Cambio del panorama energético

En los últimos meses, periódicos, revistas, radio, internet  y
televisión dan cuenta de la caída de los precios del petróleo a nivel
internacional llegando hasta perder un 60% de su valor de hace unos
seis meses el cual se cotizaba a US$115.00 el barril en junio 2014 lo
cual ha traído mucha incertidumbre económica-financiera a los países
que en un 90% dependen de los ingresos que ese producto les genera
para financiar sus operaciones presupuestales.

El ciudadano común,  personas ajenas o indiferentes sobre el tema en
cuestión piensan que la caída de los precios del famoso oro negro se
debe solo a la caída de la demanda del consumo del necesario y casi
imprescindible petróleo para generar energía y la desaceleración del
crecimiento en la economía China

También se pensaba que era debido a la sobreoferta de petróleo de
parte de los miembros de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP),
pero es ahora cuando comienza a determinarse que tal situación de los
bajos precios del crudo es debido a los cambios que se están operando
en el plano de la producción energética.

Esto así ya que como parte del programa de gobierno del demócrata
presidente Barak Obama al inicio de su primera gestión gubernamental
informaba que entre sus planes de gobierno se incluía la independencia
energética, privilegiando la energía limpia.

Pues no ha pasado una década cuando ya comienzan a verse los
resultados de esa política de cambio energético mundial con fuertes
consecuencias económicas y geopolíticas, destacándose fundamentalmente
la producción de gas natural y otras formas de energía más limpia y
menos costosa.

A raíz de esto, de buenas a primeras, comenzó hablarse del petróleo de
esquisto que no es más que la producción de gas y petróleo a través de
un método sofisticado bautizado como fracking (fractura hidráulica), o
la inyección de grandes cantidades de agua, arenas y aditivos químicos
sobre las rocas de donde se extrae el preciado gas y crudo energético.

Muchos han criticado este procedimiento ya que conforme sus
consideraciones provocan daños al medio ambiente, alto consumo de
agua, temblores de tierra, contaminación de las aguas subterráneas y
superficiales, entre otros.

No obstante estas críticas los cambios energéticos han permitido a
Estados Unidos disminuir sus déficits fiscal y de cuenta corriente
mejorando significativamente su crecimiento económico y provocando que
muchas empresas que se habían marchado de su territorio hayan
considerado retornar para aprovechar las bondades de esa nueva forma
de producir petróleo y gas.

Hoy, Estados Unidos de Norteamérica importa menos petróleo y se
estima que se convertirá  en el 2017 en el principal productor del oro
negro, lo cual quitará interés a zonas que anteriormente eran
conflictivas, lo que también puede aumentar el terrorismo en el
panorama mundial debido a la desesperación económica que los bajos
precios pueden ocasionar a países del medio oriente que viven de la
exportación de petróleo.

A Estados Unidos les ha ido también con este cambio de panorama
energético que en el último trimestre del año 2014 su economía alcanzó
un crecimiento de un 5% y ha puesto de rodillas a algunos  miembros de
la OPEP al extremo que el presidente venezolano tuvo que ir
directamente al país que lidera dicha organización petrolera (Arabia
Saudí) a suplicar que sus miembros disminuyeran la producción de
petróleo con el propósito de aumentar los precios, cosa que no
consiguió.

Mientras Estados Unidos experimenta una sustancial mejoría en su
economía, la zona Euro y otros países aún se encuentran entre la
espada y la pared, llevando al Fondo Monetario Internacional (FMI)
expresar que la recuperación económica es de un solo lado ya que
muchas naciones aún confrontan altos déficits de balanza de pagos,
fiscal y altos endeudamientos.

Es decir, que la baja en los precios del petróleo y el crecimiento de
los Estados Unidos no son una cura para las profundas debilidades en
otras partes del planeta (Christine Lagarde, directora del
FMI-20/01/15).

El pesimismo no solo es del FMI sino también de los responsables del
Foro Económico Mundial celebrándose en Davos, Suiza, en el que solo un
37% de sus directivos espera una mejora de la situación económica
global.

En el plano de República Dominicana la situación económica comienza a
experimentar mejoría producto de la caída de los precios del petróleo
lo cual ayudaría al gobierno a obtener ingresos millonarios lo cual
coadyuvaría a disminuir significativamente el déficit fiscal inclusive
por debajo del 2.4% estimado para el presente año 2015.

Esta mejoría aún no se siente en el consumo realizado por la
población, pues la misma no se ha reflejado en los precios del
transporte aéreo, terrestre ni marítimo así como tampoco en los
precios de los bienes y servicios de primera necesidad.

Ante este cambio de panorama energético, económico y geopolítico del
entorno de la República Dominicana se aconseja, cautela, prudencia,
monitoreo sistemático de todo cuanto pueda suceder, pues si bien es
cierto que emergen mejorías en el plano económico-financiero a favor
del país (turismo, inversiones directas, exportaciones, déficits) no
menos cierto que se debe esperar que  estos cambios se consoliden sin
que la población tenga que esperar una mejoría económica global.
Mientras tanto, el pueblo aguarda de forma agónica tanto los
beneficios del crecimiento económico 2014 del 7% del PIB como los
producidos por los bajos precios del petróleo.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

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