Crisis dominicana y liderazgo evangélico
La suspensión de las elecciones municipales por fallas técnicas en los equipos de soporte atribuidas a un sabotaje, cuyos responsables no han sido identificados de manera clara y convincente, ha levantado una creciente ola de protestas con la participación de grupos de jóvenes que se han apostados en las inmediaciones de la Junta Central Electoral en demanda de que se esclarezca la falla y que los responsables sean castigados debidamente. También exigen la renuncia de los miembros del organismo electoral en lo que ellos definen como acciones en defensa de la democracia.
Algo inusual, y que se ha hecho notable, es que los manifestantes son jóvenes de la clase media de las ciudades de Santo Domingo y Santiago, la segunda en importancia del país, quienes se han lanzado a las protestas, mientras que cinco días después de suspendidas las elecciones los barrios periféricos y zonas marginales se mantienen en calma. En la medida que avanza la semana son más los jóvenes que se suman a las protestas a las que se agregan ya personas de más edad, junto a personalidades y artistas.
Aunque no se tiene una salida con propuestas institucionales viables que garantice la continuidad del proceso y el orden democrático establecido, los manifestantes demandan las renuncias de las autoridades electorales; incluso, hay otros que exigen la renuncia del presidente Danilo Medina y otras autoridades gubernamentales.
Después de los suspendidos comicios del domingo 16 de febrero, diversos sectores de la sociedad dominicana manifestaron su preocupación por lo acontecido, entre ellos diferentes organizaciones representativas de la comunidad evangélica como La Mesa de Dialogo y Representación Cristiana, que en voz de su presidente, reverendo Nercido Borg Cedeño, hizo un llamado a la población dominicana a mantener la calma y la prudencia ante la situación. Borg Cedeño instó a la Junta Central Electoral a investigar de manera minuciosa los hechos que provocaron la suspensión de las elecciones a los fines de dar con los culpables
De su parte, El Consejo Nacional de Confraternidades de Pastores Evangélicos (CONACOPE) calificó como grave el daño sufrido por la democracia dominicana con la suspensión de las elecciones municipales y consideró necesario que con sensatez y responsabilidad ciudadana se dejen a un lado los intereses partidarios y particulares en procura de soluciones que garanticen la viabilidad de los mecanismos y procedimientos básicos sobre los que funciona nuestro sistema democrático.
El reverendo Mateo hizo un llamado a las iglesias para que continúen orando por el país y que a pesar de las fallas y dificultades que se puedan presentar se empeñen en actuar con apego al orden y no presten sus fuerzas a ninguna iniciativa que promueva el caos y el desorden, no importa la procedencia del grupo o líder que lo haga. “Necesitamos orden y paz, y desde cualquier partido político que recoja nuestra simpatía debemos promover estos valores que son supremos e indispensables para la convivencia colectiva”, concluyó.
El presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), pastor Feliciano Lacen, manifestó que lamenta profundamente la suspensión de las elecciones municipales algo que pone en riesgo el proceso democrático y el clima de paz. También pidió a la Junta Central Electoral realizar una investigación para establecer las causas reales por la que este proceso fue interrumpido. Les señaló a todos los actores del proceso y a la ciudadanía en general que, si es violentada la paz, todos sufriremos las consecuencias.
El obispo del Concilio Iglesia de Dios, reverendo Mauro Vargas, hizo un llamado a la calma y a la prudencia a toda su membrecía a nivel nacional ante la suspensión de las elecciones municipales. Expresó que es necesario proceder con sabiduría para auspiciar un dialogo abierto y de consenso entre la Junta Central Electoral y las diferentes fuerzas políticas participantes en el sistema.
Después de estos pronunciamientos existe la expectativa de que el liderazgo evangélico dominicano más representativo e influyente, sin demora, se reúna para abrir un espacio de intercambio y mantener una consulta permanente ante la situación que vive la República Dominicana. Sectores diversos de la comunidad evangélica dominicana esperan que las próximas declaraciones y manifiestos sobre esta situación se hagan de manera conjunta y coherente, de manera que se evidencie que interés nacional está por encima de parcelas, partidos, grupos, denominaciones y expresiones particulares.
Se entiende que, en vista de la posposición de esta consulta electoral, todos los esfuerzos deben estar centrados en realizar las elecciones municipales en marzo superando los traumas y dificultades recientes y seguir avanzando hasta mayo con las elecciones congresuales y princidenciales.
El llamado a la oración y a la calma ha sido consistente y enfático y el discurso está caminando a que con la ayuda del Señor la nación dominicana superará este difícil momento que está viviendo.
En medio de este clima caldeado y preocupante 14 partidos de la oposición se han agrupado convocar una marcha este domingo, 23 de febrero, que terminará frente a la Junta Central Electoral (JCE).
El mismo día de la marcha, domingo 23, el partido oficialista PLD también ha convocado en Santo Domingo una asamblea de dirigente. En medio de esta situación la campaña electoral no ha cesado, mientras la Junta Central Electoral tiene en proceso la impresión de boletas para las elecciones municipales.
JPM