OPINION: Carta de réplica y conversatorio con Manuel Durán
Después del leer la carta que Manuel Duran el enviase a su camarada Juan TH, el titulo de este artículo, también pudo haber sido: «Manuel Duran, el próximo renunciante del PRM»; para luego, en el desarrollo del texto, explicar el por qué de esa renuncia, y abordar de como él y otros de sus camaradas se juntarán con David Collado en el PRD de Miguel Vargas con instrucciones de Hipólito Mejía, para con un plan macabro, sabotear el PRM, con el objetivo, de que el PLD se quede en el poder por saecula saeculorum. Pero vamos por parte. Desglosemos esa carta. Veamos que sentimientos nos despiertan cada uno de sus párrafos a medida que nos revelan su contenido, para finalmente arribar a la conclusión, precedentemente expuesta y a otras. Veamos:
Acabo de leer en los medios la carta que Manuel Duran le enviase al periodista Juan TH. Ignoro si esa publicación se hizo con su consentimiento para no violar el sagrado derecho y principio de la intimidad de la correspondencia, lo cual es importante, para conocer en algo los principios éticos y morales del receptor de esa carta, donde precisamente se resaltan estos valores en cada párrafo de la misma, entendiendo que debe haber correspondencia entre el discurso y la práctica de los señores que por sí mismo se venden como tales. Hago esta aclaración, porque además, su divulgación, sospecho, es una táctica publicitaria acordada entre ellos.
Leía esa carta (como todo lo que leo), inmerso en sus párrafos, pero mi atención por la misma se hizo más especial, al estar descubriendo en esa lectura a un revolucionario que no conocía. Al respecto, el señor Juan TH, cataloga a Duran como hombre honrado, leal y capaz, apegado a los principios éticos y morales que heredó de sus ancestros. Párrafos después, el señor Duran, hace acopio de estas virtudes al referir implícitamente, que ha sido un practicante de los valores éticos y morales de todo el accionar político, en asociación con sectores tradicionales que se formaron al lado del Dr. José Francisco Peña Gómez que se suponen simbolicen lo irreprochable de la decencia, la dignidad y la vergüenza, que debiera caracterizar a todos nosotros los Revolucionarios; aunque algunos(continua Duran), solamente lo sean en apariencia, ya que han sido capaces de prestarse a todas clases de vagabunderías; en vez de creer sinceramente en la causa; además de asumir, una forzosa alianza con ciertos sectores instruidos en el oportunismo, quienes viven al acecho de coyunturas, procurando en todo momento, ocupar espacios por encima de esta gran mayoría de militantes como tú (Juan TH) y nosotros, los cuales sin estar de acuerdo con ese errado proceder en la política, continuamos esperanzados en los cambios que lograremos alcanzar por medio de nuestras posturas y la firme perseverancia en la lucha, sin importar desde dónde lo hagamos.
Seguí leyendo esta carta, con el corazón rebozado de alegría. Al calor de la misma (me decía), ¡por fin, salen al frente los hombres que necesita la patria! Este sentimiento fue reforzado con la lectura del párrafo siguiente: Efectivamente, no hay diferencias entre el PRD, el PRSC, el PLD, y el PRM, en lo ideológico, en lo programático y mucho menos en los intereses que motivan a muchos de sus cúpulas, quienes siempre se aseguran de mantener vigentes los lazos mafiosos que pueden garantizarles sus perpetuas permanencias en el lucro obtenido por “putearse”, sin ninguna clase de recatos, sin importarles la ideología, los valores, los medios, las vidas, las creencias, mucho menos el mínimo del bienestar que merece el pueblo. Al terminar este poderoso párrafo (con el corazón acelerado por la emoción) expresé, ¡Santo Dios, por fin, alguien más me acompaña en desenmascar a Hipólito!, puesto que para mí, lo estaba describiendo a él.
¡Pero qué desengaño!, cuando de repente caigo en leer, que toda esa cruzada revolucionaria seria encabezada por Hipólito Mejía. ¡Oh Dios, que decepción, qué horror! Duran nos propone, que esa revolución al estilo Hugo Chávez, Fidel Castro, Salvador Allende, Mauricio Bishop, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Los Kirchner, Michelle Bachellet, Dilma Rousseff, etc., será encabezada por Hipólito Mejía y hombres como él y Juan TH.
