Del hedonismo a la catástrofe
Reloj de pulsera o de pulsa: artefacto que se ciñe a la muñeca el cual nos recuerda que no somos libres. La etimología, el origen de la palabra, el propio diccionario no le consideraría, ni los seguidores de Epicuro de Samo. No se camina con más de un par de zapatos, ni se poseen cien mujeres, tal falacia del rey Salomón no resulta proverbial, ya que la humanidad se origina del producto de dos personas o de una favorecida, como se quiera. Automóvil: sostén con techo que contiene cuatro ruedas a través de una fuerza que provoca una aceleración y nos hace llegar más nerviosos a una cita. Hedonism grito de la liberación de la trata de esclavos que devino en una nueva esclavitud basada en el placer de acaparar. No tienes una casa y te compras una yipeta del año pa allantar, le pides 1,000 pesos a un amigo pa gasolina, secuestras a un país en bien de la igualdad y lo matas de hambre. La Biblia instruye sobre el asunto, lo deja bien aclarado. Hogares de cuatro personas con 100 sillas pa demostrar qué, impresionar a quién, son pocos los invitados que no conspiran. A los orientales les asiste la razón, se sientan a nivel del suelo en atención al principio de la sobriedad o a la energía de la meditación: no se elevan, se disipan. La cultura de los bienes innecesarios es la excusa de la globalización o del poder de unos cuantos a fin de marginar a los grandes rebaños de oprimidos. Cordilleras artificiales de basura se erigen sobre la superficie de nuestro planeta a causa del almacenaje, el derroche, la compulsión de obtener de modo irracional lo que no es imprescindible ni necesario, lo que devino en una nueva esclavitud, lo que la Biblia señala de modo excepcional como hedonismo. Lástima de una filosofía que surgió como paliativo del dolor y la esclavitud basada en la conspiración de una vida más risueña, la cual se precipitó contra la catástrofe más lamentable del exceso, la competencia desmedida, el consumo, la confusión, el delirio, el caos. diosdado0811@hotmail.com