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Educación eficaz
La sociedad mundial ha ido perdiendo valores fundamentales, que han incididos grandemente en el comportamiento de la humanidad. Muchos países han perdido su identidad, por causa de que son indefinidos en sus valores. De ahí que, lo importante de toda sociedad es conocer qué es, dónde está, y hacía dónde va. La sociedad está en una crisis moral y espiritual que da mucho qué pensar; no se vislumbra solución a esta situación reinante. Por tanto se necesita una educación eficaz; es el tipo de educación que nos define como sociedad.
En una reciente evaluación hecha a miles de profesores, se ha informado que menos de un 28%, de los mismos, lograron superarla con buena calificación. Ha habido muchas críticas, hacía la mayoría que no logró el éxito deseado. Sin embargo, hay que señalar que los profesores son productos de una sociedad en crisis, donde la lógica y el sentido común han desaparecidos en gran medida. El sentido común, no es en realidad el más común de los sentidos, ni la lógica es parte del del pensamiento general de las personas.
El desequilibrio emocional que viven las personas, no les permite ver las circunstancias como deben ser. Aplicando lo que escribió Maquiavelo, en su obra «El Príncipe,» Cit «Las cosas son como son, no como debieran ser,» nos damos cuenta que existe un gran «estrecho entre el dicho y el hecho.» No es posible que se culpe únicamente a los profesores de su deficiencia; pues es un problema del sistema dentro del Sistema. Ellos no pueden demostrar tener, lo que nunca han recibido.
Debe inventarse una educación democrática, donde todos los componentes sean democráticos, desde el punto de vista de la responsabilidad en la ejecución del plan educativo. El profesor democrático, es aquel que es capaz de compartir su conocimiento, pero a la vez, se atreve a aprender de sus estudiantes. Es que la educación es multifacética, y por lo tanto inciden muchos factores extra escolar e intro escolar. Para que el conocimiento sea asimilado se requiere que todos los actores educativos formen un punto de intersección.
Los padres o tutores de los educandos deben ser responsables de la educación de sus hijos. Muchos padres dicen ser «democráticos con sus hijos,» pero es para permitirles que se desvíen del camino correcto de vida en sociedad; sin embargo, no son democráticos en la educación de sus hijos, pues piensan que dar educación es responsabilidad de los profesores, o maestros. Cada padre, o tutor, tiene la misma responsabilidad en la educación de sus hijos que cualesquier otros estamentos educativos.
La sociedad es un ente educativo, quizás uno de los más importantes, de ahí que, el lenguaje que se usa en radio, televisión e internet influyen bastante en sus públicos. Es por eso, que nuestra educación ha tenido tantos fallos desde muchas décadas atrás. Cuando estos medios de comunicación y entretenimientos no se habían desarrollados e incrementados había otro tipo de educación. Estos, luchan por imponerse contra la escuela, la familia y la sociedad porque son comerciales; el comerciante no le importa el cliente, sino vender su mercancía.
Una educación eficaz, requiere el esfuerzo de todas las entidades sociales públicas y privadas, que aúnen esfuerzos para obtener ese fin. El Estado, como ente regulador debe tomar la rienda de la educación, en el sentido de dirección de ella. Estoy convencido de que nuestras autoridades educativas han tenido y tienen buenas intenciones, pero se necesita mayor esfuerzo de todos. No es posible una educación eficiente, sino es apoyada por todos.
La eficacia de la educación es que forma eficientes ciudadanos, familias y sociedad. En ese sentido se requiere una educación en el espíritu humano, el cual conlleva el cuerpo a la disciplina de una transformación social. Si decimos que el principio de la educación es cristiana, entonces debemos centralizar el cristianismo, en sus principios, como modo de vida. No podemos hablar de idolatría, de alcoholismo, de adulterios y fornicaciones como un asunto normal en una sociedad que se auto-determina cristiana.
La educación eficaz, puede proceder de una escuela pública como privada. No hay que luchar contra los colegios, los cuales están ayudando a la escuela pública, ya que el Estado no tiene los recursos humanos ni económicos para ofrecer una educación a todos los que la requieran. Hay que dejar de decir, que los colegios son caros, puesto que éstos son empresas educativas privadas. Estoy entre de los que opinan que «el que no pueda pagar un colegio que ponga a sus hijos en escuela pública;» esa es la democracia.
El gobierno está construyendo muchos edificios escolares, que esperamos se conviertan en centros de verdaderos formadores educativos. Hay que darle un voto de confianza al gobierno, y decir su slogan «Manos a la obra.» No se puede solamente criticar, también hay que «dar honor al que honor merece.» Los estímulos son necesarios, a pesar de que esa es su responsabilidad. A la sociedad civil,como pujante para ese 4% para la educación, y el Presidente Danilo Medina Sánchez, quien se comprometió en campaña a cumplir la demanda, les felicito. Muchos éxitos. Los maestros deben gozar de educación continuas, siendo garantizadas por el Estado. Sin embargo, no debe ser una educación, que lleve a formar educandos únicamente para las fábricas e industrias empresariales, sino una educación fundada en valores, creatividad, visionaria y talentosa que permita que el educando pueda buscar por sí mismo otros caminos, o crear su propia fuente de trabajo. Es un educador que eduque. Pero hay que dar el apoyo a los maestros, para que emocionalmente se sientan aceptados.
Muchos libros, bibliotecas, internet, y otras fuentes del conocimiento, deben relacionarse con la naturaleza circundante y sobretodo con el Creador del Universo, Dios. El conocimiento se adquiere bajo una condición dada por Dios, y desarrollado por el hombre: El intelecto. Por consiguiente, se necesitan muchas oraciones para que Dios ilumine a todos los integrantes en el proceso enseñanza- aprendizaje. Si le buscamos él nos ayudará, pues la muestra es que entregó a su Hijo por nosotros, para salvarnos. Dios le bendiga.