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Danilo le puso rostro humano al desarrollo del país
Después del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina y el establecimiento de la democracia, la República Dominicana ha vivido una historia de franco proceso de crecimiento social, político y económico.
Nuestro país ha cambiado radicalmente y de ser un simple productor agrícola lleno de analfabetos, cuya fuente principal de creación de divisas y plazas de trabajo eran la caña de azúcar, el café y el cacao, se ha convertido en una nación donde el turismo, las zonas francas, la tecnología, la construcción y la educación, marcan el camino del progreso.
Con raras exenciones, como los acontecimientos que provocaron la Revolución de abril del 1965, donde el pueblo reclamó con las armas el derecho de seguir mejorando sus condiciones de vida y los gobiernos encabezados por Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía, siendo el de Mejía el que nos marcó con la peor causa de retroceso de nuestra historia moderna, la República Dominicana ha ido creciendo poco a poco y se ha convertido en una nación digna de ser imitada otros países.
El derrocamiento del Profesor Juan Bosh y su imposibilidad de volver a gobernarnos, le prohibió ejecutar su Plan de Gobierno dirigido de manera particular a mejorar las condiciones de vida de los dominicanos de su época, y, los Presidentes Joaquín Balaguer y Leonel Fernández, fueron los protagonistas del inicio del desarrollo sostenible de nuestra patria.
Balaguer se caracterizó por convertir a los campesinos en dueños de sus tierras y, a través de la reforma agraria logró dotarles de un pedazo de terreno, al mismo tiempo que les aseguró hacer sus parcelas más productivas, mediante miles de kilómetros de canales de riego.
También se preocupó por dotar de una vivienda digna a millares de familias y de crear una estructura de construcción que marcó el inicio del progreso del que hoy disfrutamos.
Leonel Fernández, por su parte, continuó de manera muy eficiente con la modernización del país llevando la misma al Gobierno, el que convirtió en más asequible y facilitador de soluciones para los ciudadanos. Al mismo tiempo, desarrolló un extraordinario plan de construcciones de infraestructuras y de comunicación vial, entre las que se destaca el Metro de Santo Domingo, por solo citar un pequeño ejemplo de sus excelentes Gobiernos.
Danilo Medina, con la ejecución al pie de la letra, de su tema de campaña de: continuar lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se ha hecho, se ha convertido en un realizador objetivo de una obra de Gobierno donde lo más importante es el bienestar de la gente.
Los que habitamos en esta tierra del merengue, el mejor azúcar del mundo y los más hermosos paisajes tropicales, hemos sido testigos de cómo, Danilo Medina, en menos de cuatro años de dirigirnos, se ha convertido en un Presidente a quien, por su extraordinaria obra de gobierno, los dominicanos decidimos que siga al frente del país y lo convertiremos en el candidato que haya alcanzado la mayor votación de nuestra historia y, posiblemente, de toda América Latina.
Danilo ha cumplido su promesa y le ha puesto rostro humano al desarrollo del país.
Su preocupación por los más necesitados, su manera llana y sencilla de llegar al corazón del pueblo, su trabajo pensando siempre en la gente, los logros nunca antes vistos en la educación, el desarrollo del campo, la alimentación, la creación de empleos, la disminución al mínimo del analfabetismo, la casi desaparición de la pobreza extrema, el incremento de la clase media y, su decisión de convertirnos en la República Digital, son algunos de los aspectos más relevantes de su gobierno.
Por esas y muchas otras razones es que, en el Proyecto Apoyo a Danilo (PAD), con el Dr. Diógenes Rodríguez Grullón a la cabeza, nos hemos puesto como meta principal trabajar sin descanso, día tras día para que el Presidente Medina continúe al frente del Gobierno, termine su obra y siga poniéndole rostro humano al desarrollo del país.
JPM