Cumbre institucional

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El AUTOR es empresario turístico. Reside en Santo Domingo.

Dicen que preguntando se llega a Roma o que todos los caminos conducen a Roma. Sin embargo para llegar a lo que antes de Cristo (AC) se conoció como “El Imperio Romano” no es cuestión de preguntar o seguir uno u otro camino partiendo de cualquier continente, sea por la vía aérea, marítima o terrestre, sino de llegar a Roma de cualquier manera, al menos que vivamos desconectados en una aldea en medio del Amazonas.
Como es de conocimiento público, en el almuerzo de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMRD) de fecha 29/6/16 el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) propuso cuatro pilares para el fortalecimiento de la institucionalidad y la democracia en República Dominicana. Estos pilares son: 1 – Reforma a la Ley Electoral, 2 – Ley de Partidos Políticos, 3 – Ley de Responsabilidad Fiscal, y 4 – Independencia Plena y Fortalecimiento Institucional.
Teniendo eso como premisa es un imperativo la celebración de una Cumbre Institucional que lleve a un feliz término los señalamientos del CONEP. Obviamente la primera opción para la Cumbre sería el CONEP y grupos empresariales que lo apoyan, entre estos ONEC, COPARDOM, AEIH, ASONAHORES y ACOPROVI. Otros grupos de apoyo paralelo son la Asociación Dominicana Contra la Corrupción (ADOCCO), Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Participación Ciudadana (PC), Centro Bonó, Cámara Británica de Comercio y Cámara Americana de Comercio, entre otros.
La segunda opción para la Cumbre Institucional es la nueva coalición “Acción por la Justicia y la Seguridad”. Se trata de un movimiento nacional para la reforma judicial, y para que no haya repartición de los puestos de las altas cortes y las instituciones del Estado, entre los partidos políticos y la propia sociedad civil, según informa la prensa de fecha 14/7/16. Las organizaciones participantes realizarán cuatro foros para recoger iniciativas e inquietudes antes de la celebración de la “Cumbre de la Justicia” del Poder Judicial el próximo mes de octubre.
Las organizaciones que integran la coalición “Acción por la Justicia y la Seguridad” son: Participación Ciudadana (PC), Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CRESS), Asociación de Empresas Industriales de Herrera y la Provincia de Santo Domingo (AEIH); Centro Bonó, Centro Juan XIII, EDUCA, ACOPROVI, Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE); CODUE, FLACSO, Profamilia, Cámara Americana de Comercio, la Pastoral Juvenil y Poder Ciudadano.
 Como tercera opción de la Cumbre, a mi modo de ver, sería una representación de cada uno de los partidos políticos reconocidos por Junta Central Electoral (JCE) que participaron en las elecciones del 15 de mayo de 2016. En este caso no habría diferencia alguna entre los partidos de la oposición y el partido en el poder sino solo partidos, pura y simplemente, con tal de llegar a Roma aportando ideas que fortalezcan la institucionalidad y la democracia en República Dominicana.
Vemos pues la existencia de tres frentes civilizados para hacerle frente a la crisis institucional que hizo metástasis en el primer tercio de este siglo XXI. La Cumbre Institucional debe enmarcarse dentro de los límites de la institucionalidad y no dentro de un “ambiente político nacional” que desnaturalice el evento. Todo el mundo sabe que la enfermedad no está en la sábana sino en el enfermo, por lo tanto debe imperar un derroche de madurez política al momento de hablar de reformas institucionales y económicas que contribuyan con el fortalecimiento de la institucionalidad y democracia en República Dominicana, de lo contrario la Cumbre Institucional no tendría sentido.
Si el ser humano fuera dueño de la verdad absoluta nunca hubiera crisis en el Mundo, sin importar su naturaleza. El problema es que cada cabeza es un mundo donde muchos piensan y hacen lo que les parece creyéndose dueños de la verdad absoluta. A falta de eso unos se aferran al pragmatismo y otros halan para su lado. Por eso hay crisis mundiales, regionales y nacionales que tienen solución inmediata mientras otras toman su tiempo. Sea una o la otra todo depende de la buena voluntad y mejores intenciones de los protagonistas para poner fin a una crisis con tal de  vivir en paz y armonía como seres humanos civilizados.
Desde el ajusticiamiento del tirano Trujillo en 1961 la política pretende hacerle el juego a la verdad absoluta o relativa con sus yerros y aciertos. Muchas veces el panorama político se oscurece como oscurece la Tierra cuando se oculta el Sol; otras veces se aclara con la salida del Sol después de la lluvia y vuelve y se oscurece cuando vuelve a llover. Por tanto la Cumbre Institucional debe servir de cobija para protegerse contra el sol y la lluvia con tal de que nuestra democracia e institucionalidad no se mantengan en la oscuridad junto con los avances tecnológicos públicos y privados, sin dejar de lado la publicación mensual en los medios escritos de los ingresos y egresos del presupuesto, como era la práctica en la segunda mitad del siglo XX
De manera que la Cumbre Institucional nunca debe ser agenda prioritaria de la tercera opción (partidos políticos reconocidos por la JCE) en diálogo permanente con la primera opción (sector empresarial y/o sectores productivos) y la segunda opción (sociedad civil) sino una agenda nacional prioritaria de diálogo permanente entre las tres opciones participantes para propiciar un entorno político-institucional y económico legítimo y estable como punto de partida para lo demás.
Durante la celebración de la Cumbre es posible lograr unanimidad de criterios que dinamicen la ejecución de las reformas institucionales y económicas. Es por eso importante la participación de grupos alineados y no alineados políticamente teniendo como meta un futuro mejor para la República Dominicana. El poderoso sector productivo dominicano, en este caso la primera opción, debe coordinar con la segunda opción, es decir con la sociedad civil, todo aquello relacionado con el costo y montaje del evento. Si los partidos políticos quieren hacer su aporte con fondos de la Ley Electoral 275-97, bienvenidos sean. Busquemos la manera de no vivir en una aldea medio del Amazonas!
Luis Eduardo Díaz Franjul
jpm
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