
Se está demostrando que el plan de regularización de extranjeros indocumentados y de los hijos de haitianos nacidos aquí, ha sido tremendo éxito. La cantidad de 350 mil haitianos y otros extranjeros regularizados en un relativo breve plazo, para un país pequeño como el nuestro y los limitados recursos que posee, significa un hito… una proeza.
Lo que se ha hecho en República Dominicana es lo que se debería hacer en cualquier país que quiera poner en orden su situación migratoria. Pero aunque se ha hecho una excelente labor, hasta ahora, lo ideal sería que a este accionar se le de continuidad perpetua, porque de lo contrario esto no tendría sentido.
Lo que debe venir luego de que se logre el objetivo de regular la inmigración, es un arduo trabajo que fortalezca contundentemente la seguridad fronteriza, conjuntamente con lo institucional. De manera que se le pueda dar seguimiento perenne al control absoluto de la entrada de viajeros comunes y de los inmigrantes.
Hay que tomar conciencia que nuestro país no es uno que pueda asumir mano de obra inmigrante, porque no tenemos necesidad de trabajadores extranjeros, ya que aquí hay suficiente mano de obra ociosa que necesita ser empleada y eso hay que asumirlo como una prioridad nacional. De manera que tanto el gobierno como la clase empresarial deben prestar seria atención a esa prioridad, vital para nuestro desarrollo.
No es correcto y si antinacional, que los empresarios con tal de ganarse unos cuantos millones más, continúen con la dañina práctica de preferir mano de obra súper barata sin importarles el daño colateral que le producen a la nación con ese accionar oportunista y antipatriótico. Por favor, dejemos de ser tan ambiciosos y pensemos más en los intereses nacionales, contribuyendo con nuestro desarrollo.
Entre tanto, con respecto a las criticas a nuestro proceso de regularización, no debemos dejar que eso nos saque de quicio, por lo que debemos seguir adelante con nuestro proyecto de resolver nuestros problemas migratorios, pues somos nosotros los que sabemos cual es el alcance del problema y que tenemos que hacer para resolverlo. A los extranjeros que se encarguen de solucionar sus propios problemas.
Los Estados Unidos deberían de armarse de esa voluntad mostrada por el gobierno dominicano, para que regularicen a los millones de indocumentados que deambulan por su nación y si quieren luego o conjuntamente, pueden construir los muros que deseen para controlar sus fronteras, ya que esa es su nación y tienen todo el derecho a controlar su inmigración como a ellos les plazca. Así como nosotros podemos hacerlo, sin que nadie nos lo pueda prohibir.