Culto a Santo Antonio Negro en Yamasá, una expresión de identidad nacional
Santo Domingo, 18 jun (EFE).- La fiesta cultural que organizan los hermanos Guillén en honor a San Antonio Negro se ha constituido en un acontecimiento nacional e internacional, debido a la importancia que tiene para la promoción de las raíces culturales y la identidad dominicana.
La celebración tiene lugar el domingo más próximo al 13 de junio, día del santo. Este año se celebró el 12 de junio. Se trata de una tradición que tiene 112 años, iniciada por Albertina Torres, bisabuela de los hermanos Ramón Antonio, Manuel Antonio, Esteban Antonio y Jesús Antonio Guillén.
Esteban Guillén contó parte de la historia para Radio Cimarrona: «Mi bisabuela Albertina Torres, cuando viene a Yamasá, trae consigo la tradición de su familia, que por generaciones había sido devota de San Antonio. Se instala en esta misma propiedad y comienza a promover la actividad en la familia».
Dijo que al morir la bisabuela, su tía Juana Antonia continuó la tradición: «Y luego nos corresponde a nosotros. En principio se hacían nueve noches y nosotros hemos tratado de hacer una actividad que se extienda a rescatar otras tradiciones escondidas para que la gente pueda conocerlas».
Si bien esta festividad en sus orígenes era estrictamente religiosa, hoy conjuga un sinnúmero de expresiones de la cultura dominicana, por lo que es calificada como única en su género. La consideración es del cantautor y sociólogo Roldán Mármol, de la Fundación Cultural Cofradía, quien participa de ella cada año.
«Era una fiesta tradicional, sin embargo, al crearse el taller con el tema taíno fueron ampliando sus relaciones y esta fiesta comenzó a ser un referente nacional e internacional.
Se fue expandiendo y ya tenemos aquí palos, jera-pega, salve, perico ripiao, bachata, guloyas, gaga. Además de esto, tenemos los grupos de promoción folclórica de la UASD, el grupo de baile folclórico de Santiago, lo que la convierte en una síntesis de la diversidad cultural en República Dominicana, por lo que atrae a artistas, gestores culturales, artesanos?»
A media tarde del domingo, Roldán, portando un foete, se integró al gagá que recorrió toda el área:
«Mi compromiso es hacer como lamé durante el recorrido con el grupo de gagá, que es un trabajo que he hecho como iniciado en esa área con diferentes grupos, especialmente de los bateyes del este. El lamé lleva el foete, va delante de todo el grupo junto con la bandera, y va con el foete limpiando el camino».
Durante el recorrido, el gagá, con su vestimenta colorida, ingresó hasta el altar dedicado a San Antonio, rindiéndole tributo al santo con su música y su baile. El altar estuvo cuidado todo el tiempo por Andrea Polanco, conocida como Dulce, tía de los hermanos Guillén y fiel devota de San Antonio Negro. Ella era la reina del altar.
«Soy devota de San Antonio, tengo 40 años sirviéndole, he recibido muchas bendiciones, él es poderoso, es milagroso. Vengo desde Elías Piña con la celebración. La mamá de ellos (los hermanos Guillén), Lourdes María Polanco, era mi hermana», cuenta Dulce. Como reina, era su rol recibir a las personas que visitaban el altar y pasarle el santo cuando alguna persona enferma clamaba ante él por su salud.
El altar tenía una pequeña estatua del santo hecha en barro rodeada con un rosario blanco, y un cuadro del santo, también de barro, en el frente. Otros cuadros en el altar correspondían al Corazón de Jesús y a la Virgen María. Todo estaba decorado con papeles multicolores y decenas de velones encendidos, muchos de los cuales fueron llevados por personas devotas.
Este año la fiesta de San Antonio estuvo dedicada a la ciudad de Santiago, por lo que grupos de baile y comparsas de lechones hicieron sus presentaciones.EFE