Danilo, Leonel y el 2016
El entusiasmo de mis amigos y compañeros de partido con miras a las elecciones presidenciales de mayo del 2016, los ha llevado a obnubilarse en algunos aspectos; las aspiraciones como estrategias y no como tácticas sin duda alguna son extemporáneas. El presidente Medina y el ex presidente Fernández, cada uno con su estilo, encabezan dos corrientes políticas dentro y fuera del PLD con fortalezas inusitadas; la versión constitucional del año 2010 de nuestra Carta Magna les favorece a ambos en el futuro inmediato. Además del aspecto constitucional, ambos políticos son relativamente jóvenes con respecto a lo que ha sido el recién pasado liderazgo nacional; y los conglomerados sociales y económicos que le siguen, los ven como cartas seguras de triunfo en cualquier coyuntura electoral. La facultad constitucional, que le facilitó a Leonel Fernández el llamado pacto de las corbatas azules, de poder presentarse como candidato luego de estar un período fuera del poder, lo asegura como potencial candidato del PLD sin importar cuantos otros aspirantes haya. Así mismo el 2020, si Dios no dice otra cosa, será el inicio de otro período de gobierno para Danilo Medina Sánchez; en lo inmediato el Presidente no desperdiciará sus esfuerzos en fabricarse un traje constitucional a su medida; no porque no tenga un triunfo asegurado, sino por el peso del juicio de la historia. Cualquier aspirante ganador fuera de Danilo o de Leonel dentro del Partido de la Liberación Dominicana, los sacaría a ambos del juego político por un tiempo demasiado largo que sería traumático a sus edades físicas y sus respectivos liderazgos; esta es la principal razón de subsistencia para no dejarse desplazar por otra eventual candidatura. Sin quizás, los enemigos de Leonel Fernández en la oposición han tenido más visión política que algunos aspirantes internos; porque han salido a desacreditarlo con un tiempo de antelación directamente proporcional a la debilidad de sus propias fuerzas y argumentos; esos enemigos, con muchos nombres y diferentes actividades vieron muy a tiempo la potencialidad de su retorno. La fuerza de la influencia de 12 años en el manejo del Estado dominicano se manifestará en los meses por venir, con Leonel Fernández Reyna a la cabeza de una candidatura indetenible.