El ataque de París pone en alerta al mundo civilizado
El fanatismo y la ofuscación obnubilan el razonamiento. De ahí que los fanatizados terroristas actúen convencidos de que sus crímenes de lesa humanidad, siempre serán legítimos y justificados por sus absurdos credos políticos y/o religiosos.
De modo que los desquiciados asesinos de París, al momento de acribillar a los doce inofensivos periodistas–caricaturistas, del equipo de la revista satírica Charlie Hebdo; en su accionar delirante, soñaban que estaban vengando y reivindicando a Alá y a su mensajero el “profeta” Mahoma; al que consideraban blasfemado en las caricaturas de su imagen publicadas con frecuencia por la afamada revista. De hecho los asesinos en su retirada, vociferaron frases con las que afirmaban que habían vengado al profeta, (probablemente que por el matiz de sus voces fueron identificados).
Ya la organización terrorista Al Qaeda en Yemen ha reivindicado de forma gloriosa, su responsabilidad por el sangriento ataque.
En un video difundido a través de YouTube, la red terrorista reclama la responsabilidad de la espectacular y espeluznante acción de comando, perpetrada por los hermanos Chérif y Said Kouachi, muertos luego en enfrentamientos con la policía; después que estos, según afirman en su mensaje, haber recibido la orden de sus jefes de Alqaeda.
En el mismo video la organización yihadista amenazó con ejecutar más atentados como el registrado en París “contra los infieles que insulten a Mahoma”
Anteriormente el Estado Islámico había felicitado a los terroristas a través de la radio de la organización, Al Bayan; a los que catalogó como “héroes yihadistas que mataron a doce periodistas e hirieron a más de diez que trabajaban en el diario Charlie Hebdo, para vengar al profeta Mahoma“
Aunque con este cobarde ataque a la libertad de expresión y la acción del secuestro perpetrada por otro yihadista solitario, –Amedi Coulibaly–, muerto en acción, en un supermercado judío al este de París, donde perdieron la vida cuatro rehenes de origen israelí, los terrorista lograron su objetivo criminal y propagandístico; al mismo tiempo, con su salvaje acción, avivaron la llama de la libertad.
Lograron algo que los amantes de la libertad y la democracia, estábamos necesitando: La viva valoración por parte de la humanidad de lo importante que es defender y estar alertas para mantener vigente ese baluarte vital, que como otras inalienables libertades, es la libertad de expresión y difusión del pensamiento en todas sus manifestaciones.
Y consiguieron lo inimaginable: que millones de personas de toda Europa y el mundo, conjuntamente con los líderes mundiales, en un hecho inédito sin precedentes, se unieran en París para manifestar masivamente su repudio por el barbárico hecho criminal y al terrorismo en general.
La reivindicación de los hechos de parte de las redes terroristas Alqaeda y la congratulación del Estado Islámico por los mismos, tal como lo hiso la misma Alqaeda y su líder, Bin Laden, cuando el ataque a las torres gemelas de New York; neutralizan las perversas leyendas que relacionan ambos hechos con una supuesta conspiración, que responsabiliza al gobierno de Busch, a la CIA, Y ahora al gobierno francés, como autores intelectuales de esos hechos horrendos.
Teoría conspirativa que afortunadamente solo creen muy pocas personas, pero que crea confusión en los lectores, tuerce la verdad, e increíblemente victimiza a los victimarios, así como vilmente, culpabiliza a las víctimas. Pero lógicamente, también hace apañadores del terrorismo, a los que ingenuamente, o a propósito, la promueven lanzando esa cortina de humo sobre esos demenciales actos de terror, que claramente tienen sus responsables, que públicamente y a modo de desafío, asumen el protagonismo de los hechos.
¡La suerte que la historia se encarga de registrar los acontecimientos que la nutren (y mas en estos tiempos modernos), lo más cercano a como sucedieron… es decir, de la manera mas exacta posible!