El Cibao se queda sin pelota
POR HORACIO NOLASCO
Por vez primera desde la temporada de 1991-92 y primera ocasiòn desde la llegada de los Gigantes del Cibao a la LIDOM (1996) la Regiòn del Cibao se quedarà sin pelota en la postemporada.
Los ùltimos tres años han sido cìclicos en cuanto a la eliminaciòn regional en nuestra liga. En el 2013-14 se quedaron fuera los Toros y Las Estrellas. El año pasado por vez primera en su historia los Tigres y Leones quedaron fuera de la semifinal (considerando que desde 1951 hasta 1983-84 clasificaban tres de cuatro equipos). Este año le correspondiò a los cibaeños quedarse fuera del Todos contra Todos.
Al iniciar el torneo se entendìa que estos dos conjuntos alcanzarìan la postemporada. Los Gigantes ganaron su primer campeonato y las Àguilas habìa sido el mejor equipo en la regular los ùltimos cuatro años.
Los Potros tuvieron pràcticamente el mismo nùcleo ofensivo que ganò el campeonato y las Àguilas pusieron temprano un equipo con bateadores que en el papel debiò ser algo temible para los contrarios. Los aguiluchos con todo el talento arrastraron un problema de disgustos entre los grupos directivos del equipo 20 veces campeòn. Ese malestar se percibiò desde el principio, agregando los cuatro dirigentes que tuvieron a lo largo de la Serie Regular.
Los Gigantes imitaron a los Tigres del año pasado, quienes tras obtener el campeonato quedaron eliminados para los play off. Los Potros ha sido el conjunto con màs clasificaciones en los ùltimos diez años y desde el 2006 ùnicamente en la temporada 2012-13 no avanzaron màs allà de la regular. Esa temporada fue marcada por los problemas financieros para el conjunto francomacorisano, incluso fueron derrotados en un juego extra el 22 de diciembre de ese año por los Leones del Escogido.
Los equipos cibaeños han sido las dos novenas màs horrendas del torneo en cuanto a defensa. Las Àguilas han cometido 79 errores y los Gigantes 77. El relevo y el bateo situacional fueron parte del descalabro de los Gigantes.
Los campeones fueron descalificados producto de un pobrìsimo record en el mes de diciembre (5-9), perdiendo seis de esos partidos por una carrera y ocho derrotas a costa del relevo. Fue el equipo con menos capacidad de reacciòn en las ùltimas entradas (1-18 cuando llegaron perdiendo al octavo inning).
En el caso de las Àguilas casi todo el tiempo estuvieron en el ùltimo lugar del standing, iniciando el campeonato con record de 1-9. Los Potros no reforzaron un relevo que estuvo trabajando extra durante el primer mes del torneo. Salvo Matt Joyce los refuerzos de posiciòn fueron un desastre para el conjunto francomacorisano. Andrew Lambo, Cheslor Cutberh, por solo mencionar esos dos, aportaron muy poco en una alineaciòn cuya parte media fue un fracaso toda la temporada. Audo Vicente, el dirigente campeòn, fue despedido hace unos dìas, sin lograr una reacciòn positiva de la mano de su asistente y suplente Abrahàn Nùñez.
Los aguiluchos echaron de menos a dos de sus pilares en años anteriores: Andy Marte y Manny Ramìrez. Estos dos toleteros fueron claves en los ùltimos años. Los importados amarillos, tradicionalmente talentosos, fueron un total fracaso esta temporada. Los dos equipos del cibao terminaron jugando con escuadras criollas en su ofensiva.
Desde hoy los equipos representativos de la zona norte del paìs deben fajarse a trabajar, sin mirar el pasado. Deben hacer movimientos de algunos jugadores lo màs temprano posible e imitar a Leones y Licey, que tras el fracaso del año anterior lograron dos de las tres primeras posiciones en la regular.
Siempre hay una primera vez, en esta el apagòn le tocò al cibao. O como decìa el estribillo del merengue de Bartolo Alvarado: yo tenìa una luz que a mi me alumbraba y venìa la brisa fua y me la apagaba.
of-am