«El día que los Jackson me cayeron encima»; cuentos de Carmen Mata

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Por MIRIAM VENTURA

WESTCHESTER, Nueva York.- No siempre la vulgaridad es parte de lo cómico, pero lo cierto es que muchas veces es lo que la salva. Debemos antes que nada definir el término, para poner en cierto lugar ingrato  a quienes han sugerido que los textos de una escritora dominicana del Alto Manhattan  rayan en la “vulgaridad” llegando incluso a excluirla en ciertos “contubernios” antológicos.

La vulgaridad es definida como  algo común, sin novedad u originalidad. La gente habla de palabras “vulgares” de personas plebeyas, de frases vulgares. Tal vez debemos hablar de confusion al respect.

Decidí detenerme en la pequeña colección de cuentos titulados “El día que los Jackson me cayeron encima” de Carmen Mata, publicado por la Editora UASD y bajo el auspicio del Comisionado dominicano de cultura en NY y con un prologo de Héctor Miolán, que no le hace justiciar al libro.

El “praefari” de Héctor Miolán

Miriam Ventura, escritora dominicana residente en los Estados Unidos.

Parafraseando a la escritora Audre Lorde, lo erótico, lo individual es un derecho. Parafraseando a Camila Paglia, lo sexual es daemonico, o daemonicus, misterioso y no siempre podemos nombrarlo. En el prologo de un libro que utiliza el erotismo y la sexualidad de una forma genial y graciosa, (positivamente hablando),Héctor Miolán, el “praefarista” por poco arruina al libro antes de abrirlo un lector, invocando a su -no lectura-.

Refiriéndose a la escritora no como tal, sino como “cuentista” en forma reduccionista, que no es justo ni para los cuentistas ni para la autora Carmen Mata. Defendiéndola de puntos que el mismo Miolan levanta, llevándose el protagonismo del libro como el “game-master” del ajedrez literario, el que produce el jaque y el mate.

Es decir que si el fuera abogado de la autora hubiese sido mejor para ella prescindir de sus servicios. Ejemplo: Se refiere a una “ilusión de ilusión” que derrumba a  Carmen Mata en su libro “cuando los Jackson me cayeron encima” y esto facilmente puede interpretarse como una historia fallida de la realidad.

Se refiere indirectamente a supuestos críticos de Mata, a quienes tilda como indecentes yuxtaponiendo un argumento innecesario para un prologo, haciéndola a ella parecer la indecente y peor aún muestra un espectro negativo de Nueva York (terrorífico) a la vez reduciendo intelectualmente el género a (masculino-femenino) y su arcoiris dentro de ambos, insultando la ciudad NY, una de las mas pro LGBT de Estados Unidos, todo bajo el manto de su propia arrogancia, la de “saberlo todo”.

Colocando al mismo nivel el feminismo y el machismo como si fueran males comunes, -que no lo son-. Si un feminismo, es difuncional, no significa que es lo mismo que el machismo o el sexismo.

El prologo es excelente para hundir a la autora, fue planificado, que el prologista no tratara con respeto el concepto de la buena comedia, el buen humor en literatura, o sencillamente el prologista es un ignorante en estos menesteres?

El “praefari” del señor Miolán falla introduciendo ineficientemente una obra que trae risas, alegría, reflexión y sentido del humor en unos cuentos sencillamente narrados sin aspavientos literarios de gran voz, de grande obra. Una voz humilde, pero interesantemente, aguda, narra  las historias de “El d ía que los Jackson me cayeron encima”

Miriam Ventura, autora del presente artículo.

Este prologo es otro ejercicio de ego intellectual enfermo que blande ideas confusas sobre el sexo, la narrativa y la mujer para justificarse a si mismo con una escritora como estandarte. Mas que indecencia y vulgaridad, lo que sí noto en los cuentos que integran la pequeña colección de Mata, es la comicidad erótica y en muchos casos sexista que se respira  en los personajes a lo largo de los cuentos seleccionados para este comentario de libro. Encuentro en ellos  un erotismo de la calle, ese erotismo del ser común, de la gente de los barrios, de los pueblos, del hablante innato.

Un erotismo, un sexismo y una sexualidad no intelectualizada, eso sí. Y encanta la apuesta erótica y de morbo a la cual se lanza desde sus narraciones Carmen Mata, y sin aviso previo.

Hablemos de sexo, sin ruborizarnos

Los romanos se burlaban del sexo. La historia registra bromas pesadas sobre sexo desde la época romana sin que se tuviera que tomar cursos de “Sexual Harassment”. Intentaran o no hacer literatura

Hacer reir a los demás en una obra narrative, vinculada a esta tematica requiere desdoblamientos y es un poder y un dón.

Lo poltíco basado en su definicion griega es “asuntos de ciudad” lo que los griegos entendian por ciudad, es decir “polis”, en este caso se puede usar como una nación , o una isla, o una nación dentro de otra polis, por ejemplo la media isla  (RD) también es un polis, como lo es Estados Unidos.

Alguien que vive y narra desde cualquiera de estos polis, esta haciendo o teniendo sentido político en su narrar. Ejemplo, “Si ves algo, dí algo” o el propio cuento que titula el libro.