La lectura de esos párrafos profanos, me ha semi-aturdido. Después, algo confundido, lleno de sentimientos contrapuestos, hago un alto para la reflexión, sintiendo, el amargo que nos produce un planteamiento, que de lo sublime, de golpe pasa a lo ridículo. Y Pasa a lo ridículo, porque precisamente, Hipólito, es la antítesis ideológica, que corresponde a un revolucionario. Hipólito, con sus actuaciones, se ha revelado como comerciante de la política, al igual que Miguel Vargas y como la mayoría de políticos dominicanos de la actualidad, que entre todos han hundido el país, en lo social, económico, político, moral y cultural. Hipólito, no es un personaje serio de la política. ¿Cuándo se ha visto, que un revolucionario va a Washington a punchar la tarjeta? O que se burle de su pueblo, o lo suelta en banda, para ponerse a la disposición de los más ricos, pero que también, ha manifestado ser un ambicioso impenitente y amante patológico del poder.
A Manuel Duran, en su carta, se le escapa un detalle revelador
Ha quedado demostrado a lo largo de los siglos, que no hay crimen perfecto. Al homicida, siempre se le escapa un detalle por el cual es descubierto; de igual manera, en un texto se pueden descubrir las falencias, que revelan las verdaderas intenciones del que escribe. En esa carta, en su último párrafo, Duran le habla a Juan TH de «nuestra organización» pasando por alto, que su camarada no pertenece al PRM, porque ya el renunció de la misma, lo que unido a su descalificación de este Partido, para llevar a cabo la lucha revolucionaria que tiene que librar nuestro pueblo para lograr su verdadera democracia, a la vez que declara su adhesión solidaria e imperturbable a ese periodista, y acompañarle en ese frente de batalla donde él se ha ido después de renunciar del PRM, pero siempre, ambos al lado de Mejía. Estas son declaraciones que dejan claro, que también Duran se va del PRM, tal como ya lo hicieron otros (Fello Suberví, Héctor Guzmán, Tomas Hernández Alberto, La Maquinaria y un largo etc.). Pero como Mejía no se va del PRM (por ahora), habrá que elucubrar que se esconde en esa decisión de Juan TH y Duran de irse del PRM, para seguir bajo las ordenes de su guía político y espiritual. El jefe adentro y sus incondicionales afuera y todos reuniéndose con David Collado, e incluso Hipólito, además con Miguel Vargas, da mucho que pensar, sobre todo, cuando ya sabemos que Hipólito es un faccioso, que nos ha obligado a desconfiar de él, al mostrar en la pasada campaña electoral el absurdo de tener más simpatías por el candidato reeleccionista Danilo Medina, que por el candidato de nuestro Partido.
Señor Duran, sus declaraciones, que inicialmente nos emocionó, al final, fueron arruinadas, con sus absurdas exaltaciones hacia Hipólito Mejía al tenerlo y venderlo como un líder revolucionario…, como un camarada…, como el hombre que encarna la decencia, la dignidad y la vergüenza nacional, el único que en estos momentos, puede encabezar la lucha de liberación y reivindicación del pueblo dominicano, cuando ya Hipólito nos ha demostrado hasta la saciedad que es un comerciante más de la política. Sus acciones y hechos perniciosos, que lo tipifican como tal, están escritos en miles de páginas, testimoniando que no miento.
Los perredeistas primero, y después los perremeistas, hemos cometido un error fatal al aceptar a Hipólito en nuestra militancia que siempre ha sido de hombres e historia revolucionaria, y más con llevarlo a máximo líder en sustitución de Peña Gómez y a Presidente de la República. Los frutos de ese liderazgo han sido amargos: Cuatro derrotas consecutivas (2004,2008, 2012 y 2016), y la derrota del 2020 está más clara que el agua, si no abrimos los ojos, ante esa estupidez de «llegó papá», para al contrario comprender, que quien realmente ha llegado, es un lobo vestido de oveja. Rafael Hipólito Mejía, por su formación trujillista, por su apego y práctica a las ideologías reaccionarias de la ultra derecha, por sus creencias neoliberales, por ser un negociante de la política, más bien debió de ser el líder de un PRSC, de un PQD u otro similar, nunca el guía de un Partido Revolucionario, muchos menos, si éste tiene en sus siglas el adjetivo, «Moderno».
