Del acoso personal al político

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EL AUTOR es abogado. Reside en Santiago de los Caballeros.

 

 

«La violencia es el miedo a los ideales de los demás». Mahatma Gandhi 

 

En un brillante trabajo escrito por el psicólogo y ensayista español Iñaki Piñuel titulado Mobbing. (pág. 27-29), publicado en Madrid, el también profesor de la Universidad de Alcalá escribió que: «Acorralar en grupo es tanto la acción de un hostigador o varios hostigadores conducente a producir miedo, terror, desprecio, desanimo…»

 

«Lo que se pretende —continua explicando Piñuel— en último término con este hostigamiento, intimidación o perturbación es el abandono del trabajo por parte de la víctima o víctimas, la cual es considerada por sus agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales (necesidad de extorsión, ambición de poder, de riquezas, posición social, mantenimiento del statu quo, etc.».

 

Dice el prestigioso autor español, en la obra citada (pág. 36-40): «El término mobbing (del verbo inglés to mob, con el significado «acoso») proviene de la etología, ciencia que estudia el comportamiento de los animales, sobre todo del campo de ornitología, donde la conducta defensiva de un grupo de pequeños pájaros consiste en el atosigamiento continuado a un enemigo más grande. Estos comportamientos en la naturaleza terminan frecuentemente o bien con la huida o con la muerte del animal acosado por varios otros».

 

Iñaki aconseja en su enjundioso estudio lo siguiente (op. cit. p. 43-46): «… el reproche más frecuente que se dirigen a sí mismas las víctimas del acoso es no haber hecho frente a tiempo al problema. La negación del problema suele ser el primer y principal obstáculo para comenzar a darle respuesta y solución, de manera que se pretende hacer frente cuando ya es demasiado tarde. Esta negación o inhibición ante el problema se produce cuando el afectado percibe una amenaza extraordinaria para su integridad, pero cuyo afrontamiento efectivo es percibido como extremadamente doloroso».

 

Y continua: «Se deja pasar el tiempo con la ilusión de que éste lo remedia todo, pero la experiencia práctica apunta a todo lo contrario: lo que se produce en realidad es el enquistamiento del problema. Por tanto es muy necesario plantar cara de manera decidida desde el primer momento, ya que el mecanismo destructivo del hostigamiento psicológico no puede operar cómodamente contra una víctima activa y asertiva que da respuestas. […] El acosador requiere para su actuación de la «paralización» de la víctima desde el principio y que ésta no haga nada. El mecanismo perverso del mobbing requiere y cuenta con esta parálisis».

 

En un momento determinado, cuando trasciende lo personal al mundo del animal político, ya no se trata de ocho hienas cercando un elefante o el rey león, sino de pequeños grupos con caperuza de líderes de probeta aupados por medios de prensa y por intereses económicos internos, amén de cualquier ONG internacional; estos casos de acoso y hostigamiento podemos verlos en las calles de Venezuela, inclusive lo vimos en Brasil en los días del juicio de Dilma.

 

Reflejos orgánicos de esos grupos asoman en la República Dominicana. Hoy la sociedad en sus diferentes manifestaciones podría preguntarse: ¿Quieren acosar al Ministerio Público en el caso de Odebrecht o el acoso tiene un trasfondo mayor? ¿Quieren acorralar y desorientar al gobierno de turno? ¿Actuaron legisladores dominicanos a la altura de su investidura o la guapeza callejera con la policía podría ser convertida en ley?

 

El acoso de la multitud. Para algunos politólogos y especialistas en la conducta humana una campaña de descrédito y acoso por las redes sociales podría conllevar a desacreditar a cualquier gobierno. El acoso sería mayor cuando periódicos famosos dan rienda suelta, casi siempre por intereses corporativos, a las críticas contra un gobierno en cualquier parte del mundo.

 

La moderna sociedad en que vivimos obliga a los estados a equilibrar los ataques o acosos sistemáticos, cuyas respuestas no bastan a una oficina de prensa oficial, pues la voz de un vocero opacada por los buitres que siempre están detrás de los muchachos y grupitos sociales con slogan al mobbing o turbas que no pasan de consignas inmediatistas como las de los estudiantes que en los días de la universidad son voceros feroces y años después feroces burócratas.

 

Hay una frase del exsenador por Arkansas, J. William Fullbright, que me permito traer a este articulo a manera de reflexión para que los congresistas dominicanos que participaron en la turbamulta mediten sobre el daño profundo que le han causado a su partido y al grupo verde: «Uno no puede defender los valores humanos con violencia calculada sin hacer daño mortal a los valores que intenta defender«

 

Este nuevo trabajo me obliga a volver a la entrada del artículo En un brillante trabajo escrito por el psicólogo y ensayista español, Iñaki Piñuel, titulado Mobbing (pág. 27-29), publicado en Madrid, el también profesor de la Universidad de Alcalá, escribió: «Acorralar en grupo es tanto la acción de un hostigador o varios hostigadores conducente a producir miedo, terror, desprecio,  desanimo…»

escotto.escotto@gmail.com

JPM

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