Con el desmonte eléctrico habrá revuelta social

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

Ciertamente la RD es el sexto país que tiene los precios más bajos del KWH en Latinoamérica. Se cobra 0.091 dólares por debajo de Venezuela donde es gratis US $0.00, Cuba, Argentina y Paraguay cobran 0.058 dólares y el costo de Méjico es 0.083 dólares. Y encima de 26 naciones donde Nicaragua tiene la más cara con US $0.33.
Una resolución de la superintendencia de electricidad propuso el desmonte gradual del subsidio desde noviembre de 2021 hasta el 2026. Será eliminado el subsidio de $4.44 a los usuarios que consumen de cero a 200 KWH, de $6.97 a los de 200 a 300, de $10.87 a los de 300 a 700 y después de 700 pierde el subsidio y se paga $11.10.
Este desmonte perjudica a la clase media y pequeños negocios. Los pobres pagarán $25 a $62 más, clase media de $66 a $79 y los ricos sin subsidios de $24 a $31. Según los técnicos nos ahorraremos $180 millones en noviembre y diciembre y el reajuste trimestral dirá que tan lejos estamos para llegar a la meta de $71,000 millones.
En el 2019 cuando el gobierno de Danilo Medina planteó un desmonte del subsidio eléctrico sobre la base de un acuerdo en el CES ordenado por la Ley 1-12 de Estratégia Nacional de Desarrollo para no aplicar una reforma fiscal, el PRM se opuso y exigió entre otras cosas transparencia y reducción del gasto eléctrico.
Sin embargo en febrero del 2021 siendo presidente Luis Abinader sin haber cumplido con sus promesas convocó la firma del pacto eléctrico el cual se firmó dejando los temas en disensos para irlo aplicando como tarea del gobierno pero en casi 2 años no se han cumplido.
El presidente nos mantuvo en vilo con el anuncio de una reforma fiscal desde principio de su gobierno alegando que había un déficit público inmanejable en la economía pero cuando se hizo inminente la discusión del presupuesto que vio el rechazo general se hizo el bondadoso, retiró la reforma y nos metió un paquetazo eléctrico.
Con este aumento en el precio de electricidad arrodillándose a las recetas del FMI, el gobierno del PRM incumplió sus promesas de aumentar la tarifa eléctrica solo cuando las distribuidoras hayan reducido sus gastos y se transparentara el sistema eléctrico.
Nos metió la mano en los bolsillos sin el consenso de toda la oposición, sin el sector social y sin los consumidores como planteó el gobierno del PRM para que estos sectores sean la garantías de darle seguimiento al pacto eléctrico y a la reducción del gasto eléctrico.
Aumentar la factura eléctrica con el aumento de 4 consejos eléctricos, sin fusionar las edes, sin transparentar el sistema eléctrico y sin cumplir la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo ni la Ley General de Electricidad es un acto irresponsable del gobierno.
En el sector eléctrico en decenas de años hay programas mediante los cuales se fija la factura eléctrica a cientos de sectores populares y decenas de residenciales colocando un contador colectivo para darle un servicio de luz más económico en violación a la ley.
Pero además tiene más de un año y 2 meses de asumir el poder y todavía las distribuidoras no han podido eliminar los apagones. Aún las Edes no han sido auditadas, la CDEEE ceso sin ser fiscalizada y la auditoría de Punta Catalina de Baní recién acaba de ordenarse.
Aunque se trata de ir desmontando el subsidio eléctrico para ahorrar recursos y reducir el déficit. La incapacidad económica de la clase media y de los pobres a pagar este aumento con salarios deprimidos y con miles sin trabajos va a causar mucho dolor de cabeza.
La población no es responsable del fracaso de la capitalización eléctrica, y no es culpable del alto costo de la generación. Quitar el subsidio eléctrico a la clase media y dejar que los generadores conserven las exenciones fiscales es frustrante y decepcionante.
Cambiar la naturaleza del subsidio cobrando más a los que menos pueden y menos a los que más pueden con la demagogia de focalizar el subsidio a los más pobres es seguir la misma política neiliberal de repartir migajas a los pobres y el pastel a los ricos y empresarios.
El plan de ajuste trimestral del presidente Luis Abinader es una copia del desmonte del subsidio eléctrico que está llevando a cabo Bukele en el Salvador que pretende llevar el precio del KWH de electricidad de US $0.091 o $5.00 a US $0.2 o a $11.00 para un aumento del 100% o llevarlo a $15 un incremento de un 200%.
Los técnicos del PRM no han pensado en la pérdida  de competitividad internacional, no han pensado en la crisis alimentaria que existe en el mundo y no han pensado que desmontar el subsidio eléctrico en la clase media y baja están colocando al pueblo al borde de una explosion social como está pasando en Chile y Colombia.
JPM
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