El dilema del Presupuesto General del Estado

La Ley Orgánica de Presupuesto para el Sector Público No. 423-06 de la República Dominicana establece en su Capítulo II, “Formulación Presupuestal Anual”, que el Ministerio de Hacienda a través de la Dirección General de Presupuesto (DIGESPRES) debe seguir el  protocolo estricto para su elaboración y formulación que estipula dicha ley.

En razón de que dicho protocolo es irrespetado continuamente por las autoridades gubernamentales es precisamente por ello que se critica acremente el  que no haya transparencia presupuestal en la nación dominicana.

No solo hay falta de transparencia presupuestal cuando no se informa oportuna y adecuadamente a los agentes económicos y público en general sobre la captación de los ingresos y uso de los recursos financieros del Estado.

No, también hay falta de transparencia, cuando se viola la Ley Orgánica de Presupuesto General del Estado y la constitución de la República Dominicana.

De ahí que también, se irrespeta la Ley Orgánica de Presupuesto y la Constitución de la República cuando se aplican recursos de financiamientos no conocidos y aprobados por el Congreso Nacional.

No solo puede haber avance en materia de transparencia presupuestal cuando se informa que se participa en actividades nacionales e internacionales sobre materia presupuestal cuando no se aplican las normas y técnicas presupuestales modernas o no se ha llegado aplicar el presupuesto por resultados y sobre todo cuando se irrespetan las leyes dominicanas.

Aunque no haya aun una ley de responsabilidad fiscal en el país, mediante la cual se establezcan los topes de endeudamiento que permita a la nación manejarse sin sobresaltos financieros, pero si se actúa con criterios serios y responsables de endeudamiento se administrara el país a favor siempre del bienestar de las grandes mayorías.

No es un secreto que el estado de cosas informales y desorganizadas que hoy impera en la República Dominicana se mantiene ya que dicho caos favorece a un determinado sector de poder del país.

Mientras más analfabetos, mientras más desorganización, falta de institucionalidad e irrespeto a las leyes, mayores planes macabros se tejerán en contra del pueblo más vulnerable.

Se dice que en política se hace lo que conviene,  pero ir en contra de una población hambrienta de alimentos, de justicia y oportunidades es tener sentimientos misántropos o inhumanos.

Es menester recordar, que en marzo del presente año, se realizó la recompra de la deuda de PetroCaribe por unos US$1,330 millones, al aplicarse la operación de manejo de pasivo, que no es más que cambiar una deuda por otra.

Al respecto se sostuvo que era preferible utilizar dichos recursos obtenidos de la emisión de bonos para que se aplicara a favor del pueblo desposeído y no recomprar dicha deuda al  gobierno venezolano, carente de liquidez y otras necesidades, producto de su mala gestión gubernamental.

Mientras la deuda externa del sector público no financiero bajó en  US$1,330 millones durante el mes de marzo, en el segundo semestre del año ha vuelto aumentar al crecer US$872.4 millones hasta situarse la deuda pública al 30 de junio en US$15,617.0 millones.

Lo cual decreta un retorno del país de forma rauda y veloz a los niveles de endeudamiento externo que registraba antes de la recompra de la deuda ante PetroCaribe.

Solo que esta nueva deuda externa sustituta es mucho más cara para el país que la deuda con Venezuela.

Según la Dirección de Crédito  Publico (DCP) Al 30 de junio de 2015 la deuda pública total del sector público no financiero (sin la deuda del Banco Central) ascendió a US$23,739.7 millones (deuda interna y externa) equivalente al 36.5% del Producto Interno Bruto (PIB).

Y a marzo ascendía a US$22,635.1 millones equivalente a 34.5% lo que significa que en tres meses la deuda pública aumentó en dos puntos porcentuales del PIB, violando los niveles de endeudamiento correspondientes al presente año pues generan déficits para ser cubiertos con deuda no registradas en DCP.

De manera que la manoseada trasparencia presupuestaria no existe en el país pues el presupuesto es maquillado constantemente, mediante  fundamentos de la contabilidad creativa, a los fines de no presentar la realidad presupuestaria y así pregonar que la nación dominicana se coloca ya en los umbrales de la modernización y transparencia presupuestal.

De igual forma no se cumplen los topes relativos a la planificación del presupuesto ya que para el 15 de julio de cada año la Dirección General de Presupuesto debe tener los lineamientos, normas e instructivos para la formulación de los anteproyectos de presupuestos de los organismos del Estado para ser conocidos por el Consejo de Ministros o Consejo Nacional de Desarrollo y remitir un avance del mismo al Congreso Nacional.

El Anteproyecto del Presupuesto General del Estado será elevado por la Dirección General de Presupuesto al Ministro de Hacienda y este a su vez lo presentará al Consejo Nacional de Desarrollo o Consejo de Ministros, para su aprobación definitiva y presentarse al Congreso Nacional a más tardar el primero (01) de octubre de cada año (Ley 423-06).

De manera que la historia presupuestal de la República Dominicana se repite en los últimos años en la que se violan las leyes del país y así esconder la realidad de la realidad o como dicen los historiógrafos la causa de la causa.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com 

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