Dominicanos por siempre
Estos son días de orgullo y fervor patriótico, porque hoy se festeja el cumpleaños de Matías Ramón Mella, el martes el 174 aniversario de la separación de Haití y de la fundación de la República, como culminación del Mes de la Patria, que inició el 26 de enero, con la celebración del natalicio de Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria.
El presidente Danilo Medina presentará ante la Asamblea Nacional su discurso de rendición de cuentas sobre el desempeño de su Gobierno en 2017, y desde ya afloran las especulaciones sobre el contenido de esa pieza, que sería glosario de logros atribuidos a su gestión, así como anuncios sobre buenas nuevas.
La empresa separatista tuvo su acierto, en la creaciónde la sociedad La Trinitaria, y en la correcta táctica política y militar de Duarte de respaldar en Haití al movimiento La Reforma, de Charles Herald, que procuraba derrocar la dictadura de Boyer, que llevaba 25 años en el Poder.
Fue Mella quien logró, por encomienda de Duarte, un acuerdo político entre los Trinitarios y el Movimiento La Reforma, que permitió el derrocamiento de Boyer y viabilizo el proyecto independentista, lo que indica que en el propio Haití se sembró la semilla de la separación territorial y política.
Al conmemorarse el 202 aniversario del nacimiento del general Mella y el 174 de la Independencia Nacional, es preciso advertir que sobre los cielos de la Patria se ciernen nubarrones que amenazan a su gentilicio, a su territorio y a sus símbolos más acendrados.
Lo primero que debería subrayarse es que 42 años antes del trabucazo de Mella Haití había proclamado su emancipación de los esclavistas franceses y de que esa parte de la isla fue la más prospera posesión europea en América, por la producción y exportación de azúcar.
Como designio de la historia, 174 años después de la fundación del Estado dominicano, su vecino Haití, se erige como la nación más pobre del continente, con sus instituciones básicas inhábiles, su economía destruida y sumida en el abandono por la comunidad internacional.
República Dominicana, en cambio, que en 1961, cuando ajusticiaron al sátrapa, su producto Interno Bruto (PIB), sumaba menos de tres mil millones de dólares, hoy supera los 75 mil millones, con una economía que genera ingresos por más de 26 mil millones de dólares al año y suple el 85% de los alimentos de origen agropecuario que consume la población.
El territorio dominicano dispone de moderna infraestructura vial, de muchos reservorios de agua, canales de riesgo, servicio eléctrico y su mayor parte arborizado, además de instituciones jurídico políticas sólidas y funcionales. La mayor parte de los 28 mil kilómetros cuadrados de Haití es zona desértica, sinónimo de hambre y desolación.
Es obvio que para las grandes metrópolis, el camino escogido es del de unificación de la isla por vía de inmigración descontrolada, o compartir miseria, en vez de ayudar a la tierra de Louverture a reencontrar su destino por vía de la asistencia y cooperación internacional.
Lo dominicanos estamos compelidos a defender los legados de independencia, libertad, soberanía, auto determinación, así como la promoción de nuestro idioma, cultura y tradiciones y demás valores, sin olvidar nunca a nuestros vecinos, con los que debemos convivir y ser siempre solidarios y sensibles, sin que ninguno de los pueblos olvide la parte de la isla que le corresponde vivir.
jpm
Lamentablemente es difícil para los dominicanos hablar de independencia especialmente los más pobres que comparten la miseria ampliada por el conglomerado vecino que arropa silenciosa pero efectivamente todo el territorio Nacional.
El presente y futuro de los dominicanos más desafortunados se avisora incierto y preocupante porque los Atilas del Caribe (haitianos) están demostrando que no cederán un ápice esta vez buscan asentarse no por 22 años si no para siempre.
Aunque nos duela o parezca inverosímil don Orión, todas las condiciones apuntan a esa dirección.