Crítica de cine: «Wonder Woman»
La Mujer Maravilla es una de las superheroínas más populares de toda la ficción de los cómics de superhéroes. Todavía podemos recordarla en aquella mítica serie de TV interpretada por Lynda Carter; o en los muñequitos animados de los Súper Amigos, en los que pasábamos horas y horas pensando en cómo ella podía hallar el avión invisible; o en muchas de las otras apariciones que ha tenido a lo largo de los años. Quizá por eso esperábamos con ansias el día que la soberana amazona llegara a la gran pantalla.
El film empieza como una épica de aventuras, recurriendo al humor y a la fórmula usual del género de superhéroes para narrar los orígenes de la Mujer Maravilla y sus encontronazos con la tradición más recurrente de la humanidad: la guerra. Sin embargo, a pesar de que en el inicio luce interesante, carece de consistencia para ofrecer escenas que sean asombrosas. Y el aparato de acción cae en el agujero de lo fácil, con un giro cerca del tercer acto que solo podría sorprender a un ciego.
Antes de convertirse en Mujer Maravilla, Diana Prince (Gal Gadot) es conocida en su tierra natal como la princesa Diana de Themyscira. Habita un paraíso terrenal ocupado por hermosas mujeres que han nacido para ser guerreras durante miles de años. También posee fuerza sobrehumana obtenida por su riguroso entrenamiento con la General Antíope (Robin Wright).
Un día el piloto norteamericano, Steve Trevor (Chris Pine), es perseguido por el ejército alemán (los malos habituales) en medio de la Primera Guerra Mundial y sufre un accidente donde termina conociendo las costas de Themyscira. Conoce a Diana. Y al explicarle el terrible mal que existe en el mundo, Diana decide salir de la isla con él convencida de que está destinada a detener la amenaza.
La presentación de “Mujer Maravilla” funciona por momentos, si olvidamos el patético reparto secundario que entorpece la narración y la química mecanizada que tiene con Steve Trevor. A veces, Gadot le añade su carisma a escenas que son demasiado perezosas para despertar algún tipo de emoción. Convierte a Diana en una superheroína con un agudo sentido de la justicia y con una personalidad que desborda feminidad, rectitud e ingenuidad.
Esta heroína, creada por el psicólogo norteamericano William Moulton Marston, es una alegoría del empoderamiento de la mujer en una sociedad que pelea constantemente por la equidad de género. Su lucha por la paz, el amor y la ecuanimidad es el retrato de la mujer fuerte que se vale de sí misma. El problema es que en este relato Jenkins se olvida de la coherencia para favorecer el panfleto feminista.
Hay que decirlo claro: el acabado final de la cinta es decepcionante. De nada sirve la autenticidad del período ni que haya peleas exageradas ni que atraviese los terrenos de la comedia, la fantasía, el romance y el cine bélico sin ánimos de entretener. La película nunca escapa de lo convencional, con una seriedad artificiosa que emplea unos villanos que rayan en la ridiculez. Es una maravilla para aburrirse. Ficha técnica
Año: 2017
Duración: 2 hr 21 min
País: Estados Unidos
Director: Patty Jenkins
Guion: Allan Heinberg
Música: Rupert Gregson-Williams
Fotografía: Matthew Jensen
Reparto: Gal Gadot, Chris Pine, Robin Wright, Connie Nielsen, David Thewlis