El libro de Carmen Mata es una comedia; una comedia entre varios polis: La ciudad de NY con todos sus entornos y la RD, con toda la memoria que la autora trae desde y donde  recrea, crea y desarrolla sus personajes.

Pero no es una comedia simple tipificable, ni es algo para hacer un “jaja”, la suya es una comedia escrita con esa cierta “vulgaridad” necesaria y hasta jusfificada, la del hablante nuestro porque su misión es producir un auto-sorna dentro de una narrativa, una comedia “avant-garde”, pocas veces vista en la literatura dominicana, literatura que sostengo, en la mayoria de sus autores, incluyendo muchos de la generación de los ochenta, es aburrida, con excepciones de lujo, (el poeta Tomas Castro), por ejemplo y su “Amor a quema ropa”.

Ahora bien la narrativa de Carmen Mata la podemos inscribir en un humor de avant-garde, aunque no espefícamente dentro del contexto de una “Alicia en el país de las maravillas”, pero si en un humor dadaista, situado, no en la centuria veinte, sino en plena época mileniana, en los barrios de NY y del pais de sus memorias como inmigrante -República Dominicana-.

Ejemplos: “La mujer de la Z”, es objeto de comedia en si misma, la narración,se acerca al realismo, nos retrotrae a una costumbre muy arraigada entre los dominicanos la de los apodos, otro mejor ejemplo “El día que a Nicanor le apagaron los bombillos” convirtiéndolo en “Nicanor el tuerto”. Ella cuenta sus historias de la forma mas simple y con efectos humorísticos contundentes.

Ese palelismo entre bombillo, brecheo, sexo y ojos son elementos de genialidad cómica  (Comedic genius).

En “ La bruja de los siete cueros” nos coloca frente al mundo de los misterios, corporales, culturales y espirituales. Estos y otros cuentos con sus implicaciones que van desde el humor, la comedia, el sexo, el voyeurismo, están muy bien logrados. Respecto a Carmen Mata debíamos pensar de ahora en una narrativa dadaista con sentido cómico y quien la produce en el barrio dominicano de NY, es ella.

Alinear tantos objetos ilógicos para producir hilaridad en un conexo secuencial da como resultado, la risa.

Convence la eroticidad y el “retorcimiento” cómico con que la autora narra sus historias. Una erótica de lo cómico, de lo “aparentemente” vulgar, no decente, en el ser dominicano. Lo intento con gran éxito Junot Díaz, si, pero no en toda la narrativa de Díaz, el uso de esa llamada “vulgaridad”, produjo comedia.

Esta es la diferencia entre nuestro Premio Pulizer y  nuestra Carmen Mata.

Díaz produjo flechazos críticos del “ser dominicano” es decir su sentido del humor era mas bien un camino para llegar a una crtíca social y/o identitaria, como meta, utilizando las plataforma del “crea mundo” (World Building) frecuentemente usada en la literatura fantastica, como las novelas gráficas, los juegos de video, el genero mangas, etc.

El caso de Carmen Mata es más refescante aún y choca en lo auténtico, porque ella no usa estas plataformas, que tan eficientemente utiliza Junot Díaz, casi me aventuro a afirmar que no le son tan familiares…pero están ahí, en su manera de hacer humor, y contar, en su contar con comicidad. Su logro es mayor entonces. Tal vez debemos hablar del subconciente de la escritora. O sencillamente el mundo narrado por ella, el mundo de los dominicanos donde quiera que se encuentren es Fantastico!

Es mas en algunos de los cuentos de Carmen Mata, podemos encontrarnos con recursos como el “Cliff Hanger”, especialmente en el cuento que da el tíulo al libro “El día que los Jackson me cayeron encima”, ella deja en ascuas la resolución o final del conflicto en la narración

La selección de cuentos “El día que los Jackson me cayeron encima”,  merece mas atención, y por qué no, también más revisión, si fuera posible futuras reediciones.

Los editores debieron cuidar algunos detalles, no solo en el cuerpo de los textos (acentuación otros)  sino también en la portada. Los detalles innecesarios, pocos creativos dispersan el peso de cualquier obra.

Esta colección de Carmen Mata, es una propuesta de humor y comicidad válida, serena y digna. Los textos de Mata son el ejemplo de una “literatura hablada” y bien sostenida. La autora nos recuerda  en su manera de narrar y/o transcribir lo dicho por sus personajes, que cuando en la comedia, el humor el objeto es la literatura, merece una lectura distinta a otras maneras de contar. Los cuentos seleccionados para este “comentario de libro” me acercaron a lo visto y vivido por los romanos respecto al sexo; es decir el sexo es un regalo de los dioses y cualquier literatura con esta tematica debe reflejarlo. Carmen Mata lo logra!

Notas y título de los cuentos seleccionados por la autora de este comentario

Editora Universitaria -UASD-

Ediciones del Comisionado de Cultura

Santo Domingo, 2013

Autora Carmen Mata

Cuentos base para este comentario de libros:

“Por culpa de la Z”

“De cómo a Nicanor le apagaron los bombillos”

“La bruja de los siete cueros”

“Si ves algo dí algo”

“El día que los Jackson me cayeron encima”

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