Danilo y sus circunstancias
Las personas están signadas por su propio destino. Danilo Medina es un político profesional. Su vida ha sido un constante estudio de las relaciones estatales, para desde la administración pública aportar sus conocimientos en la solución de los grandes problemas nacionales.
Militante de sus ideas, ya antes de alcanzar la primera magistratura, Medina se mantenía ayudando con recursos económicos a personas emprendedoras que de no haber sido por la mano amiga de Danilo, sus pequeños negocios hubieran ido indefectiblemente a la banca rota total. Su incansable labor en las lides políticas lo llevó al solio presidencial.
El destacado filósofo español José Ortega y Gasset acuñó la frase, ”Yo soy yo y mi circunstancia”, expresión que perfectamente se puede traer a propósito del discurso que le dirigió a la nación este miércoles en la noche, el presidente Danilo Medina, en donde se refirió a la reforma de la Constitución que le permite acudir de nuevo por otro cuatrienio.
La Constitución del 2010 observaba un sesgo que aupaba y apuntalaba el caudillismo y la dinastía política. A pesar de que, como bien explicó el presidente Medina en su discurso de este miércoles en la noche, en las consultas realizadas para las reformas del 2010, la gran mayoría de la población aprobó dos períodos consecutivos, pero sin embargo, se soslayó el mandato sagrado del pueblo lo que nos ataba al caciquismo político. Las enmiendas a la Constitución hechas por el actual congreso van en la pendiente del modernismo y el desarrollo de la nación.
Si partimos del hecho de que ante una coyuntura que Danilo no creó ni aupó, y frente a una realidad institucional que le permite continuar con su obra de gobierno, administración que ha tenido el reconocimiento de organismos internacionales como la CEPAL, la FAO, el Foro Económico Mundial, entre otros, y en medio de una popularidad inusitada, que lo coloca como el presidente más popular de todo el continente americano (por encima del presidente de Estados Unidos e igualmente arriba de mandatarios de países con petróleo), sería un desatino renunciar a la dirección del Estado Dominicano.
Y es que en medio de un contexto como el actual, el presidente Danilo Medina cometería el más garrafal error de un dirigente político si hubiera disidido no presentarse a los próximos comicios electorales. Aun se haya referido en comparecencia anteriores a la historia de la reelección en nuestro país, las cuales se desarrollaron en otros contextos y otros tiempos.
El desarrollo de nuestras instituciones de hoy día imposibilitan las aberraciones ocurridas en la repostulación presidencial en nuestra historia. Danilo Medina se encuentra inmerso en una determinada circunstancia, la historia hablaría muy mal de él si se hubiera escabullido.
Los acontecimientos mundiales tienen miles de ejemplos de dirigentes que le han dado la cara al momento que se presenta enfrente.
La vanguardia que dirigió la independencia de Argelia en los años 50 y 60 del Siglo Veinte fue acorralada por tropas francesas e invitada a la rendición.
La dirigencia argelina no dio ni un paso atrás, librándose la famosa batalla de Argel, en donde los combatientes ofrendaron sus vidas en aras de su libertad. Varios años después las masas argelinas se levantaron y expulsaron de su territorio al poderoso imperio francés.
Pero igualmente los norteamericanos nunca tuvieron entre sus planes participar en la Segunda Guerra Mundial, pero la coyuntura que ellos no crearon los llevó al conflicto bélico.
Reconozcamos la valentía del presidente Danilo Medina de asumir la responsabilidad que le ha impuesto el estadio de desarrollo del país. Su obra de gobierno lo certifica con autoridad para seguir dirigiendo los destinos de la nación.