Defender la “fe cristiana” desde las urnas

imagen
EL AUTOR es Consultor Legal y de Negocios. Reside en El Salvador.

 

En un Estado laico, con una mayoría cristiana como El Salvador, la defensa de la fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo, se vuelve un punto de honor, sin caer en fanatismos ni en actos de violencia, todo en el marco de respeto hacia otras formas de pensamientos o filosofías, lo explico de esta manera ya que hay algunos lectores que tienden a confundir a Jesus con “religión”, lo cual no es cierto, dado que la religión son dogmas o preceptos que confunden y pierden a los seres humanos, porque siguen interpretaciones de hombres.

De ahí surge el pensamiento que la religión es el opio de los pueblo, en cierta forma tienen razón en ello, porque la religión esclaviza y somete la voluntad de las personas, pero el que verdaderamente conoce a Jesucristo, tiene la vida eterna, conoce la verdad y la verdad le hace libre, y no es gravoso seguir los mandamientos de Jesus, al contrario es un privilegio llamarse discípulo de él.    Bajo este contexto, es importante que el pueblo de El Salvador tenga sabiduría para elegir a sus gobernantes 2015-2018, para continuar gozando del sistema de libertades y progreso democrático que ha alcanzado hasta la fecha.

En consecuencia la democracia, el respeto a la institucionalidad y el sistema de libertades, se ven amenazados cuando surgen lideres con pensamientos totalitarios y extremistas religiosos, que según su naturaleza no toleran otras formas de pensamiento, como el caso de los grupos extremistas islámicos, que tienen por consigna acabar con los infieles, dado que han desarrollado una  persecución permanente de cristianos y judíos, cometiendo actos atroces en contra de las iglesias cristianas donde hay mayoría islámica.

Entre los actos de violencia que ejecutan estos grupos fundamentalistas, están las matanzas de niños y niñas, quema de iglesias con sus miembros dentro de ellas, degollamientos de pastores y misioneros, secuestros de cristianos para someterlos a tortura y luego asesinarlos de un tiro en la cabeza en las plazas públicas. Todo ello se está dando en la actualidad en Arabia Saudita, Pakistán, Afganistán, Indonesia, Egipto, Níger, Nigeria entre otros, dado que estos grupos musulmanes interpretan el Corán a través del Principio de nasikh, que esencialmente significa que los pasajes más recientes en el Corán reemplazan o sustituyen los más antiguos y los invalidan totalmente.

El Corán fue escrito en un período de 22 años. En los primeros años, cuando los seguidores de Mahoma eran pocos y aún débiles en el ámbito militar, él escribió los 114 versos que hablan de vivir en paz con los demás. Pero más tarde, cuando ya era militarmente más fuerte y contaba con más seguidores, Mahoma escribió o dictó, versos que declaran que todos los infieles deben ser aniquilados o sometidos y humillados.

De manera que esta es la suerte que corren todos aquellos países que poco a poco van cediendo espacio a la religión musulmana, por ello es importante que no seamos ambiguos ante esta realidad que amenaza El Salvador, por lo que se necesitan hombres de valor como Putin presidente de Rusia, que tuvo la gallardía de enfrentar a los musulmanes de la siguiente manera; “En Rusia vivid como rusos.  Cualquier minoría, de cualquier parte, que quiera vivir en Rusia, trabajar y comer en Rusia, debe hablar ruso y debe respetar las leyes rusas”

Si ellos prefieren la Ley Sharia y vivir una vida de musulmanes les aconsejamos que se vayan a aquellos lugares donde esa sea la ley del Estado.  Rusia no necesita minorías musulmanas, esas minorías necesitan a Rusia y no les garantizamos privilegios especiales ni tratamos de cambiar nuestras leyes adaptándolas a sus deseos.

No importa lo alto que exclamen “discriminación”, no toleraremos faltas de respeto hacia nuestra cultura rusa.  Debemos aprender mucho de los suicidios de América, Inglaterra, Holanda y Francia si queremos sobrevivir como nación. Los musulmanes están venciendo en esos países y no lo lograrán en Rusia.

En El Salvador, es lo mismo, toda minoría que quiera trabajar y comer de nuestra patria amada, debe respetar las leyes salvadoreñas y no se les debe de otorgar privilegios especiales ni se cambiaran las leyes salvadoreñas para adaptarlas a deseos foráneos.

En conclusión todo patriota que ama a su nación, la defiende de toda religión fundamentalista o fuerza extraña que quiera ser impuesta tanto por la derecha o la izquierda, por ello tiene la obligación de elegir con sabiduría, no por una bandera, ni por una ideología, sino que su elección debe de estar circunscrita hacia la democracia, la libertad, la institucionalidad, los derechos del no nacido, en la defensa de la familia formada por un hombre y una mujer y por los valores emanados del Señor Jesucristo. 

 

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
0 Comments
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios