Dos ruinas turísticas en el malecón de SD
Por MANUEL BERGES HIJO
Desde hace más de 20 años estamos viendo frente a Guibia en el Malecón, dos enormes edificaciones de hoteles que no terminaron de construirse. Pasan los años y a nadie le duele presenciar esas ruinas modernas y no tomar una iniciativa positiva en ver terminados los mismos.
Como nadie hace ni dice nada, asumo con osadía proponer lo que a mi juicio puede ser una salida adecuada.
Desconozco quienes son o fueron los autores o promotores de tales edificaciones ni las razones de la descontinuación, pero como residente en la Capital, me disgusta ver, cada vez que paso frente a ellos, su estado ruinoso.
El Estado debiera declarar de utilidad pública tales edificios y entregarlos en venta mediante licitación a empresas hoteleras que pudieran estar interesadas, para que los terminen.
El ganador o los ganadores terminarían ambos hoteles, los ponen en operación y al cabo de 10-15 años, empezarían a pagar al Estado el valor de dichos edificios y sus terrenos, es decir, la inversión realizada hasta la declaratoria de utilidad pública, quien a su vez entregaría esas partidas a sus antiguos dueños, a los precios inicialmente adquiridos, como sanción a la ineficacia en sus negocios y como sanción al daño visual ocasionado durante tantos años de mortificarnos con sus ruinas.
De esta manera, el Estado no invierte un solo centavo, el Malecón recobra su entorno visual, los turistas y locales tienen alojamientos de calidad, se generan puestos de trabajo e impuestos por la operación de los hoteles.
jpm