EEUU volará más alto
Desde los tiempos en que fue escrito «El Manifiesto Comunista» a instancia de la Liga Comunista en el mes de noviembre del año 1948, en la ciudad de Londres, Inglaterra, los dos filósofos y pensadores políticos Karl Heinrich Marx y Friedrich Engels que redactaron y concibieron dicho Manifiesto, habían pronosticado de manera errónea que el socialismo en su desarrollo dialéctico como método político, social y económico, iba a desplazar al capitalismo para luego desembocar en un comunismo puro. Desde entonces hasta la fecha es mucho lo que ha llovido y dicho planteamiento fracasó en toda su magnitud. El modelo que primero se derrumbó fue el socialismo representado por sus máximos exponentes que lo fue la ex-Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la República Democrática Alemana en la década de los 90 la primera y al final de los 80 la segunda. Como bien sabemos, la nación que representa la máxima ostentación del capitalismo puro, sin lugar a dudas es los Estados Unidos. Como consecuencia de ello, son muchos los líderes socialistas que han estado al frente de diferentes gobiernos izquierdistas los cuales han soñado con ver no sólo lo que habían planteado Marx y Engels en el referido Manifiesto, sino que con mayor ahínco, contemplar a la nación que ha sido el mayor obstáculo para la propagación de las ideas de ellos dos y la causa de su fracaso a nivel mundial, desmoronarse como un castillo de naipes como fue el caso del socialismo soviético y el alemán, siendo obvio que el odio, el resentimiento, la envidia y el rencor histórico ha sido el leitmotive para esos deseos. Pero, ese anhelo malévolo de esos líderes, a cada uno de ellos la vida no les dio suficiente tiempo para verlo cumplido y fue así que bajaron a lo más profundo del averno a su cita con Lucifer para rendir cuenta de todos sus crímenes, maldades y odios como fueron Vladimir Lenín, Josef Stalin, Ho Chi Minh, Mao Tse Tung, Kim il Sung, Hugo Chávez y los dos sátrapas cubanos que están en los últimos tramos de su criminales vidas: Fidel (Hipólito) Alejandro y Raúl Modesto Castro Ruz. En consonancia con lo anterior, el impostor colombiano que usurpa el poder en la patria de Simón Bolívar, dio a conocer las conclusiones a que arribaron en el recién celebrado III Congreso del Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV), celebrado en Caracas, Venezuela, titulado «La crisis del capitalismo y sus rasgos más relevantes», en donde concluyen de una manera pueril y cantinflesca que: «el capitalismo como modelo social, económico y político y su mayor representante, esto es, los Estados Unidos están llegando a su etapa final». Yo lamento decirle, que para suerte de la humanidad, es todo lo contrario y ahora es que el águila imperial volará más alto de lo que lo ha hecho. Veamos. Los Estados Unidos en su calidad de ser la nación más desarrollada del planeta y puntera en casi todos los aspectos del devenir económico, cultural, militar, espacial y científico, es obvio que a diferencia de otros países, tiene un consumo muy elevado del uso de combustible para mover toda su inmensa infraestructura que sustenta todo lo anterior señalado y por ende, mantenerse como la primera potencia mundial. Su consumo oscila entre los 19.5 millones de barriles diario (mbd), superando a China, Japón, la India y a Rusia. A partir de la experiencia que ésta gran nación pasó cuando se originó la gran «Crisis del Petróleo del 1973», en donde los principales países árabes productores del crudo y la misma Venezuela se agruparon en lo que se conoció como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y en donde motivado por la crisis surgida tras la guerra del «Yom Kippur» entres los israelíes y varias naciones árabes, la OPEP decidió cortar el suministro del crudo al mundo ocidental y, sobre todo, hacia los Estados Unidos por su apoyo incondicional al pueblo de la Estrella de David. Fue una advertencia que la patria de Lincoln se tomó muy en serio y desde entonces, los norteamericanos entendieron que su consumo energético para el sostenimiento de su grandeza, su desarrollo industrial y movilidad vehicular no podía depender de esa fuente exclusivamente y de una región tan volátil como lo es el Medio Oriente. Partiendo de lo anterior y laborando como siempre de manera incansable como las hormigas para asegurar el bienestar a sus ciudadanos y garantizar su seguridad, recientemente se ha dado a conocer que ya para los años 2017-2020, los cuales están al doblar de la esquina como se dice popularmente, los Estados Unidos dejarán de importar petróleo y gas a naciones del Medio Oriente y Venezuela, en vista de que tras largos años de investigaciones, trabajos, etc, se ha podido localizar en su plataforma, atrapado entre sus rocas, una de las reservas más grande tanto de petróleo conocido como «esquistos» así como también una inmensa cantidad de gas natural, los cuales sólo pueden obtenerse mediante una técnica llamada «fracking» o fracturación hidráulica, que consiste la misma en inyectar grandes cantidades de agua a presión en las rocas para producir la salida de los combustible indicados. Como era de esperarse, los Estados Unidos es una de las pocas naciones con la capacidad técnica e instrumental para realizar dicha fracturación. En consecuencia, podemos ver y deducir que la tan anunciada caída del capitalismo norteamericano a partir desde ya se convierte en una mera quimera y una auténtica utopía socialista. Todavía faltan unos años y ya los logros se comienzan a ver y a disfrutar. Las importaciones tanto de petróleo como del gas se han reducido considerablemente, unido eso a una mejor calidad del medio ambiente de la nación, a la creación de unidades automotrices híbridas y a una mejor racionalización de los combustibles. La dependencia de la importación ha sufrido una drástica reducción desde el 2005 y por primera vez en la historia energética de los Estados Unidos, en el mes de octubre del 2013, la producción doméstica suplió la demanda interna. Es obvio que eso impactará negativamente a naciones en la América Latina que exportan su crudo, sobre todo, a Venezuela, de donde provienen tantos ladridos cuando ven al Aguila Imperial volar siempre alto y por encima de las mezquindades. Así será su vuelo ahora mucho más glamoroso, trillando el camino de su independencia energética. Esta quizás sea una de las razones por la cuales la Gran America no le presta atención a los chichidos y ladridos que salen de Miraflores. Vamos a ver dentro de unos pocos años quién come más hojaldre con menos saliva, si es que acaso la desventura sigue alojada en Miraflores, cosa que yo dudo al ritmo de como van las cosas en la patria de Andrés Bello. Los Estados Unidos dentro de pocos años pasará de ser importador mundial de combustible a exportador a gran escala tanto de gas y petróleo y, en consecuencia, eso implica que su economía tendrá un alivio al evitar la erogación de miles de millones de dólares en la compra de hidrocarburos y el país no estará sujeto a los vaivenes exógenos y a una crisis política que pueda surgir en un futuro. Ante esa realidad maravillosa que hoy nos embarga para los que hemos adoptado a esta nación como nuestra segunda patria, me viene a la mente para esos líderes izquierdistas desfasados, resentidos y envidiosos una estribillo de uno de los temas de un reconocido mambero dominicano que dice : «Ahora es que falta mambo». Habrá Estados Unidos y capitalismo por mucho tiempo para beneficio de la humanidad y la libertad de los seres humanos. Ahora entiendo perfectamente el mensaje que legó a la humanidad la autora de la saga de Harry Potter, Joanne Kathleen Rowling cuando dijo : «La grandeza inspira envidia, la envidia engendra rencor, el rencor produce mentiras»