Cultura de paz y no violencia que reclama RD y el mundo
El Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) ha sido desde sus inicios un abanderado de la Cultura de Paz, resultado de gran importancia en sus objetivos, el movimiento mundial, que a partir del año 2000, ha hecho nacer una gran movilización en todas las naciones del mundo, orientada a transformar, entre todas, una cultura de guerra y violencia en una de Cultura de Paz y no Violencia.
Visión, que valora y dimensiona, por dar paso con las directrices de la ONU, a un conjunto de valores, actitudes, modos de comportamiento y estilos de vida, destinadas a abolir la violencia y ha prevenir los conflictos, mediante el abordamiento directo de las causas que los originan, conduciendo la solución de los problemas, a través del diálogo y la negociación entre individuos, grupos y naciones.
Visualizando al respecto, que en la sociedad actual, en sus metas vitales para su desarrollo, no sólo cabe a todos sus componentes sin excepción, la aceptación social de la violencia, sino emprender por medio de la paz y la no violencia su debida corrección, para establecer los correctivos que exigen nuestros entornos sociales.
Entendiendo relevante, en estos propósitos, viabilizar que la violencia no pase desapercibida, y además, consolidar vías seguras, para que los niños o los adultos, la denuncien y queden protegidos frente a ella, teniendo por soporte una mayor solidez y confiabilidad, de los estamentos privados y públicos, que tienen la tarea y responsabilidad, de trazar políticas para encararla con eficiencia.
Panorama mundial:
A fin de que los dominicanos y dominicanas, podamos comprender mejor, la prioridad local y mundial de la Cultura de Paz y la no Violencia, para el organismo, es recomendable, no solamente que revisemos nuestros roles en el control de la violencia, sino también, nos involucremos en estudiar a profundidad los niveles alcanzados por ésta, para proveernos de una idea clara de su magnitud, sus impactos y sus correctas soluciones, por tanto, conocer sus datos estadísticos, entre ellos:
a).- La Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con consignar que más de 50,000 niños, mueren cada año como consecuencia de homicidios, añade: 1).- Más de un 80% de niños sufren castigos corporales en el hogar y un 30% de ellos recibe castigos corporales graves, 2).- Alrededor de un 30% sufre acoso físico o verbal en las escuelas; y 3).- Anualmente la cifra de relaciones sexuales forzosas u otra forma de violencia sexual es sencillamente vergonzosa.
b).- Las Naciones Unidas en un estudio de violencia contra los niños, establece cinco (5) entornos donde la misma es ejercida, y entre ellas, destaca, que la violencia en las escuelas y los demás establecimientos educativos, es uno de los principales.
Tareas a emprender en RD:
En la muy preocupante panorámica, que actualmente muestra el crecimiento de la violencia, el CRD, entre sus estrategias, plantea como columna para enfrentar tan gravoso problema, que nuestra nación, asuma en su mayor plenitud, la guía definida por la UNESCO, para establecer una verdadera Cultura de Paz.
Al efecto, comenzar su puesta en práctica intensiva, implementando en nuestras instituciones educativas, entre otras iniciativas, las siguientes: 1.- Abogar por una visión creativa e integral de la educación, que involucre a los estudiantes, al personal de los centros educativos, los padres de familia y la comunidad; 2.- Lograr que los estudiantes se involucren en la prevención de la violencia; 3.- Utilizar técnicas y métodos de disciplina constructivos y; 4.- Fomentar la capacidad de adaptación de los estudiantes, así como, ayudarlos a afrontar los retos de la vida, en una forma positiva y edificante.
Junto con lo indicado, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), entiende, que necesitamos hoy más que nunca, cambiar nuestra forma de pensar y accionar respecto a la violencia que nos arropa, tomando como principal tarea, la urgente imposición de las reglas y metodología que conlleva la consolidación del desarrollo de una Cultura de Paz, como instrumento del establecimiento de una mejor sociedad dominicana.