Señor Duran, es cierto que Hipólito no robó ni mató (aunque sí asesinó al PRD a puñaladas), pero en la política se ha hecho de dinero y poder, de mansiones, de fincas y de una vida de lujos como si fuese un jeque árabe. Y sus negocios, han pasado de ventorrillos a grandes empresas de exportación e importación. En las democracias capitalistas-neoliberales, los gobernantes y funcionarios tienen su forma «legal» de hacer dinero, mientras a los pobres del Partido y al pueblo en general, los convierten en más pobres y a los ricos en más ricos, que no son las formas de hacer política de un verdadero revolucionario. Tampoco un revolucionario compra un Congreso con dinero sustraído de los fondos públicos, para cambiar la Constitución antojadizamente y en función de sus propios intereses.
Si seguimos enumerando las falencias de Hipólito Mejía, sería la de nunca acabar: por lo que, vista la ponencia anterior, reto a Manuel Duran y a quien se lo tome, replicar los argumentos con los cuales he confrontado los criterios con los que él (Manuel Duran), pretende presentar a su Hipólito como un revolucionario… como un camarada… como el hombre que encarna la decencia, la dignidad y la vergüenza nacional, el único que en estos momentos, puede encabezar la lucha de liberación y reivindicación del pueblo dominicano. Lo reto también, a que contradiga a Hugo Tolentino Dipp, cuando dice que Hipólito ha sido un factor de división y de pérdidas para nuestro Partido.
Señor Duran, el «Divo de Gurabo»(que le quede claro), no es la verdad revelada, ni el revolucionario que usted con tanto empeño nos vende; al contrario, él es un antirrevolucionario, que después de aprender a sembrar tabaco, para matar con cáncer en los pulmones al mayor número de dominicanos, habilidosamente, se ha insertado en un Partido revolucionario para joder a los revolucionarios y a los procesos revolucionarios, que el país debió transitar para avanzar en la construcción de una verdadera democracia.
Señor Duran, excúseme si he develado sus planes, pero mi pueblo y mi patria son sagrados. Ellos están de primero y hasta por encima de mi propia vida.
Nota:
Para los que quieran ver cómo anda del asunto de Hipólito con David Collado en el plan anunciado para destruir al PRM, tal como hicieron en antaño con el glorioso PRD (en lo que va), aplastar el liderazgo de Luis Abinader y cualquier otro que pueda surgir, vea el video colgado con el enlace siguiente.
Posdata:
En las actuales circunstancias, en que el facciocismo (de facción, fraccionar, dividir etc.) de Hipólito está activo al rojo vivo, lo que indefectiblemente creará las condiciones dentro del Partido, para que de nuevo, como en las cuatro oportunidades citadas (2004,2008, 2012 y 2016) volvamos a lo mismo de perder unas elecciones por las troyadas de los infiltrados a favor del enemigo, es de emergencia que las actuales autoridades del PRM, afronten con la mayor energía la solución radical de este problema. Hagámoslo ahora temprano. Aún estamos a tiempo, para recuperar la estabilidad, luego de las turbulencias inevitables, que se producirían en ese necesario sacudimiento. No lo dejemos para luego. Ello sería fatal. De lo contrario, lloraremos amargamente, lo que no supimos enfrentar como patriotas y políticos, verdaderamente auténticos.
El Partido no es, ni debe ser un hombre o una mujer, mucho menos, si ese hombre es un ambicioso patológico y reaccionario como Hipólito Mejía. Tampoco, nosotros debemos ser los idiotas y cobardes, que nos dejemos aplastar por él y su grupo de malos dominicanos.
El que tenga oídos, que oiga…