Desorden en Puerto Plata
Por VICTOR MENA GRAVELEY
Interior y Policía y el Ministerio de Medio Ambiente deben tomar cartas de lugar con la proliferación de sitios de expendios de bebidas alcohólicas en medios de residenciales.
Para nadie es un secreto que la contaminación sónica constituye una de las más perjudiciales de todas, que va en detrimento de la salud, disminuyendo facultades sonoras del ser humano y en otros casos puede dañar el sistema nervioso y cardiovascular de las personas. Además el estrés que produce
Es por eso que la Asamblea Médica Mundial, en su declaración en Marbella, ha dicho:
“Dada la creciente conciencia y conocimiento ambientales del impacto del ruido en la salud, la psiquis, el rendimiento y el bienestar, la lucha contra el ruido ambiental es cada vez más importante.”
Los daños que produce el ruido no se pueden describir en daños a la salud de manera exclusiva, también generan nocividad social que se traduce en el impedimento al libre desarrollo y bienestar de la familia, la intimidad y el derecho al descanso.
Resulta ser que en Puerto Plata opera un negocio denominado Gurimbao Bar en medio de un residencial que pone la música en decibeles intolerables para el oído, haciendo que la vida de todos los residentes, compuesta por personas honorables y trabajadoras, entre ellos profesionales, se convierta en un infierno, además opera los días de semana hasta las 3 y media de la madrugada violando el decreto que limita los horarios. Todo esto en las narices de las autoridades del Medio Ambiente, Salud Pública y Coba.
El caso más patético es el de la Policía de Puerto Plata no responde a las llamadas telefónicas en auxilio cuando el volumen alto del susodicho bar no deja dormir a los vecinos.
Es necesario que los ministros Carlos Amarante Baret y Francisco Domínguez Brito tengan información sobre la inercia de las autoridades de Puerto Plata y procedan a realizar una investigación sobre el asunto excluyendo a los funcionarios de Puerto Plata.
En otros artículos nos referiremos al comportamiento asumido por las autoridades de Puerto Plata y su parcialidad con respecto a este caso, mencionando nombres y apellidos. ¡Esto tiene que terminar!
JPM