Crímenes de Navidad
Santa Claus es el encargado de obsequiar regalos a los niños en Navidad, alegría y amor en conjunto. Sin embargo no todos parecen seguir esa línea y aprovechar la inocencia de los más pequeños para violar derechos humanos. Este fue el sonado caso de Bruce Jeffrey Pardo, quien se cubrió del hombre vestido de rojo y blanco con barba para terminar con toda la familia de su ex esposa Sylvia.
Veamos un recuento de cinco crímenes que ocurrieron durante la Navidad. En la víspera de la Navidad de 1985, el abogado Charles Goldmark, su esposa Annie y sus hijos Colin, de 10 años, y Derek, de 12, se disponían a pasar las Fiestas en su casa de la ciudad de Seattle.
Mientras esperaban para cenar, alguien tocó a la puerta. Era David Lewis Rice, quien les dijo que tenía un paquete para ellos. Cuando abrieron, el hombre entró, los atacó con un pañuelo con cloroformo y mató a toda la familia.
Rice fue detenido el 26 de diciembre después de usar una tarjeta de crédito que había robado de la casa. El hombre arguyó que había querido robar, pero los investigadores descubrieron que el homicida se autodefinía como un “soldado anticomunista” y que sus víctimas “eran comunistas”.
El propio criminal contó tiempo después como mató a la familia Goldmark. “Estaban vivos después de que les di cloroformo, luego golpee sus cráneos con una plancha de vapor hasta abrirlos”, detalló. “Así que decidí terminar el trabajo con un cuchillo. Inserté la punta en el cráneo donde se rompió de la plancha y lo agité todo alrededor”, confesó en declaraciones a la agencia Associated Press.
Tiempo después, la Justicia descubrió que los Goldmark no eran comunistas. Charles había sido asesor jurídico del Partido Demócrata en Washington y hasta había trabajado en la campaña presidencial de Gary Hart. Eso sería lo que confundió a Rice, que había oído hablar de la familia en el “Club de pato”, una organización política conservadora.
El asesinato Jon Benét Ramsey. Tenía 6 años cuando desapareció de su casa de Boulder, Colorado, el 26 de diciembre de 1996. Poco después, ese mismo día, lo encontraron sin vida y nunca se supo cuáles fueron los verdaderos motivos que condujeron a su asesinato. La niña era hija de millonarios y tenía una vida digna de ensueños.
A Jon Benét sus padres la habían formado y educado como a una pequeña perfección. Su madre, Patsy, había sido reina de belleza en Virginia en su juventud. Por eso, quería que su hija esté hecha a su imagen y semejanza, y la llevó a decenas de concursos de belleza.
Tras su desaparición la noche posterior a Navidad, su madre encontró una carta de rescate en la que se pedían poco más de 100.000 dólares, una suma que justo su padre había recibido poco tiempo antes. Los padres denunciaron la desaparición a la policía, pero ocho horas después ellos mismos encontraron el cadáver de la pequeña en el sótano de su casa.
Las sospechas no tardaron en volverse hacía la familia, a la que se acusó de haber escrito ellos mismos la nota; también hubo rumores de abuso infantil y pedofilia, y hasta Teorias de que la niña había sido asesinada por su celoso hermano Burke, de 9 años. Nunca pudo probarse nada. En 2006 un pederasta llamado John Mark Karr confesó el crimen, pero quedó demostrado que se trataba solo de una confesión falsa.
El 23 de diciembre del 2008 Bruce Jeffrey Pardo llevó a cabo lo que se conoció como la “Masacre de Covina”. El aberrante hecho ocurrió en Los Ángeles. Ese día, el hombre se disfrazó de Papá Noel y tocó la puerta de la casa de Sylvia Orza, su ex mujer, con quien mantenía un tenso vínculo y discusiones de dinero. En el lugar celebraban 25 personas. Quien le abrió fue su sobrina política, la pequeña Katrina Yuzef Polsky, de 8 años de edad. Cuando iba a abrazarlo, la niña recibió un tiro en la cabeza por parte de Pardo, quien comenzó a dispararles a todos en la casa.
Mientras disparaba con una mano, con la otra rociaba gasolina por la casa y prendía fuego los objetos con lanzallamas casero. Uno de los testigos alcanzó a escapar a la casa de sus vecinos y llamó a la Policía. Sin inmutarse, Pardo se cambió y se trasladó a la casa de su hermano, donde se suicidó. El hombre asesinó 9 personas, entre ellas a Sylvia, a sus padres y a varios cuñados y sobrinos.
Justo una semana antes de la Navidad de 2010, Joanna Yeates, arquitecta paisajista de 25 años, fue reportada como desaparecida por sus familiares en Bristol, Reino Unido. Su cuerpo fue encontrado el 25 de diciembre en la zona de en Fail And, North Somerset, por una pareja que paseaba a sus perros. Según la autopsia, la habían estrangulado y no tenía signos de un ataque sexual.
Las autoridades culparon, en un inicio, al arrendador del edificio donde vivía, Christopher Jeffries, profesor de una escuela pública británica. Sin embargo, tuvieron que liberarlo al poco tiempo por falta de pruebas. El 20 de enero de 2011, fue arrestado Vincent Tabak, un ingeniero neerlandés de 32 años y vecino de Yeates, quien ocupaba un departamento en el mismo lugar en el que vivía la víctima.
El 5 de mayo, el joven se declaró culpable del homicidio involuntario de Yates, pero negó haberla asesinado. Su juicio comenzó el 4 de octubre de ese año. Durante el proceso, se presentaron pruebas de que Tabak había querido ocultar el crimen deshaciéndose del cuerpo. También se dijo que las pruebas de ADN tomadas del cuerpo de Yeates coincidían con Tabak.
Además, se hallaron manchas de sangre en una pared que daba a una cantera cerca de donde se la descubrió. Por otro lado, la fiscalía también dijo que Tabak intentó implicar a Jeffries por el asesinato. El hombre fue declarado y condenado a cadena perpetua. El móvil del crimen siempre fue un misterio.
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