Trump elige a Susie Wiles como jefa del gabinete en Casa Blanca
Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
Presidente Abinader inaugura obras en San Pedro de Macorís
Gobierno RD extiende el sistema TRAE a tres provincias del Cibao
EE.UU. conmina a Israel dejar entrar a Gaza comida y ayudas
Abinader indica se necesita más diálogo para abordar desafíos
Haití adopta un plan “decisivo” para combatir la inseguridad
Destruyen 1,792 equipos eran usados en juegos ilegales
La RD hace donaciones a Cuba para paliar daños de fenómenos
Pável Isa Contreras renuncia como ministro de Economía
Guatemala dice 9.8 tns. cocaína fueron empacadas en puerto RD
Coexistencia de una maniobra llamada sorpresa, destino o casualidad
Este aporte lo hace Tony Raful en una obra que enmarca unos pasajes de vida en hombres donde aparece una casualidad que doblega el razonar de las ideas desviando el curso de la historia.
Acuñando el término razón a esta situación, vemos que el significado pierde valor de acuerdo al tiempo y el espacio. Para Tony la casualidad debilita los hechos convirtiéndolos a su antojo en otra cosa. Nosotros, que hemos estado atentos a esa casualidad histórica sorpresa, hemos recogido del mismo ambiente un acontecer que arropa la misma situación, pero con un sentido figurado que sustituye su propio entorno.
El idioma nuestro encausa una serie de debilidades en su accionar, no en su contenido. Debemos explicar que, dándole uso a la gramática de nuestro idioma, hay palabras que con su base lógica pierden el sentido de su raíz y significado. Sería que ser burla el tiempo y el espacio para debilitar verdades contundentes que pasan a segundo plano en el accionar.
La justicia dominicana ocupa un lugar de preferencia en esto. Cuando tiene razón para actuar otra cosa pasa.
Veamos: Razón: tener razón ocupa una porción investigativa de tu propio ser que te permite expresar tu propia razón, que podría estar lejos de lo cierto, pero es tu razón. Aquí aparece una razón que, revisando la lógica, ha sido derribada por un hecho. Ayer de acuerdo al servicio meteorolico, debió llover. Hoy no ha llovido. Lo que ayer fue una verdad hoy, por lógica le hace perder el sentido convirtiendo esto en un hecho inesperado.
La lucha por el poder que realizan Leonel y Danilo Medina trae a colación ese repentino parecer de opiniones expresadas para el contenido de la historia que, con los hechos, profundizan la crisis de los seres humanos echando a la letrina todo lo antes dicho como razones saludables. La lógica de su accionar pierde sentido, los hechos están ahí. Se profundiza una crisis que ha sido mencionada por todos los medios.
No corresponde a este trabajo los arreglos que se hacen por debajo de la mesa, a escondidas del pueblo, para lucir como una intromisión circunstancial del destino o la llamada casualidad.
Ahora tenemos un héroe y un villano, cara de disgusto en el máximo líder del PLD y el nuevo líder luce balaguerizado por completo. El silencio de Danilo trae su propia lógica. Son expertos en mensajería publicitaria.
El sinsabor se apropia del vértigo de Leonel Fernández, sabe lo que le espera de perder el poderío que tiene. Hay que hacer cualquier cosa para no perder el poder. “Si tenemos que sacrificar a Danilo lo hacemos’, dicen en el PLD.
Luego de la decisión del Comité del PLD de aceptar la reelección de Danilo, muchos legisladores fueron contagiados con una cepa del virus de la reelección; habrá que suministrarle una buena dosis de vitamina $$$ para que reaccionen favorablemente.
Danilo, sumiso y traicionado por sus propios principios, acepta la carga que se le impondrá una vez más, aunque su dermatitis no se lo permita, pero el carguito es muy bueno. Ya en el diccionario de ese partido y sus hombres no existe la palabra razón, lógica ni hechos; dinero, corrupción, ambición narco-ideas y perversión en fin, que se joda el pueblo.
Las maniobras divinas de las necesidades de continuidad no tienen lógicas, pero en el camino encontraremos nuestra propia razón sin importar las irregularidades del destino y sus casualidades que reporten los hechos. ¡Que se rejoda el pueblo!
Reelección: Objeto indefinido entre hombres y microbios, sensación y principios.