EEUU: Crisis Venezuela se podría convertir en guerra entre Trump y Congreso
WASHINGTON.- En medio de la puja por el muro fronterizo, un tema de política exterior sale a relucir tras la reactivación de la crisis de gobernabilidad en Venezuela: hasta dónde tiene capacidad la Casa Blanca de autorizar una intervención armada.
Hasta ahora son sólo cartas sobre la mesa de póker del mapa internacional: con una intervención militar estadounidense en Venezuela como una de las mayores jugadas. Pero si Donald Trump decide mostrar su juego, necesitará mucho más que suerte.
La movida no pasó inadvertida. Al asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, le faltó poco para poner sobre la mesa de los reporteros su cuaderno de notas donde escribió enviar tropas a Colombia para intervenir en Venezuela.
Al ser consultado Bolton dijo que “todas las opciones están sobre la mesa”, pero más que una deliberación en los altos niveles del gobierno, la frase escrita pareció más una estrategia.
Dudo mucho que intervenga en Venezuela. Lo de las 5,000 tropas en Colombia es más en la línea de proyectar. Mostrar señales a los militares de que ya se acabó el cuento en Venezuela y que es tiempo de pasar de Maduro a Guaidó. Es parte del teatro político. No veo ninguna posibilidad real. Sería todo lo contrario a lo que ha hecho”, aseguró a Univisión Noticias Michael Shifter presidente de Diálogo Interamericano, un think tank con sede en Washington.
“Sí sirve para mostrar que Estados Unidos está en serio y que está dispuesto a utilizar medidas de fuerza”, agregó.
Trump, sin embargo, es conocido por ser impulsivo y menospreciar la política multilateral a la hora de ejecutar su política exterior. Y lo cierto es que como presidente podría enviar un contingente reducido de tropas a Venezuela, como lo escribió Bolton, incluso sin apoyo en el Congreso.
El proceso
La división del poder para declarar y mantener una intervención militar estadounidense es tan complicada como la relación entre el Congreso y la Casa Blanca.
Técnicamente ambos comparten el poder y la responsabilidad de una intervención militar. Tienen las facultades para anularse mutuamente, por lo que un acuerdo entre ambos es necesario, aunque no indispensable, cuando Estados Unidos quiere hacer un despliegue de fuerza.
Según la Constitución estadounidense el Congreso tiene el poder exclusivo de declarar la guerra y de controlar los recursos para mantenerla.
Pero el presidente es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y por lo tanto puede dirigirlas. En diversas ocasiones los presidentes han realizado intervenciones militares sin contar con el permiso del Congreso.
En el caso de administraciones recientes, lo han hecho bajo el paraguas de la «guerra contra el terrorismo», al amparo de la Autorización para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF por sus siglas en inglés) aprobada en 2001 luego de los atentados a las Torres Gemelas.
Con esta ley se le dio al presidente la potestad de usar toda la “fuerza necesaria” para identificar y arrestar a los responsables de ataques terroristas.
Pero incluso antes de esta ley, diversos mandatarios actuaron sin la aprobación del poder legislativo en casos de intervenciones militares. La última vez que el Congreso declaró oficialmente una guerra fue en 1941 durante la Segunda Guerra Mundial.
Esa es la razón por la que el Congreso aprobó la ley sobre poderes de guerra (War Power act) en 1973 que exigió al presidente consultar con el Congreso antes de enviar Fuerzas Armadas a combate a menos que exista una declaración de guerra previa.
Además especificó que las tropas no pueden quedarse más de 90 días a menos que el Congreso dé su apoyo.
La decisión de una intervención militar en Venezuela entraría inevitablemente en esta categoría, ya que no está relacionada con la lucha contra el terrorismo, en el caso de que Trump decida actuar unilateralmente sin el Congreso.
No hay consenso
Actualmente senadores del Comité de Relaciones Exteriores están negociando una resolución en apoyo de Juan Guaidó, pero que rechaza una intervención militar en Venezuela.
Fuentes demócratas en el Senado detallaron a Univisión Noticias que hay una postura “firme en aclarar que el respaldo que le estamos dando al presidente interino de Venezuela, no representa una luz verde para que Trump invada a ese país”.
La ley de poderes de guerra habla de “consultar” con el Congreso, pero no exige una autorización oficial y puede traducirse en simplemente informar a los legisladores sobre una decisión. Sin embargo, la ley especifica un límite de tiempo, además del obstáculo que implica el control de los recursos.
Fuente: UNIVISION
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